El obispo de la ciudad paraguaya de Coronel Oviedo Juan Bautista Gavilán pidió detener la expulsión de los indígenas de sus tierras y destacó como un "signo de esperanza" su lucha por el territorio.

"No podemos seguir sacando a los indígenas de sus tierras ancestrales y de las calles", dijo el obispo en su homilía pronunciada desde la ciudad de Caacupé, a unos 55 kilómetros de Asunción, donde el domingo fueron miles de fieles para celebrar la festividad de la virgen.

"Es signo de esperanza los trabajos de los pueblos originarios en sus luchas por sus tierras ancestrales… Pido a Tupasy Kaacupe (virgen de Caacupé) y a las autoridades paraguayas por ellos", agregó el religioso quien solicitó al gobierno de Paraguay no truncar "la esperanza del pueblo humilde en sus sueños".

En una misa por la víspera a la fiesta en honor a virgen de Caacupé, la patrona de Paraguay, Gavilán aseguró que existe "un gran déficit" de políticos patriotas que trabajen por el bien de las mayorías.

"Necesitamos producir políticos patriotas, que amen nuestra patria y a sus hijos e hijas, respeten y trabajen por el bien común, el servicio generoso y el desarrollo equitativo del país", reclamó.

Los fieles caminan desde diferentes puntos del país hacia Caacupé, la capital espiritual de Paraguay, para reunirse el domingo en la misa central en honor a la virgen.

El santuario de Caacupé fue ascendido al rango de basílica menor por un decreto del Vaticano en julio de 2015, coincidiendo con la visita a ese centro del catolicismo paraguayo del papa Francisco.

La peregrinación por la Virgen de Caacupé, una variante de la Inmaculada Concepción, es una de las celebraciones marianas más grandes de América Latina.