La organización TECHO, en colaboración con Jóvenes por el Clima, presentó el informe sobre Resiliencia Climática en barrios populares de Argentina, que analiza cómo la crisis climática afecta a esos sectores, intensificando desigualdades y poniendo en riesgo la vida de millones de personas. En el país, más de 6.467 barrios populares, donde residen alrededor de 5 millones de personas, enfrentan cotidianamente riesgos ambientales como inundaciones, basurales a cielo abierto y cursos de agua contaminados.

Gracias al estudio, se pudo identificar y georreferenciar el impacto ambiental en estos territorios y además se supo que el 70 por ciento de los barrios populares están expuestos a riesgos extremos, agravados por la falta de infraestructura adecuada.

Entre los principales factores de este panorama desalentador, se destaca un acceso desigual a servicios, puesto que el 99 por ciento de los barrios carece de acceso formal a gas natural y el 91por ciento no cuenta con agua corriente, mientras que el 97 por ciento no accede formalmente al servicio de red cloacal.

Otro factor no menor sobre el que hace hincapié el estudio es que la precariedad de las viviendas y la falta de planificación urbanística incrementan su vulnerabilidad ante eventos climáticos extremos. En 2023, las temperaturas fueron hasta 7 °C superiores al promedio histórico, impactando directamente en estas poblaciones.

“Este informe no solo busca visibilizar la realidad de quienes enfrentan las mayores consecuencias del cambio climático, sino también trazar caminos hacia soluciones sostenibles que promuevan justicia social y ambiental”, expresó María Lucía Groos, Directora del Centro de Investigación e Innovación Social de TECHO.

A través de casos de estudio y datos clave de tres comunidades: Barrio La Ciénaga, de Salta, (impactado por inundaciones y contaminación debido a la proximidad al río Arias); Barrio Río Luján, de Buenos Aires, (deteriorado por inundaciones recurrentes); y Barrio Punta Taitalo, de Corrientes, (con vulnerabilidad extrema por falta de infraestructura básica y exposición al río Paraná;  se explora cómo la falta de infraestructura adecuada y los riesgos ambientales profundizan las desigualdades existentes.

"La desigualdad climática profundiza la marginalidad y la pobreza en los barrios populares. Un modelo de desarrollo que combine estabilidad económica e inclusión social es imprescindible para cambiar esta realidad", sostuvo Juan Maquieyra, Director Ejecutivo de TECHO ARGENTINA. 

Y remarcó la importancia de la intervención de un Estado presente: "Es importante que el Estado siga invirtiendo en obras de integración. La Ley de Integración Sociourbana demuestra cómo las políticas públicas pueden transformar realidades y trascender gestiones, pero su continuidad depende de garantizar el financiamiento necesario"

"Además, es momento de que el Estado, la sociedad civil y el sector privado trabajen juntos para construir ciudades más justas e inclusivas, donde la pobreza y la desigualdad dejen de ser una condena", concluyó Maquieyra.