El grupo japonés de supervivientes de la bomba atómica, Nihon Hidankyo, pidió el martes al recibir el Premio Nobel de la Paz que los países actúen para eliminar las armas nucleares, una amenaza de nuevo vigente casi 80 años después de los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki. Terumi Tanaka, de 92 años, copresidente de la asociación y superviviente del bombardeo de Nagasaki, exigió "acciones de la parte de los gobiernos para alcanzar este objetivo" de un mundo sin armas de destrucción masiva, durante la entrega del galardón.
La ceremonia, celebrada en la alcaldía de Oslo, tuvo lugar en un contexto en el que países como Rusia atizan de nuevo la amenaza nuclear. "Me siento infinitamente triste y lleno de cólera porque el 'tabú nuclear' pueda romperse", afirmó Tanaka.
A partir de testimonios de supervivientes --los "hibakusha"-- de los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki, la asociación Nihon Hidankyo milita para que desaparezcan del mundo las armas de destrucción masiva. Los bombardeos estadounidenses en estas dos ciudades japonesas, el 6 y el 9 de agosto de 1945, causaron unos 214.000 muertos.
El día fatal
Terumi Tanaka tenía 13 años cuando Nagasaki quedó pulverizada por la bomba, cuyo hipocentro se situó a 3 km de su domicilio. Cinco miembros de su familia perecieron. El sobreviviente contó que estaba leyendo en el piso de arriba de su casa cuando lanzaron la bomba: "Oí una explosión, de repente vi una luz blanca brillante que rodeaba todo. Y todo se volvió silencioso. Me quedé estupefacto. Me sentí en peligro de muerte", explicó antes de la ceremonia. Corrió a la planta baja y quedó inconsciente cuando dos puertas acristaladas salieron por los aires debido a la explosión y cayeron sobre él, sin romperse. "Un milagro", rememoró.
Tres días después Tanaka se dirigió con su madre a averiguar el destino de sus parientes en el centro de Nagasaki y vio la "devastación total" que provocó la muerte de cinco parientes suyos: "todas las casas a lo largo del camino, hasta la base de la montaña, fueron quemadas por completo y los cuerpos yacían desperdigados a su alrededor. Mucha gente muy mal herida o quemada, pero aún viva, fue dejada sin atención, sin ayuda. Casi me quedé sin emoción, bloqueando mi sentido de la humanidad".
Los "hibakusha" (supervivientes) fueron "forzados al silencio por las fuerzas ocupantes durante siete años" y "abandonados" por el Gobierno japonés, "aislados", padeciendo enfermedad, "sufrimiento", "prejuicios" y "discriminación", señaló. Tanaka recordó que fueron las pruebas atómicas hechas por EE.UU. en el atolón de Bikini en 1954 las que dieron inicio a un movimiento antinuclear e impulsaron el nacimiento en 1956 de Nihon Hidankyo, dedicado a difundir los testimonios de las víctimas, reclamar compensaciones y luchar contra las armas nucleares.
La presión de Nihon Hidankyo forzó a las autoridades japonesas a adoptar leyes para indemnizar a los supervivientes, incluidos los "hibakusha" coreanos o los que habían emigrado. "Pero no se dio ninguna compensación por los cientos de miles de muertos y, hasta este día, el Gobierno japonés ha rechazado de forma consistente proporcionar una compensación estatal, limitando las medidas a daños por radiación", lamentó Tanaka ante una audiencia en la que se encontraban unos 30 "hibakusha" en el estrado.
"La media de edad de los sobrevivientes de la bomba atómica es de 85 años. En diez años solo unos pocos podrán dar testimonio como testigos directos. Espero que las nuevas generaciones encuentren formas de continuar con nuestros esfuerzos y desarrollar el movimiento", afirmó Tanaka.
Las criticas de Israel
El embajador de Israel en Japón criticó los comentarios del copresidente del grupo de supervivientes de Hiroshima, quien comparó la devastación atómica y la situación en Gaza. El embajador Gilad Cohen dijo que es "escandaloso y sin fundamentos" la comparación hecha por uno de sus dirigentes, Toshiyuki Mimaki. Mimaki había declarado que "en Gaza los padres toman en sus brazos a niños ensangrentados. Es como en Japón hace 80 años".
"Sin duda, nuestro movimiento ha tenido un papel importante en la creación del 'tabú nuclear'", aseveró Tanaka. "Quedan 12.000 ojivas nucleares en el mundo, 4.000 de las cuales están desplegadas y son operacionales, preparadas para ser lanzadas inmediatamente", advirtió.
Alerta nuclear "urgente"
En su discurso previo, el presidente del Comité Nobel noruego, Jorgen Watne Frydnes, advirtió de que el mundo ha entrado en una era nuclear "más inestable" y que la alerta "es más urgente que nunca", a la vez que lamentó que ninguna de las nueve potencias nucleares parezca estar "interesada" en el desarme nuclear y el control de armas. "No os resignasteis al victimismo, os definisteis como sobrevivientes. Rechazasteis quedaros sentados en silencio mientras las potencias nos llevaron a largos períodos de armamento nuclear. Os mantuvisteis de pie y compartisteis vuestro testimonio personal único con el mundo. Una luz en la noche más oscura, un camino adelante, nos dais esperanza", dijo a los "hibakusha".