Los concejales opositores de San Miguel denuncian un impuestazo a nivel local, que según el rubro va del 101 al 270 por ciento, decretado unilateralmente por el intendente Jaime Méndez, ya que su mayoría legislativa le permitió votar una excepción que lo autoriza para ello.
El grueso de los ítems sufrieron aumentos por encima de la inflación, como es el caso del uso del espacio público por parte de los bares y restaurantes y las habilitaciones de comercios y obras, entre otras, que tendría un severo impacto sobre la actividad económica local.
El Concejo Deliberante de San Miguel tiene veinticuatro integrantes. Quince de ellos son oficialistas: los trece electos por las distintas líneas de Juntos por el Cambio y los dos La Laibertad Avanza: Carlos Romo, padre del diputado provincial Agustín Romo, y Noelia Oaxley, que cada tanto muestra algún grado de disidencia.
Los nueve restantes, que no votaron la excepción que resigna facultades legislativas en beneficio del alcalde, son de Unión por la Patria. El vicepresidente segundo de ese cuerpo en representación del peronismo local es el también el presidente del PJ local y congresal nacional, Juan José Castro.
Castro sostuvo en diálogo con Buenos Aires/12 que existen varias irregularidades administrativas alrededor de las decisiones que rodearon a la sanción de la ordenanza presupuestaria y tarifaria, en particular las que le otorgaron facultades extraordinarias al jefe comunal.
En la sesión anterior, a la que asistieron y también expusieron algunos grandes contribuyentes, Castro, en representación de su bloque, cuestionó la confección de esa lista, que sólo incluía amigos del gobierno.
“Hay otros grandes contribuyentes, que también son vecinos de San Miguel, que también pagan impuestos y no suelen ser convocados para expresarse”, resumió Castro en aquella ocasión.
Méndez, delfín político de Joaquín De La Torre, con quien tuvo diferencias en 2023 por la política de alianzas provincial y nacional, entre otras cosas, les niega a los ediles opositores la clave Rafam, un clásico del PRO que ya se vio en varios distritos controlados por esa fuerza política.
El Rafam es el sistema informático que permite controlar en tiempo real los ingresos y egresos de cada uno de los 135 municipios y la entrega de la clave, como política de transparencia, es una obligación establecida por ley provincial. “Sin embargo, Méndez no la entrega, como no la entregaba tampoco De La Torre cuando era intendente”, cuenta Castro.
El concejal también cuestiona la seriedad de los números presentados como Presupuesto 2025. “Sólo refleja los ingresos por coparticipación, pero nosotros sabemos que eso es el 56 por ciento y el 44 restante son recursos propios”, afirma.
La tesis de Castro es que, en línea con lo que intentan hacer sus aliados del Gobierno nacional, que demoran o entorpecen la sanción del Presupuesto, esa omisión le permitirá manejar de modo discrecional una parte muy importante de los recursos. Algo que, en vísperas de un a;o electoral, genera aún más suspicacias.
El alineamiento automático de Romo padre con Méndez, basado en la expectativa de que su hijo Agustín sea ungido por todo el espacio como candidato a intendente en 2027, generó la ruptura con su compañera de bloque.
Más allá que las rupturas en los bloques libertarios son habituales, esta fue llamativa porque ocurrió en sesión. Oaxley le reclamó a Romo por hacer acuerdos a sus espaldas en las reuniones de labor parlamentaria y, a la vez, lo hizo responsable de cualquier cosa que pudiera ocurrirle.
Como consecuencia de esa ruptura, Oaxley evalúa confeccionar y presenta una lista "libertaria pura", algo que en el contexto de conflicto creciente entre Macri y Milei podría ser bien visto en la Casa Rosada.
Méndez, que va por su tercer mandato, se inició a la vida pública como funcionario de De La Torre, a quien conoce desde siempre, del club Regatas de Bella Vista.
Las críticas de la oposición sostienen que su gestión concentra las obras y recursos en el centro y los barrios más pudientes, que son su base electoral, y relegan al resto de los sanmiguelenses. "Hay vecinos de primera y de segunda categoría", resumió recientemente otro concejal del peronismo, Santiago Fidanza.
Otro de los motivos por los que su bloque no votó el presupuesto fue que se reduce la partida correspondiente a salud de 30 a 28 por ciento. "Esto es especialmente grave, porque en nuestro distrito no hay hospitales provinciales, es todo municipal", advirtió.