Desde Paris

Una semana convulsionada políticamente ha sumergido a Francia en un terreno inédito. El lunes el gobierno del primer ministro Michel Barnier, decretó un presupuesto socialmente regresivo, sin pasar por el voto de los diputados. La respuesta a este intento de forzar el presupuesto por decreto y no por ley fue la moción de censura presentada por diputados de La Francia Insumisa (LFI), integrante de la coalición de izquierda Nuevo Frente Popular (NFP) y por Agrupamiento Nacional (RN), el partido de extrema derecha liderado por Marine Le Pen.