Maximiliano Abad quedó solo. El, todavía, presidente del Comité Provincia, fue el único senador nacional del radicalismo que votó en contra de la expulsión de Edgardo Kueider, el senador entrerriano que fue detenido en Paraguay con más de 200 mil dólares en su poder y que está siendo investigado por contrabando y enriquecimiento ilícito.
Luego de justificar su decisión con un tecnicismo, dejó en claro que una de las consecuencias de eyectar a Kueider es “regalarle” una banca al kirchnerismo. Es decir que, en la enumeración de las causas que motivaron su decisión, para Abad tuvo relevancia la necesidad de impedir que el peronismo pueda recuperar un senador que responda a sus lineamientos y no a los del presidente Javier Milei.
El marplatense fue el único de los doce radicales del recinto que optó por rechazar la iniciativa impulsada por el interbloque de Unión por la Patria y que fue presentada por el formoseño José Mayans. Pero no es la primera vez que Abad abraza a La Libertad Avanza. En marzo, alzó su mano en contra de la derogación del DNU 70/2023 y en junio dio una muestra de beatificación que le valió varias críticas de sus correligionarios: se abstuvo respecto a la Ley Bases que se sancionó luego del desempate a cargo de la vicepresidenta, Victoria Villarruel.
Las críticas
“Se puede decir que la Ley Bases salió por el voto de Kueider o por el de Abad, ¿no?”, señala un dirigente provincial de Evolución a este medio.
Define como “inentendible” la decisión del senador nacional. Pero, en el devenir de la charla, advierte que Abad “tiene una decisión muy fuerte de hacerle los deberes al Gobierno nacional”. “Encima, me parece, se comió la curva del gobierno que terminó girando el voto de sus legisladores, porque, en la discusión previa, la postura de él era que había que votar con el gobierno”, detalla.
La fuerza que lidera Martín Lousteau se encuentra en plena disputa con el abadismo por la conducción de la UCR provincial tras una elección interna que carece de resolución definitiva por parte de la Justicia.
Por ende, Miguel Fernández, presunto vencedor de la contienda del 6 de octubre, aún no pudo asumir oficialmente. El hombre elegido por, entre otros, el propio Abad, Daniel Salvador y Gustavo Posse, se enfrentó a Pablo Domenichini y, según la Junta Electoral del Comité Provincia, el ex intendente de Trenque Lauquen ganó.
Esta decisión fue rechazada por la oposición y llevada a la Justicia Electoral Federal, donde Alejo Ramos Padilla validó el triunfo de Fernández. Pero la oposición apeló y aún no hubo respuesta, a pesar de que el 28 de febrero Abad debería entregar la conducción del Comité Provincia.
En este marco, el diputado nacional bonaerense que responde a Facundo Manes, Pablo Juliano se expresó en su red X, y también habló con Buenos Aires/12. “¿Cómo mirás para el costado cuando a un ciudadano que es senador lo agarran in fraganti cruzando la frontera con 200 mil dólares junto a su secretaria y, ahora, con una jueza federal argentina pidiendo su detención?”, pregunta.
A su juicio, el argumento de Abad “está disociado de la realidad”. Sucede que el titular de la UCR Provincia dijo que el Senado de la Nación debería haber suspendido y desaforado a Kueider y, luego de que la Justicia defina si cometió un delito o no, proceder o no con su expulsión.
Ante esta premisa, Juliano pone sobre la mesa la Constitución Nacional. En su artículo 66, la carta magna determina que cualquiera de las cámaras podrá “corregir a cualquiera de sus miembros por desorden de conducta en el ejercicio de sus funciones, o removerlo por inhabilidad física o moral” con dos tercios de los votos.
Y en el 69 profundiza: “Ningún senador o diputado, desde el día de su elección hasta el de su cese, puede ser arrestado; excepto el caso de ser sorprendido in fraganti en la ejecución de algún crimen”.
“¿Cuántos ciudadanos argentinos pueden llegar a ver 200 mil dólares en su vida?”, vuelve a lanzar Juliano. En este sentido, y bajo el justificativo constitucional, condena la argumentación de Abad y sostiene que “el cuerpo resolvió perfectamente lo de Kueider por no reúne las condiciones mínimas de moralidad” para integrar el Senado.
A su vez, sostiene que la senaduría de Abad también representa al radicalismo bonaerense. Ante esto, remarca que lo hecho por el marplatense es "obsceno" y que "no representa el sentir de todos los radicales de la provincia".
Un radicalismo con peluca
Meses atrás nació un subgrupo de radicales en el Congreso de la Nación. Tras acompañar el veto presidencial al aumento de las jubilaciones, los diputados nacionales de la UCR Mariano Campero, José Luis Picat, Martín Arjol, Federico Tournier y Pablo Cervi, asistieron al festejo organizado por Milei en la Quinta de Olivos y fueron tratados como “héroes”. Nacieron, así, los “radicales con peluca”.
Una de las principales voces que condenaron este acto fue la de Lousteau, titular del Comité Nacional y compañero de bancada de Abad. Para el ex ministro de Economía, La Libertad Avanza es un límite con el que no presenta casi ninguna coincidencia. Fue el único senador nacional del partido centenario que votó en contra de la Ley Bases en la histórica votación de junio, momento en el que se lo atacó por la soledad en su decisión.
Este jueves fue Abad el que tuvo su foto en solitario. No por tener diferencias con una ley, sino por considerar que lo hecho por Kueider no era lo suficientemente inmoral para quedar afuera del cuerpo. Ni siquiera los seis senadores de La Libertad Avanza votaron en contra de la expulsión, en un inesperado movimiento táctico de último momento ante los más de 60 votos afirmativos que logró reunir la oposición a Milei.
¿Por qué Abad hizo lo que hizo? Como se mencionó, algunos consideran que comulga con la ideología del Gobierno nacional. Pero, también, su línea de argumentos tenía un dato y es que la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, quien pidió el desafuero y la detención de Kueider, no necesitaba la expulsión del entrerriano para avanzar con la investigación. Además, señaló que el Senado no puede convertirse en juez y “está jugando para la tribuna” quitándole su banca.
Desde el abadismo provincial eligieron el silencio ante las consultas de este medio. Pero Juliano dejó en claro que lo de Kueider “es como los bolsos de López”. “Estamos hablando de un tipo detenido en otro país, que quiso meter dólares, diciendo ahora que la mochila no es de él o no se qué”, comienza explicando. Y dice: “Acá el límite es moral, es darle un mensaje a la sociedad de lo que no puede pasar y no puede haber en el Congreso”.
Respecto a la posibilidad de que el Senado se vuelva un espacio donde se decide quien es culpable o no, Juliano descarta la idea y pone como ejemplo lo sucedido durante la misma sesión con el rechazo al pedido de suspensión a Oscar Parrilli de Unión por la Patria por su procesamiento en la causa Memorándum.
En este sentido, resalta que “se terminaron algunas caretas”. “¿Qué es eso de la lepra política de que no se vota con el kirchnerismo?”, señala. “Hablan de sus odios, de sus cagazos o de su impotencia, porque juegan a eso de quien interpreta a la sociedad cuando lo que hay que ver son los temas”, subraya.
Así, también marca distancia sobre el inhóspito cuarto objetivo que, según Abad, se cumplía con la suspensión y el desafuero. “No le regalábamos una banca al kirchnerismo”, dijo en su tuit. El verbo inclusivo genera la duda respecto si la referencia es a su lugar como antikirchnerista o antiperonista, o resulta que ya comulga en un colectivo del Gobierno nacional.
Este último eje parte de un silogismo que el propio Mayans resaltó durante la sesión. “Armaron un bloque para vender su voto”, acusó el formoseño respecto a Unidad Federal, compuesto por Kueider, el correntino Camau Espínola y la cordobesa Alejandra Vigo. Por ende, y anclado al comportamiento de Kueider en el recinto junto con las reuniones en Casa Rosada, muchos lo catalogaron como un legislador libertario o que responde a los designios del Presidente.
Así, la premisa de Abad abre un abanico de incertidumbre. Además, según lo expuesto en la sesión, no habría regalo alguno porque Kueider asumió en 2019 con la boleta del Frente de Todos, por lo que la parábola de legitimidad le da la razón a UxP.
Este año Kueider debía renovar. En 2023, junto a Espínola y tres senadores más, se apartaron de las filas del peronismo. Y, desde febrero, tejieron las relaciones con el Ejecutivo nacional y el entrerriano se quedó con la presidencia de la comisión de mayor relevancia en la cámara alta: Asuntos Constitucionales y Acuerdos, o ACA.
No contentos con este mimo, también se impulsó al entrerriano dolarizado para presidir la Comisión Bicameral de Inteligencia, en pleno proceso de disputa por los fondos de la ex AFI. La iniciativa terminó bloqueada y Lousteau quedó al frente de la bicameral.
Objetivo Mar del Plata
Nacido en Ranchos, Abad creció en Santa Clara del Mar pero se considera marplatense por adopción. . Con una historia de militancia universitaria, fue parte de las columnas de estudiantes de Franja Morada que marcharon en el mítico No al ALCA que lideró el ex presidente Néstor Kirchner en 2005. Hoy, apostó al DNU 70/2023 que desreguló fuertemente la economía y le corrió el cuerpo al ataque a la Ley Bases.
No se definió libertario, como tampoco lo hizo Guillermo Montenegro, intendente del partido de General Pueyrredón. Aunque el mandamás del PRO está en pleno proceso de recrudecimiento de su discurso y fomenta acciones propias de La Libertad Avanza. Ataca a los movimientos sociales, persigue y encarcela a las personas en situación de calle tratándolas de delincuentes, milita la represión policial y recorta financiamiento al desarrollo cultural, entre otras medidas propias de cualquier anarcocapitalista.
Correligionarios y peronistas que ven en Abad más un oportunista que un ajedrecista, consideran que el senador no quiere perder terreno identitario en su terruño. Su esposa, Marina Sánchez Herrero, es la presidenta del Concejo Deliberante marplatense. A su vez, según los contendientes de Abad en la provincia, es su principal candidata a ocupar uno de los sillones vacantes en la Suprema Corte de la provincia de Buenos Aires.
Tampoco, quienes detentan contra su liderazgo, olvidan que fue gestor del acuerdo con Patricia Bullrich e integrar su lista. Luego, la ministra de Seguridad dio el salto a LLA, como muchos legisladores del PRO en la Legislatura provincial.