Que el 2024 de San Lorenzo fue un desastre no es ninguna novedad. La derrota de cierre de año ante Tigre como local le puso el último -e innecesario- signo de admiración a su temporada. Muchos hinchas explotaron tras el final del partido insultando a los dirigentes mientras que tantos otros lo hicieron en la previa, logrando suspender la asamblea de aprobación de presupuesto. En cuanto al durante, los tremendos silbidos dedicados a Gastón Campi cuando le tocó entrar o al equipo completo cuando le tocó salir reflejaron el hartazgo de una hinchada golpeada por los malos resultados y las pálidas institucionales, como las supuestas ventas exprés de un par de juveniles a Defensa y Justicia, por cifras irrisorias y para afrontar salarios atrasados del plantel.
Pero, ¿qué tan malo pudo haber sido el año de un equipo que hace algunos meses le jugaba de igual a igual a Atlético Mineiro -a la postre subcampeón continental- en la Libertadores? La respuesta sorprende, y no por lo bueno. Vayan aquí algunos "hitos" que marcó este Ciclón 2024.
Este San Lorenzo tiene el peor porcentaje de efectividad (puntos obtenidos de puntos posibles) en sus 109 años de historia en la Primera División del fútbol argentino. Sí, ¡el peor! Fueron 52 partidos en el año calendario entre Liga, Copa de la Liga, Copa Argentina y Libertadores, con 14 triunfos, 18 empates y 20 derrotas. Es decir, obtuvo un 38,5% de los puntos en juego. Empata en el fondo de la tabla histórica azulgrana con la cosecha del 2011, una que seis meses después lo tendría jugando la Promoción contra Instituto de Córdoba. Ni siquiera el equipo que descendió en 1981 (43,7% cuando los triunfos valían dos puntos) estuvo tan mal en ese rubro.
Como si fuera poco, el Ciclón 2024 tiene el segundo peor promedio de gol de su historia. Gritar un gol para sus hinchas este año fue una verdadera hazaña. El equipo marcó 41 en 52 encuentros (21 de estos partidos terminaron en cero) para un 0,79 promedio de gol por partido. Para encontrar la marca más baja de la historia del club hay que irse hasta 1916, segundo año de la institución en la máxima categoría. Aquellos pioneros, con nombres históricos como los de Federico Monti y Jacobo Urso, sumaron 16 festejos en 23 encuentros (0,69) ese año entre el campeonato y dos copas nacionales, aunque con mejores resultados. Siguiendo estos dos registros aparecen el 0,87 de 2011 (34 en 39), el 0,88 de 2019 (35 en 40) y el 0,89 de 2023 (50 en 56). Todo muy reciente.
Y la pesadilla estadística del elenco de Boedo no termina ahí. En este 2024, San Lorenzo ganó el 26,9% de sus partidos (14 de 52), nada menos que el tercer peor registro anual en Primera, más bajo incluso que el 27% de 1981 (13 de 48). Al fondo aparecen las campañas de 1962 (25% con 7 triunfos en 28 encuentros) y 1955 (26,7% con 8 en 30).
A modo de cierre, vaya una racha que excede lo anual e involucra los últimos campeonatos locales del equipo, las Ligas 2023 y 2024 y las Copas de la Liga de esos años. En ninguno de estos cuatro torneos llegó al promedio de un gol por partido, y eso que en la Liga 2023 fue tercero: sumó 0,85 en ese campeonato; 0,79 en la Copa 2023; 0,71 en la Copa 2024 y 0,74 en esta Liga. Fueron en total 64 gritos en 82 partidos en esos torneos.... No hace falta ser un especialista del scouting para saber qué le está faltando a San Lorenzo, y desde hace rato.