La semana que pasó, el peronismo dejó dos postales importantes: la primera fue el lunes, durante un encuentro que se hizo en Moreno al que asistieron Cristina Fernández de Kirchner, Axel Kicillof, Sergio Massa y el titular del PJ bonaerense, Máximo Kirchner. La segunda fue el miércoles, en la UMET, cuando CFK asumió la conducción del PJ. Una normalización formal del peronismo que llega cuando Javier Milei cumple su primer año en el gobierno. Por ahora en el principal partido de la oposición reinan las rispideces y las discusiones que tardan en resolverse. En rigor, hay tiempo para acomodar la estrategia electoral para el 2025, pero tampoco se puede dilapidar.

Uno de los debates que hoy tienen en agenda gira en torno a qué pasará con las elecciones del año que viene en la Provincia de Buenos Aires: mientras que desde la gobernación bonaerense --y varias intendencias-- piensan que es una buena idea desdoblar los comicios, es decir, que las elecciones sean separadas de las nacionales, desde La Cámpora y el massismo creen que esa es una pésima idea y argumentan que, además, no es posible hacerlo por cuestiones legales. Hasta el momento, lo cierto es que, más allá del ruido mediático, todavía no hay mesas chicas de discusión para ver cuál será la estrategia electoral de cara al año que comienza.

Durante su discurso de asunción como presidenta del PJ, CFK decidió volver a confrontar de lleno con Javier Milei. Lo tildó de infantil, de vivir "en Disney", de dar datos falsos y de incumplir promesas. Sin embargo, allí también solapó críticas internas a quienes, para ella, son "peronistas tardíos", y para los que "nunca habían sido peronistas y ahora vienen a explicar". La expresidenta opinó que es un error que solo haya "militantes electorales" y consideró que el peronismo debe retomar la militancia política. No faltó quienes interpretaron que esos mensajes fueron teledirigidos a Kicillof, el gran ausente de la jornada.

Según dijeron desde el entorno del gobernador bonaersen, nadie se esforzó demasiado por invitarlo. Los dardos por ese tema no tardaron en llegar. Teresa García opinó al día siguiente del acto que "Axel tendría que haber acompañado a Cristina", a lo que Andrés "Cuervo" Larroque respondió en declaraciones televisivas que "no puede haber convocatorias a las patadas, emboscadas o chiquilinadas". El ministro sugirió "tomar dimensión de lo que significa Axel", dijo que quienes lo intentan devaular "trabajan para el enemigo" y disparó: "Axel ha participado de un montón de instancias donde no lo han cuidado". Cerca de CFK, en principio, habían dicho que no lo invitaban porque no era consejero ni presidente de ningún PJ provincial, luego, sin embargo, se arrepintieron y mandaron a José Mayans para que lo llame y le haga la invitación formal. No funcionó. 

Tampoco estuvieron allí Gildo Insfrán, gobernador de Formosa; Ricardo Quintela, de La Rioja, ni Sergio Ziliotto, de La Pampa. Los otros dos gobernadores peronistas, Osvaldo Jaldo, de Tucumán y Raúl Jalil, de Catamarca, ni aparecieron porque son aliados --ya confesos-- de la Casa Rosada. 

¿Concurrente o desdoblada?

Más allá de las idas y vueltas y de las presencias y ausencias en los actos partidarios, arriba del tapete está la discusión sobre qué hará la provincia de Buenos Aires con las elecciones del año que viene. Cristina opina que en los próximos comicios deben llevarse a cabo el mismo día que las nacionales --que serán con Boleta Única de Papel--, pero con el sistema sábana en las categorías provinciales. Massa concuerda: cree que tienen que ser el mismo día con sistemas distintos. "El desdoblamiento es un suicidio político", dicen desde el entorno del tigrense. 

Además, según el massismo, para que el gobernador pueda avanzar con la idea de desdoblar, debería modificar primero el artículo 2 de la ley provincial 14.086, que dice: "Cuando el Poder Ejecutivo Nacional convoque a elecciones primarias nacionales, para Presidente y Vice y/o Parlamentarios del MERCOSUR y/o Diputados Nacionales y/o Convencionales Constituyentes, la fecha de realización de las elecciones Primarias obligatorias y simultáneas provinciales, se realizarán el mismo día".

Para el massismo lo primero que hay que hacer es eliminar las PASO. Para eso, si la eliminación de las PASO nacionales no se trata en el Congreso, el gobernador primero tendrá que llegar a un acuerdo en la Legislatura --es decir con quienes responden a Massa y con quienes responden a La Cámpora-- para hacerlo. Algo que, en el estado de conflicto actual, parece complejo. Lo segundo que dicen desde el entorno de Massa es que Kicillof no puede desdoblar porque la provincia de Buenos Aires "no tiene ley de financiamiento". 

Para algunos sectores del peronismo la elección del año que viene es compleja. Por ahora a Milei no le va mal en las encuestas, y analizan que la unidad recupera importancia estratégica. Otros miran la vereda de enfrente y aspiran a que la tensión entre LLA y el PRO los separe, tanto en CABA como en la provincia de Buenos Aires.

Los intendentes que quieren desdoblar las elecciones, en tanto, opinan que en sus distritos ganarían sin problemas, pero que si están enganchados a las nacionales eso los tiraría para abajo y no sacarían lo que en verdad miden. Dicen que los jefes locales que quieren la elección concurrente es porque miden menos que, por ejemplo, CFK, y ella los tiraría para arriba. También argumentan que es necesario que Kicillof tenga más legisladores propios porque en ninguna otra provincia ocurre que el gobernador tenga tan pocos que le respondan. Por último, agregan que la experiencia de elecciones concurrentes en las categorías menores es que vota el 30 por ciento menos. Desde ese sector que acompaña a Kicillof sostienen que "ya no se puede tapar lo que está roto", y anticipan que "el proceso electoral será definitivo y distinto porque el método de siempre se terminó".

Del otro lado sostienen que Kicillof "va a lograr liderazgo si le gana a Milei, no peleándose con el resto del peronismo", y opinan que "querer resolver un conflicto político mediante una discusión como la de desdoblar la elección es una pelotudez". Los más optimistas creen que, tarde o temprano, esas diferencias se van a resolver porque "la unidad siempre es el fin".