“Sufro todos los días de mi vida por haberme inyectado silicona líquida, tomo pastillas para el dolor, estoy muy hinchada por los corticoides pero es lo único que me sostiene para vivir. Mi cuerpo ya no da más. Estoy muy sensible porque la semana pasada enterramos a una compañera, el sábado entró de urgencia a una clínica y falleció el domingo a la noche por las complicaciones de tener silicona en su cuerpo. Esas cosas nos pasan todo el tiempo a nosotras. Hay compañeras jóvenes que se siguen poniendo silicona y tenemos que lograr que tomen conciencia de que la silicona nos mata.”