El presidente Javier Milei se reunió en Roma con la primera ministra de Italia, la ultraderechista Giorgia Meloni, quien le entregó la ciudadanía de ese país a él y a su hermana, Karina Milei. El mandatario mantuvo ayer la sexta reunión desde que asumió como jefe de Estado con su par europea.  Más temprano, el Presidente se reunió con empresarios y recibió el Premio Internacional Milton Friedman, que recuerda a uno de los más férreos impulsores del neoliberalismo. 

Milei fue recibido por Meloni en el palacio Chigi-Odescalchi, sede de la Presidencia del Consejo de Ministros de Italia, donde recibió la ciudadanía (pese a no haber realizado los trámites) debido a que su abuelo llegó a la Argentina en la década de 1920 desde Calabria. Luego, durante su discurso por el premio que le dio el Instituto Milton Friedman, Milei se autodenominó un “capitalista anarquista” y aseguró que Argentina pasó “de ser un país casi impresentable al mundo a estar más o menos a mitad de camino, aunque aún faltan 3.500 reformas”. 

"Desprecio al Estado y estoy dentro del Estado para romperlo, destruirlo y reducirlo", afirmó como tantas otras veces y prometió transformar a la Argentina “en uno de los países más libres del mundo, siguiendo el ejemplo de Irlanda, que en 30 años se convirtió en uno de los países más ricos del mundo, con un PIB per cápita un 50% mayor al de Estados Unidos”.

Luego, Milei concedió una entrevista al medio británico The Spectator y otra vez demostró su desprecio: “No me relajo nunca, disfruto mi trabajo de cortar el gasto público. Amo la motosierra, disfruto ver los tuits de (Federico) Sturzenegger”, afirmó el Presidente y añadió: “Experimento placer recortando el gasto público, sacando al Estado del medio, porque siento que le devuelvo la libertad a la gente. Opero como si fuera un topo dentro del Estado”.

 Al ser consultado por la disputa por las Islas Malvinas, dijo que "existen fundamentos para sostener que las Malvinas son argentinas"  y agregó que buscará "por la vía diplomática tratar de recuperarlas".