Franco Gollo nació y se crió en Mercedes. Hijo de un gasista y una maestra de Educación Especial, asegura que construyó todo a “base de esfuerzo”. Pero no centra su discurso en eso, sino en la “fuerza de la unión de las personas y el trabajo en equipo”. Especialista en ese tipo de experiencias colectivas, acaba de ser premiado por segunda vez en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), ubicado en el tope de los ranking mundiales en materia de educación e investigación.
Su currículum dice “Licenciado en Marketing y Coach ontológico". Tiene un master de la Universidad Di Tella y cuanta con dos posgrado en el MIT: uno de Transformación Digital y otro de Alta Dirección de Transformación Digital, pero él prefiere la definición que le dio su papá. “Si algo me llevé de Mercedes a todos lados, fue una enseñanza que me dejó mi viejo y es que yo soy un solucionador”, señala y destaca la importancia del trabajo colectivo en esa tarea.
El autodiagnóstico ambiental
El primer premio que recibió en el MIT, fue en 2023. Gracias al desarrollo de una app que permite a cualquier empresa, institución educativa u organización en el mundo, realizar un autodiagnóstico ambiental, a través de un check list, utilizando la cámara del Smartphone y la Inteligencia Artificial.
La app evalúa aspectos claves como el consumo y conservación del agua, eficiencia energética y gestión de residuos, ofreciendo recomendaciones personalizadas para mejorar su eficiencia ambiental; la empresa tiene un tiempo para completar las recomendaciones. si logra finalizarlas, se le otorgaba el distintivo EER (Empresa Económica Responsable).
Este proyecto fue desarrollado para la fundación "Salvemos el Agua" de México. Su característica principal, es que, mediante esta tecnología, los estudios ya no deben ser presenciales. Lo puede hacer cada organización de forma autónoma, lo que mejora su eficiencia y su alcance.
Al respecto, Gollo dice que lo que más lo entusiasma "es pensar el alcance impresionante que tiene, y saber que eso impactara con beneficios claros en el medio ambiente, afianzado en la responsabilidad empresarial y gubernamental”.
Match con emprendedores
El segundo reconocimiento llegó en 2024, con el lanzamiento de la Startup “Capital Linker”, el proyecto que lideró junto a cinco estudiantes del MIT de diferentes países. La idea de esta empresa tecnológica es la construcción de una red social que permita conectar a emprendedores, inversores, profesionales y proveedores, mediante un algoritmo avanzado, de recomendación y emparejamiento.
“Lo que creamos fue un ecosistema, donde generamos un espacio de encuentro y oportunidades laborales en el que se puede “matchear” a los emprendedores con los inversores, con los profesionales y con los proveedores”, explica.
Y ejemplifica: “Alguien sube a esta esta red social, que tiene una profesión x y que además, como emprendedor tiene un negocio familiar de venta de libros y que necesita un inversor. Entonces, vos pones eso en tu red, y del otro lado, hay gente que quiere invertir en la industria de los libros. Entonces, a esa persona le vas a salir como recomendación. Si le interesa tu proyecto, te manda la solicitud. Y si te copa, se produce el match. Ese match lo que hace es que pasen a una sala privada para que ustedes charlen. O sea, nosotros no nos metemos en el negocio, sólo somos una herramienta de conexión”.
Sobre la plataforma, que podrá descargase en cualquier dispositivo, asegura “ofrecer análisis en tiempo real y métricas claves para los usuarios” está programada para salir en junio de 2025 y su estreno será en Argentina y Chile. “Fue un proyecto que lideré, y es un mercado que conozco, así que mi idea es que se lance primero en mi país”, adelantó.
Luego del reconocimiento, Franco volvió al país a instalarse en su patria chica mercedina. “Hay algo que suena a lugar común pero que es real: que en el mundo no existe la capacidad de trabajo y de solidaridad del argentino", dice respecto a algo que pudo comprobar en su tiempo alejado del país.
De Mercedes al mundo
Entre las cosas que más disfruta estan en el país, a Gollo le gusta dar charla en las escuelas públicas. “No lo hago para contar mi historia, sino para escuchar los sueños de los chicos, e impulsarlos a que vayan tras ellos. Nunca fui un buen alumno. No era bueno estudiando, pero siempre creí en la fuerza de la interacción de las personas”, dice el hombre que viene de liderar grupos en todo el mundo, buscando resolver conflictos globales como la falta de trabajo y el cuidado ambiental.
A sus 42 años tiene una historia que lo llevó a destacarse en la máxima casa de altos estudios mundial, pero también buscar su camino en la India y volver a su ciudad natal e ir a dar charlas a las escuelas.
Antes de transformarse en un referente de innovación global, Gollo había pasado la infancia en Mercedes. Él la define como “feliz y rodeado de amigos, en la tranquilidad de pueblo”. Pero entrando en la adolescencia, su papá enfermo de cáncer y ahí “todo cambio y no hubo otra que crecer de golpe”, recuerda.
"Creo que ese episodio sirvió para centrarme en lo vincular", piensa, años más tarde. "Fue la primera lección que me dio la vida que no había otra forma de salir adelante que trabajando todos juntos”, asegura.
Cuando empezó sus estudios universitarios en la carrera de Marketing, Franco trabajaba en un banco y ya era padre. Debía viajar diariamente de Mercedes a la Ciudad de Buenos Aires. Aunque la carrera tenía una duración de cinco años, él tardó siete y medio en completarla, debido a las dificultades de equilibrar su vida laboral, familiar y estudiantil.
Tras graduarse, incursionó en el marketing musical, en los géneros de jazz y rock. “Eran desafíos hermosos pero que no me daban tanto dinero”, dice. Luego de algunos emprendimientos fracasados encaró una etapa que él define como "de introspección". “Me daba cuenta que para lograr mejores vínculos tenía que primero encontrarme a mí mismo. Entonces decidí viajar a la India para participar en un retiro de meditación Vipassana en los Himalayas, donde creo me permitió comprender la importancia de la conexión humana y el trabajo en equipo”, revela.
“Eso fue otro momento bisagra. Sabía que de ahí en adelante mi pilar seria la interdependencia de equipos como pilar del liderazgo”, relata respecto de la experiencia que lo llevó en 2019 a cursar un MBA (Master of Business Administration) en la Universidad Torcuato Di Tella. A pesar de las dificultades financieras, logró graduarse y se enfocó en el trabajo en torno al armado de equipos.
Sin formación técnica, pero acentuado en lo que define como “su enfoque en el liderazgo colaborativo”, se postuló en el MIT y lo aceptaron. Durante su tiempo en la allí cuenta que pudo destacar en su capacidad de liderazgo en la búsqueda de “soluciones innovadoras ante desafíos complejos”.
Premiado en una de las universidades más prestigiosas del mundo, asegura que todavía se sienta “el chico que trataba de encontrarle a toda una solución". "Eso que vi de mi mamá en la escuela con sus chicos o de mi papá en el trabajo diario, que aprendí cuando no me quedó otra, es algo que no te enseñan en ningún otro lado”, resume.