El periodista de Página/12 Gustavo Veiga fue premiado este martes en Brasil. La distinción fue otorgada por el principal movimiento de derechos humanos del país vecino, en reconocimiento a un artículo que publicó en septiembre pasado referido al asado con el que el presidente Javier Milei agasajó en la Quinta de Olivos a los 87 diputados que blindaron el veto a la ley de movilidad jubilatoria.

El presidente del Movimiento de Justicia y Derechos Humanos de Brasil, Jair Krischke, le otorgó a Veiga el premio al Periodismo de Derechos Humanos 2024 en la categoría "Crónica", en un acto que tuvo lugar en el auditorio de la Orden de Abogados de Rio Grande do Sul (OAB). Se trata de una distinción que se entrega desde hace 41 años en forma ininterrumpida, y de la cual también participan la Asociación Brasileña de Reporteros Fotográficos y Cinematográficos (ARFOC) y la Regional Latinoamericana de la Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación (Rel-UITA), entre otras organizaciones.

“El asado y las sobras de los diputados” se llama el trabajo que Veiga publicó el 19 de septiembre en este diario luego de que Milei lograra consolidar el primer veto de su gestión con la ayuda de diputados aliados. Allí, el periodista analizó el brutal ajuste del Gobierno contra los jubilados a partir del banquete con el cual Milei convidó a los 87 “héroes” que obturaron, en la Cámara de Diputados, el exiguo aumento al haber previsional mínimo dispuesto por la ley de movilidad jubilatoria, que había sido aprobada en ambas Cámaras. 

Si el gran banquete presenta un dilema moral, es quiénes lo comieron y quiénes se quedan afuera de todo”, reflexiona el periodista en su artículo. “Los jubilados solo ven un bife en fotografías o en publicidades de carnicerías. Pero los 87 diputados premiados por el Presidente en una tertulia gastronómica pueden comprarse los cortes más caros: lomo, peceto y entraña. El problema más grave es que, esta vez, le hincaron el diente a la carne a cambio de arrebatarles un puñadito de billetes a nuestros abuelos y abuelas”, agrega.