Estudiantes y Argentinos despidieron el año en La Plata con un 2 a 2 entretenídismo, sobre todo por unos 15 minutos finales de interminable ida y vuelta. Irónicamente, el empate fue el resultado que ninguno buscó.
El Pincha, clasificado a la Libertadores desde hace rato, no tenía nada que perder por lo que salió a darle una alegría a su gente luego de un flojo semestre y, sobre todo, a dos hijos de la casa, Federico Fernández y Pablo Piatti, quienes se retiraban del fútbol a sus 35 años.
Del otro lado, el Bicho necesitaba ganar para meterse en la próxima Copa Sudamericana, una misión un tanto difícil ya que el elenco de La Paternal llegaba con una racha de 15 partidos sin ganar como visitante (¡13 caídas en ese lapso!) y no festejaba fuera de casa desde principios de abril. En consecuencia, también quemó las naves desde el inicio.
Los goles llevaron la firma de Ascacíbar, primero en contra y luego al capturar un rebote con un lindo zurdazo, Jonathan Galván en posición de nueve y Tiago Palacios. Lo del uruguayo fue una pinturita: recibió entre dos, giró, se bancó un patadón y en la puerta del área sacó un zurdazo rasante a colocar en el palo más lejano del Ruso Rodríguez.
Aunque se fueron con sabores distintos, aplausos para los dos.