Otra vez Talleres de Córdoba se quedó en la antesala de un titulo. Debía ganarle a Newell's (y que Vélez no le ganara a su vez a Huracán) para poder ser campeón por primera vez de un torneo de la AFA. Y no pudo hacerlo. De cara a su gente, una multitud de 60 mil personas que no dejó espacio por cubrir del estadio Mario Kempes, Newell's le ganó 3 a 1 y lo dejó en un subcampeonato que tiene sabor a poco para la hinchada albiazul. Aunque le permita jugar por segundo año consecutivo (y tercera en los últimos cuatro años), la Copa Libertadores.
Después de una reacción que le había posibilitado ganar cinco partidos consecutivos, Talleres imaginó que podía vivir la noche más grande de sus 111 años de historia. Pero casi nunca consiguió tomarle la mano al partido. Newell's, que cerró con un gran victoria una pésima campaña (terminó 25º entre los veintiocho equipos del campeonato), se plantó con un esquema 5-4-1 que le impidió a los cordobeses profundizar su juego.
Bien tapados Benavídez y Navarro por los costados y sin gravitación Martínez, Esquivel y Barticciotto para conectarse con Tarragona, el único delantero de punta, Talleres recién se despertó en el segundo tiempo cuando el técnico Alexander Medina agitó al equipo e hizo tres variantes en paralelo: entraron Riveros, Botta y Palacios y salieron los tres que jugaron por detrás de Tarragona. Pero cuatro minutos, Newell's de contragolpe se puso en ventaja: Silvetti le colocó una pelota a Francisco González por detrás de Juan Rodríguez y su zurdazo se alojó contra el primer palo de Guido Herrera.
Una buena conexión entre Botta y Palacios que el tucumano concretó con un remate cruzado empató el partido. En Liniers, Vélez ya estaba ganando y quizás eso desanimó a Talleres que siguió buscando pero de compromiso. sin mucha fe. Newell's siempre serio y ordenado atrás y filoso para contraatacar, volvió a adelantarse a los 37 luego de un centro de González que Juárez cabeceó cambiándole el palo a Herrera. Y definió sobre el cierre con un gol de "Juanchon" García,
Medina había acomodado mejor algunas piezas que estaban sueltas, le había insuflado carácter al equipo y también había creado las condiciones para seguir superando obstáculos luego de haber estado cinco fechas sin ganar entre la 17º y la 21º fecha. Pero este Talleres poco y nada tuvo que ver con el que había sumado cinco triunfos consecutivos. Lo dicho: se lo devoró el clima del estadio y no pudo encontrarle la vuelta al partido que terminó servido en bandeja para Newell's.
Su presidente, Andrés Fassi, acaso el dirigente más comprometido con la llegada de las Sociedades Anónimas Deportivas al fútbol argentino y el más opuesto a la gestión de Claudio "Chiqui" Tapia al frente de la AFA, se jugaba mucho también en la cancha: una consagración de Talleres le hubiera dado fuerza a su postura en favor del cambio de régimen. De todas maneras, Fassi podrá alegar que con su manejo empresarial, al club empieza a hacérsele costumbre jugar la Libertadores.
Pero el título de campeón se le sigue negando: perdió por penales ante Boca la Copa Argentina de 2021 y cayó en la final de un año más tarde ante Patronato. Talleres creyó que por fin había llegado su momento de celebrar. Deberá seguir participando a la espera de que pronto se le presente una oportunidad tan propicia como la que desaprovechó cuando caía la noche del domingo.