La cantautora La Ferni pasó por los estudios de la 750 para hablar de su nuevo show que cierra el tríptico La Ferni y Amigues y sobre cómo vive el presente, en un país en donde los discursos de odio son moneda frecuente.

Este viernes 13 de diciembre a las 21 en el CAFF la artista estará cerrando la tercera peña del año. En este sentido, explicó que decidió que esta propuesta de folclore disidente se “federalizara” y no se quedara solamente en Capital Federal.

“Lo que ha sido interesante este año de trabajo es que hemos decidido también federalizar la propuesta de un folclore disidente, que llevamos a Santiago del Estero, Córdoba, Rosario, y hemos realizado una gira por el Gran Buenos Aires desde febrero hasta el mes pasado. Con Nahuel Quipildor fuimos a compartir nuestra propuesta, un folclore con perspectiva trava-feminista, esta relectura de los clásicos”, afirmó la cantora en la 750.

Asimismo, sostuvo que su propuesta, un “patio arcoiris”, surge de la necesidad de tener un espacio en lugares donde las disidencias muchas veces son violentadas y no se sienten incluídas.

“Fuimos al cumpleaños de la abuela Carabajal y fue la primera vez que se hizo un patio arcoiris. Llena la grilla de drag queens, travestis, tortas, maricas y mujeres. Entonces, ¿qué termina ocurriendo ahí? Terminamos la peña a las 4 de la mañana tomando unos vinitos, se acercan dos lesbianas de la banda y me agarran de la mano y me dicen: Gracias por hacer esta peña, no tenemos lugar acá nosotras para mostrarnos como somos y para hacer música folclórica. Todo esto confluye en estas experiencias. Cuando nos dicen, ¿por qué un patio arcoiris? Porque no tenemos lugar en otro lado. Nuestra propuesta no es solamente desde la letra, o usando lenguaje inclusivo, que no se confunda. Nosotros estamos hablando de un folclore amoroso”, remarcó.

"Ser disidente en un sentido más amplio es lo que en este momento me identifica"

Consultada acerca del momento que vive ella en particular y las disidencias en general ante un gobierno ultraderechista y ultraconservador como el de Javier Milei, La Ferni dijo atravesarlo “como se puede”, aunque siempre con el arte como estandarte para luchar y “encontrar un camino posible” ante la adversidad.

“Particularmente, en lo que hago como artista disidente, encontrando un camino posible. En lo cotidiano, encontrando estar bien, sobrellevando, en el encuentro, aportando y haciendo esta propuesta no solamente en los escenarios, sino también como cuando me invitaron a la entrega de una diplomatura de salud comunitaria en el barrio 21, cuando me invitan a una unidad básica, a un centro cultural. Encontrando en lo que hago una herramienta posible para acercarle un momento de bienestar, de placer, de alegría, emoción, a otros, otras y otres”, enfatizó.

Ser una disidencia a este Gobierno, a lo que se intenta sistematizar como plan del Estado e imponer el olvido, la heterosexualidad, imponer una forma egoísta e individualista de vivir. Ser disidente en un sentido más amplio es lo que finalmente en este momento me está identificando. Ser disidente no solamente porque soy una identidad trans no binaria, sino porque me acerco a los barrios populares, a las escuelas a cantarles en las jornadas ESI, porque me acerco a un festival en una fábrica, en las escalinatas del CONICET a defender a la ciencia”, insistió.

“Me da miedo que se estén legitimando, como está ocurriendo en estos momentos, estos discursos de odio. Porque linkeo todos esos discursos con acciones concretas que seguimos viviendo. No se puede sino entender de esta manera”, reflexionó.

“Tiene que ver también con cómo se han apropiado de las palabras. Nos han ganado la palabra libertad. Lo interesante es recuperar esas palabras, y más que recuperarla es decir que siempre fueron nuestras, no nos pueden invisibilizar, porque aunque este sistema heterosexual nos quiera eliminar, les nacemos en cualquier casa. Y, además, quien más que nosotros, nosotras y nosotres sabemos lo que significa la palabra libertad. Y cuando digo nosotres hablo también de la lucha de las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, los que luchan contra la megaminería, quienes tienen hijos, hijas e hijes con alguna discapacidad, con los adultos mayores que ya no tienen la medicación del PAMI”, dijo.

“Me parece que es un momento interesante para juntarnos en nuestras interseccionalidades y ponernos a discutir qué modelo, qué país queremos y proponer una propuesta superadora y que lleve la bandera de la empatía, de Memoria, Verdad y Justicia, la de la diversidad, no en un progresismo que no le sirve a nadie, vacío, careta, sino con acciones políticas concretas. Volver a hacer políticas prácticas que le cambien la vida a la gente y finalmente pueda hacerlos sentir que este país es disfrutable, vivible, y no una agonía como la que estamos viviendo”, concluyó.