Equipaje de mano 6 puntos
Carry On, Estados Unidos, 2024
Dirección: Jaume Collet-Serra
Guion: T. J. Fixman y Michael Green
Duración: 119 minutos
Intérpretes: Taron Egerton, Jason Bateman, Sofia Carson, Danielle Deadwyler, Tonatiuh, Theo Rossi, Logan Marshall-Green, Dean Norris.
Estreno en Netflix.
Claustrofobia: se podría decir que esa es la sensación que nuclea a casi toda la filmografía del cineasta catalán Jaume Collet-Serra. Buena parte de sus películas se caracterizan por crear escenarios en los que el agobio y el encierro definen la acción. Equipaje de mano, su trabajo más reciente, forma parte de ese universo, aun cuando su historia se desarrolla de manera íntegra en las diferentes locaciones que le proporciona un aeropuerto. Esto incluye los enormes halls, los pasillos interminables, una bodega laberíntica y la interminable red de pistas de aterrizaje. Pero entonces, ¿dónde están el encierro y la claustrofobia? Bueno, justamente esa es la especialidad del director.
Collet-Serra es capaz de convertir cualquier espacio en una habitación cerrada. A veces de forma evidente, como en las películas Non Stop: sin escalas (2014) y El pasajero (2018), donde Liam Neeson debe resolver problemas dentro de un avión en vuelo o en un tren en movimiento. Pero la misma premisa se cumple en Miedo profundo (2016), en la que una surfista acosada por un tiburón queda atrapada en una boya a solo 200 metros de la costa, cautiva a cielo abierto. Y hasta convirtió al tiempo en una prisión en Una noche para sobrevivir (2015), donde un exmafioso (Neeson otra vez) tiene hasta el amanecer para salvar la vida de su hijo al que sus excolegas quieren matar.
El catalán regresa a territorio familiar, esta vez para contar la historia de un policía aeroportuario que tiene la mala suerte de ser elegido por un terrorista para obligarlo a dejar pasar una valija. La misma contiene una bomba de novichok, el agente nervioso de origen ruso que se volvió famoso tras el ataque del que fue víctima en 2020 el político Alexei Navalny, opositor a Vladimir Putin. El villano utiliza un auricular para amenazar y guiar al protagonista, interpretado por el carismático británico Taron Egerton, quien es forzado a permanecer en la línea de control de equipaje para permitir que el arma letal pase sin problemas.
El mecanismo es similar al de las películas mencionadas. El terrorista (a cuyas motivaciones la película le da una lectura interesante y evita ciertos estereotipos) ocupa el lugar del tiburón en Miedo profundo. Es el condicionante que mantiene al protagonista clavado en la línea de control y luego dentro del aeropuerto. Collet-Serra se las arregla una vez más para crear un relato dinámico, visualmente atractivo, incorporando las interfases digitales a los recursos gráficos de la narración. Es cierto que en varios sentidos se trata de una propuesta cinematográfica atada a muchas convenciones, pero el director logra manejar bien los elementos para gestionar la tensión de la mejor manera.