Un 35 por ciento de los usuarios del transporte urbano de pasajeros de Rosario no accede a ninguno de los subsidios que se implementaron con el uso de la tarjeta Sube. Se trata, fundamentalmente, de trabajadores y trabajadores que usan de modo frecuente el sistema de colectivos y pagan los 1.200 pesos que cuesta el pasaje. Para mitigar esa carga inevitable, la concejala del bloque Socialista, Verónica Irizar, insistió esta semana con un proyecto de su autoría, presentado a mediados de año. Procura reestablecer una medida “que aliviaría en algo al sector que paga la tarifa plena”, dijo la edila a Rosario/12. Se trata del boleto laboral de uso frecuente, que se creó a partir de 2010 con la vieja tarjeta “Movi” y establecía un descuento para quien cargaba entre 40 y 80 viajes de una sola vez, y los empleaba a lo largo de un mes. Con la adhesión local a la Sube se dio de baja.
La mayoría de los usuarios del sistema de colectivos urbanos e interurbanos que utilizan la tarjeta Sube, poseen subsidios a la demanda del servicio. En ese universo que paga un 55% menos el valor del pasaje están incluidos jubilados y pensionados, veteranos de Guerra de Malvinas, monotributistas sociales, beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo o por Embarazo, aquellos que perciben un seguro de desempleo o pensiones no contributivas, entre otros.
Sin embargo, entre los usuarios frecuentes del sistema “te queda un 35% que paga la tarifa plena, y lo que planteamos es volver a ese esquema del boleto de uso frecuente”, dijo Irizar sobre su iniciativa, que aprovecha a discutir junto al proyecto de presupuesto 2025 que el intendente Pablo Javkin remitió al Concejo.
“Es una medida que ayuda, fundamentalmente, al trabajador que hoy no tiene ningún tipo de beneficio”, sostiene la ex secretaria de Hacienda. “Y también a padres o madres que acompañan a sus hijos a actividades extraescolares, o que llevan a sus hijos a la escuela en colectivo”, abundó sobre el sector que no está alcanzado por los subsidios a la demanda de transporte. “Viene a ayudar un poco a los trabajadores y a quienes acompañan y que son usuarios frecuentes del transporte”, dijo Irizar.
El coordinador general de la Casa del Vecinalista, Germán Gago, dijo durante una reciente reunión del sector en La Toma: “Se nos prendió una luz de alerta muy fuerte cuando vino gente de distintas escuelas, que tienen chicos que hacen materias o gimnasia por fuera del horario escolar, y no le podían pagar el boleto, porque el Boleto Educativo Gratuito cubre dos pasajes diarios”. La semana pasada tuvieron una reunión en el Concejo, junto a otras organizaciones de la sociedad civil, para plantearle al Gobierno nacional la necesidad de reestablecer los subsidios al transporte en las provincias.
Desde enero hasta hoy, el valor del boleto de colectivos que abonan los usuarios se incrementó un 500%, como parte del plan de ajuste a “la casta” que prometió el economista a cargo del Ejecutivo nacional, Javier Milei. Pasó de $240 en enero a los actuales $1.200.
El sistema contempla una rebaja del valor del boleto a partir de viaje número 30 hasta el 79 del 5%; luego de los 79 viajes del 12, 66% y sobre los 80 pasajes del 13,5%. La propuesta de la concejala socialista plantea incrementar el porcentaje de devolución al usuario, con un reintegro del 14% a partir de los 40 viajes; del mismo porcentaje desde el viaje 41 hasta el 79 realizados en un período mensual, y del 19% una vez superados los 80 viajes por mes.
Irizar dijo a este diario que el paliativo está relacionado, principalmente, a dos factores: la decisión de Milei de eliminar desde febrero pasado el Fondo de Compensación al Transporte Público de Pasajeros por Automotor Urbano y Suburbano del Interior del país; y “el impacto que tuvo la inflación en lo que es el sistema de transporte, con una tarifa que aumentó sustancialmente”.
La inflación acumulada entre enero y octubre de 2024 fue del 107%, según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que mide el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Mientras que por la combinación de inflación y quita de subsidios para el interior, el valor del boleto aumentó un 500% en esos diez meses.
Sobre su propuesta, Irizar sostuvo que lo que plantea “nos parece que es razonable, porque solo el 35 por ciento no tiene subsidio, el resto está siendo sostenido por algún tipo de subsidio de la tarifa”.
Aunque recordó que los jubilados que acceden a descuentos en el valor del boleto son los que perciben haberes de la Ansés, es decir, del sistema previsional nacional, mientras que los de la Caja de Jubilaciones de la provincia, la municipal y las de los colegios profesionales de la ciudad, están excluidos del beneficio.
Acerca de la posibilidad de que se apruebe en las dos últimas sesiones que restan del año, dijo que está “discutiendo con el oficialismo. Volví a poner sobre la mesa la discusión porque se debate el presupuesto. Creo que está todo más estable y es momento de avanzar en esto, sobre todo porque la tarifa ha ido aumentando significativamente por la caída de los subsidios y el impacto de la inflación. Me parece que es justo”.
En febrero pasado, un estudio del Observatorio Social del Transporte señaló que en una década la cantidad de pasajeros en los colectivos urbanos de Rosario cayó un 50%. El concejal del Movimiento Evita, Mariano Romero, estimó por su parte en relación con el Salario Mínimo, Vital y Móvil, hoy un rosarino puede pagar casi 50 boletos menos que los que podía pagar en mayo de 20o2, luego de la crisis de 2001. El informe sobre Servicios Públicos del Instituto Provincial de Estadística y Censos (Ipec) arrojó en agosto pasado una caída del 14% en el uso de los micros urbanos en relación al mismo mes del año anterior.
En los considerandos del proyecto de Irizar, se lee que “a los fines de evitar un mayor impacto del gasto en transporte en la estructura de gastos familiares, atraer nuevos usuarios y evitar la merma de los actuales hacia medios de movilidad motorizados no sustentables (automóvil y moto particular), es necesario volver al esquema de beneficios a los que accedian los pasajeros frecuentes del sistema antes de la implementación de la Sube”.