“Este crédito nos permite continuar trabajando en beneficio de nuestra comunidad”, asegura Luis Schmidt, presidente de la Cooperativa de Electricidad y Servicios Públicos de Sierra de la Ventana (COOPERSIVE), al referirse al crédito de 72 millones que otorgó y distribuyó el Gobierno de la provincia de Buenos Aires. Este apoyo financiero, repartido a través del Fideicomiso Fuerza Solidaria, está destinado a fortalecer la economía solidaria mediante la mejora de infraestructura, adquisición de maquinaria y proyectos clave. El sector beneficiado incluye en esta oportunidad a las cooperativas bonaerenses de Tornquist, Pilar, San Antonio de Areco y Almirante Brown desde donde explicaron los beneficios y alcance de este refuerzo.

En Sierra de la Ventana, la cooperativa COOPERSIVE decidió destinar los fondos a la compra de un generador de 40 KVA (kilovoltio-amperio), que será utilizado exclusivamente para garantizar el funcionamiento continuo del sistema de internet en caso de cortes eléctricos, una problemática que suele generar serios inconvenientes en la zona. “Es importante aclarar que este generador es exclusivamente para mantener los equipos de internet y no para distribuir energía”, explica Schmidt en diálogo con Buenos Aires/12.

Actualmente, COOPERSIVE abastece a 3.400 usuarios en Sierra de la Ventana y Villa Arcadia con servicios de electricidad, internet por fibra óptica, televisión por cable y servicios funerarios. La cooperativa emplea a 14 personas, distribuidas en áreas estratégicas: 5 trabajan en redes eléctricas, 3 en internet y cable, y 5 más en tareas administrativas, bajo la coordinación de un gerente.

La incorporación del generador, además de garantizar la estabilidad del servicio de internet, es clave para la conectividad de localidades vecinas como Saldungaray, Cabildo y Punta Alta. Estas regiones dependen de las líneas de fibra que atraviesan Sierra de la Ventana, y un corte prolongado afectaría no solo a los usuarios locales que utilizan el servicio para trabajar y/o realizar sus actividades diarias, sino también a estas comunidades interconectadas.

Además del generador, la cooperativa bonaerense está finalizando un proyecto de anillado eléctrico que permitirá minimizar los cortes de energía en la localidad. Esta obra, combinada con la ampliación de puestos de transformación para atender la creciente demanda, responde al desarrollo turístico y residencial de la región.


Sin embargo, los desafíos siempre están presentes en el día a día. Schmidt señala que el principal obstáculo es la dependencia de un único proveedor de energía (EDES), cuya capacidad está al límite. Esto llevó a la cooperativa, junto con otras del distrito, a impulsar un proyecto integral: la construcción de una línea de 132 KVA con subestación, diseñada para garantizar un suministro energético estable y suficiente con el objetivo de terminar con los problemas eléctricos de la región.

“El proyecto ya está en la Dirección Provincial de Energía con número de expediente, pero necesitamos que se incluya en el próximo presupuesto provincial para poder avanzar. Esta infraestructura no solo solucionaría los problemas actuales, sino que también permitiría desarrollar nuevos emprendimientos en la región, algo esencial para nuestro crecimiento”, afirma Schmidt.

Una planta para 200 trabajadores

En Almirante Brown, la Cooperativa Cartoneros Unidos, conocida como “Recicla Brown”, utilizará el crédito provincial para concluir las obras de su planta de tratamiento de residuos. Este proyecto incluye la construcción de un Centro Verde con vestuarios, baños, un comedor comunitario y la instalación de maquinaria necesaria para optimizar el proceso de reciclaje.

“Con este crédito podremos terminar la parte productiva de la planta y dignificar el trabajo de nuestros compañeros”, explica un representante de la cooperativa a Buenos Aires/12. Fundada en 2017, Recicla Brown está integrada por 200 recuperadores urbanos, muchas de ellas familias que solían trabajar de manera individual y sin derechos laborales.

El crédito permitirá a Recicla Brown superar limitaciones que afectan directamente la calidad de vida de sus trabajadores. Por ejemplo, la falta de un espacio techado obligaba a los recuperadores a clasificar materiales bajo condiciones climáticas adversas, lo que deterioraba el material reciclado y reducía su valor de mercado. Con la instalación de una cinta transportadora y mejoras en la infraestructura, la cooperativa espera optimizar la producción y aumentar los ingresos de sus miembros.

La planta permitirá procesar hasta 100 toneladas de residuos diarios, beneficiando no solo a los trabajadores, sino también al medio ambiente y a la comunidad en general. “La venta directa a la industria sin intermediarios garantiza que el esfuerzo de los recuperadores se traduzca en mayores beneficios para ellos”, destacan desde la cooperativa.

Por otro lado, la cooperativa planea ampliar su impacto social con la creación de un espacio de cuidado para las infancias, destinado a los hijos de los recuperadores. “Queremos ofrecer un lugar donde puedan realizar tareas escolares, jugar y aprender mientras sus padres trabajan”, señalan. Además, buscan generar valor agregado a los materiales reciclables, desarrollando nuevos productos que permitan diversificar su actividad y aumentar los ingresos de sus miembros.

En sus comienzos la cooperativa empezó con la organización de cartoneros para eliminar intermediarios en la venta de materiales reciclables, logrando mejorar los precios y los ingresos de sus miembros. En 2019, firmaron un comodato con el municipio de Almirante Brown para utilizar un espacio en el Eco Punto de Don Orione, donde actualmente operan. Durante la pandemia, ampliaron sus servicios, implementando una recolección puerta a puerta que cubre gran parte del distrito, incluyendo barrios de localidades como Adrogué, Burzaco, Longchamps y Glew.

Desafíos compartidos y el reciclado como política de Estado

Tanto en Sierra de la Ventana como en Almirante Brown, las políticas de ajuste del Gobierno nacional representaron un gran obstáculo para estas cooperativas a lo largo de este 2024. En el caso de COOPERSIVE, la falta de inversión en infraestructura eléctrica y la limitada capacidad de su proveedor principal restringieron su capacidad para atender la creciente demanda en la región.

Por su parte, la cooperativa de Almirante Brown afrontó una caída del 50 por ciento en los precios de los materiales reciclables, principalmente el cartón, debido a la apertura de importaciones y la disminución del consumo interno. Además, la eliminación del nexo del programa Potenciar Trabajo y el congelamiento de aumentos salariales afectaron gravemente los ingresos de sus trabajadores. De este modo, muchos bonaerenses decidieron buscar otras alternativas para “ganarse el mango”.

“La paralización de la obra pública también nos impactó, ya que no recibimos el tercer desembolso necesario para finalizar el comedor, los baños y los vestuarios”, agregaron desde Recicla Brown.

Desde Almirante Brown subrayan la importancia de que el reciclaje sea considerado una política de Estado. “El mal manejo de los residuos tiene consecuencias devastadoras para el medio ambiente y la salud. Nosotros convertimos lo que otros descartan en recursos valiosos, pero necesitamos un apoyo constante del Estado nacional para seguir adelante”, afirman.

Los 72 millones de pesos distribuidos por la provincia de Buenos Aires no solo representan un alivio financiero de las cooperativas de Tornquist y Almirante Brown, sino también una oportunidad para potenciar sus actividades y enfrentar los desafíos actuales, de acuerdo a lo detallado desde ambos espacios.