Ahora que el camino hacia la reforma constitucional está abierto, se abre un escenario político que se irá configurando a lo largo de 2025. En ese devenir, el constitucionalista Oscar Blando valora el momento pero advierte la necesidad de que el poder político haga lo que hasta ahora no hizo: consultar a la sociedad y sus instituciones para que la nueva Carta Magna contemple necesidades y pareceres de la gente. Si no, será -como acusan los detractores- la sospecha de que todo se resume al afán reeleccionista de Maximiliano Pullaro. El gobernador, en tanto, ayer decretó que el 13 de abril sean las elecciones de los 69 convencionales reformadores de la Constitución provincial, en simultáneo con las PASO que definirán listas legislativas provinciales y de autoridades municipales y comunales. El 29 de junio será entonces la fecha de la elección general de medio término.
La elección de constituyentes será a boleta única, 19 por los departamentos, y 50 a distrito único.
"Lo que planteo es que hasta ahora no se abrió el diálogo y ahora hay que hacerlo, que haya canales de participación reales y se tengan en cuenta las opiniones. La participación no sea solo para escuchar sino para tomar en cuenta. Ahora los temas están, hay que discutir la orientación y cómo los percibe la sociedad, hay que darle voz a la necesidad de que se apropien de los contenidos de la reforma. Es esencial para que la reforma no solo tenga legitimidad política sino también legitimidad social", expresó en diálogo con Rosario/12 quien fuera el artífice de aquel proceso de construcción ciudadana llamado "Bases para la reforma", cuando en 2016 Miguel Lifschitz intentó en vano avanzar hacia lo que hoy Pullaro parece que conseguirá.
--Ahora sí, camino abierto a la reforma... ¿y ahora qué?
--Lo que se ha superado es un sistema de vetos recíprocos que históricamente impidió las reformas de la Constitución: quienes eran oposición la impedían y el oficialismo intentaba conseguirla. Esta vez, el oficialismo contó con mayoría de dos tercios en el Senado y le faltaba poco para conseguirlo en Diputados. Por lo tanto, este proceso posibilitó la ley de necesidad de la reforma. Pero como todos sabemos, lo que hace una ley de necesidad de reforma parcial de la Constitución es habilitar temas, artículos y después previa elección de convencionales la convención reformadora va a resolver. Por lo tanto, esta ley puede direccionar temas. Los contenidos de la reforma están en disputa, será entre distintos proyectos políticos y sus representantes partidarios quienes pondrán en valor una nueva Constitucón. Se inicia un proceso de debate que aspiramos sea lo más amplio posible, con la mayor participación posible. Yo hice observaciones sobre este proceso que fue inverso al que iniciamos con el gobernador Lifschitz en 2016, una instancia de diálogo llamada "Bases para la reforma", que duró 1 año y medio de conversaciones y escucha con distintos sectores sociales, gremios, educadores, ámbitos religiosos, académicos para llegar a una propuesta de necesidad de ley, pero nos faltaron los votos en Legislatura. Maneras diferentes. Aspiro que ahora este proceso sea abierto, participativo, porque ciertamente la sociedad debe apoderarse de esos contenidos. Esa debe ser la discusión pública que se avecina, más allá de que esta ley tiene luces y sombras.
--¿Cuáles méritos podrá tener esta reforma, y cuáles no?
--Podemos avanzar en una serie de derechos que se incorporaqrán, instituciones, algunas nuevas, otras para reformar. Pero también hay sombras porque la reforma parcial de la Constitución impide que algunos temas se puedan discutir: caso del Senado, poderes tradicionales de la provincia, no se podrá discutir la uni o bicameralidad, o la representación uninominal que tiene el Senado, que es un sistema de mayorías: el que gana (en cada departamento) se lleva todo porque es un solo cargo en disputa. Impacta negativamente la proporcionalidad de representación política y de género. La uninominalidad impide la cuota de género, la paridad. Este sistema así se petrifica y sigue perjudicando a las minorías y a la paridad de género.
Otro tema que también discutí es la barrera electoral que establecieron, el del 2,5% edel padrón para que a partir de ahí los partidos puedan tener representación. Las barreras electorales tienen por objeto evitar la fragmentación parlamentaria para favorecer la gobernabilidad, pero no hay ninguna justificación para aplicar ese argumento en una convención reformadora. Impide el acceso de las minorías, hay una afectación al pluralismo político. Hubiera preferido que no hubiera sido esa barrera tan alta.
--El cambio de mayoría en el Senado fue clave, pero cuando el peronismo era mayoría también era amigable y le aprobaba las iniciativas del gobierno del Frente Progresita.
--Sí en determinados temas, pero no en cuanto a reforma constitucional. No solo el planteo fue en Diputados, se sabía que tampoco iba a pasar el Senado. Algunos pudieron decir que sí, pero luego al consultar al partido decidieron que no. Acá pasó algo parecido pero con la difrerencia de que el oficialismo necesitaba pocos votos y el sector de Perotti se los dio, aunque el PJ volvió a decir que no.
--¿Cómo se interpreta la urgencia por sacar la ley de necesidad y luego esperar un año para que inice la convención constituyente?
--Me sorprendió porque efectivamente había una intencionalidad no solo ya del Poder Legislativo sino del Ejecutivo para convocar a elecciones. Hoy (por ayer) lo hizo con las elecciones de medio término y de convencionales. Pero por otro lado, la Legislatura le dejó la facultad al gobernador con plazo de un año para convocar a la convención. No hay correspondencia entre la decisión de impulsar el tema con rapidez y después dejarlo en manos del gobernador. Sin dudas, es una decisión eminentemente política.
--¿Acaso talle una especulación en cuanto a dejar pasar el tiempo y evitar que el envión libertario le cope tal vez la iniciativa en la convención?
--De alguna manera, trata de despegarse de la cuestión nacional porque la elección provincial será en abril y la elección nacional será en noviembre. Pero no está claro cuándo sea la convención reformadora y al quedar esto así sin fecha fija supone una especulación de tipo político.
--¿Dónde supone que estarán los puntos de mayor polémica?
--Se dice que a raíz de la sanción de la ley estaremos en presencia de una constitución moderna y progresista. Pero estas cosas no se decretan por ley. Los contenidos estarán en disputa. Por lo tanto si se votan proyectos políticos que tienen signos de modernidad y progresismo y se eligen representantes que pongan de manifiesto la Constitución así lo será. Acá es el pueblo el que decide y se ponen en juego proyectos políticos que tienen que ver con un proyecto de provincia, y también su relación con un clima de época y disputa político-ideológica. Estas son las cosas que pueden estar en discusión. Se puede discutir qué se concibe por seguridad pública, por la eficiencia de servicios públicos, determinadas prestaciones sociales. Van a estar en juego estas cosas. Así como Santa Fe con su Constitución del 62 fue fue garante de derechos sociales antes que la Constitución del '49, garante de gobernabilidad en tiempos de mucha inestabilidad política, esta Constitución tendría que ser garante de una sociedad más igualitaria, de gobiernos sustentables y responsables.
--La agenda del Ejecutivo actual y el clima de época se notan en temas como el equilibrio fiscal, superávit, la seguridad ciudadana como derecho...
--Hay cosas del proyecto actual que ya la contemplábamos cuando el gobierno de Miguel Lifschitz, la progresividad fiscal. También incorporábamos la perspectiva de género y en esta ley no está contemplada. También hay alguna mención a derechos reproductivos y sexuales pero no especificada claramente. Y después hay otras cosas, como el hecho de que el procurador seguirá estando en la órbita de la Corte, y eso fue cuestionado ya porque el procurador integra la Corte pero a su vez es jefe de los fiscales. Esto tiene una contraposición con el Ministerio Público de la Acusación y el Servicio Público de la Defensa. Los roles están confundidos. El procurador no debiera integrar la Corte porque su función no es juzgar.
--Otras iniciativas salientes como el fin de la mayoría automática en Diputados, la reelección y duración de mandatos, los fueros parlamentarios, la neutralidad religiosa...
--Sigo la línea histórica de la Constitución del '21 que establecía la separación de la Iglesia y el Estado. Era algo muy retrógrado que el Estado santafesino tuviera una religión determinada. El arzobispo de Santa Fe lo dijo.
En el Poder Legislativo hay cambios, una de cal y otra de arena: el Senado no se toca por un lado, pero sí se le pone un límite a los mandatos electivos, incluso el del gobernador. Se eliminan las mayorías automáticas que en su momento la Constitución del 62 otorgó por esa inestabilidad política de aquel momento. Entonces se le daba sobrerrepresentación con 28 diputados sobre 50 a quien ganara. Y creo que habrá una adecuación correcta sobre la inmunidad parlamentaria, los fueros. Se mantiene la libertad de opinión y de arresto, pero no la de ser sometido a proceso.