Los golpes de calor ocurren cuando una persona está sometida a temperaturas ambientales muy altas, generalmente por encima de los 40 °C. Con la llegada del verano, es crucial prestar atención a las recomendaciones de los profesionales de la salud para evitar ese mal momento.
Por eso, desde del Hospital de Clínicas elaboraron una serie de recomendaciones para evitar las consecuencias negativas en la salud de las personas durante las épocas de temperaturas elevadas, con máximas atípicas y climas cambiantes.
"Los golpes de calor ocurren cuando el cuerpo no puede regular su temperatura, lo que resulta en un incremento peligroso de la misma, a menudo superior a los 40 grados centígrados", explicó el doctor Osvaldo Stringa. Este aumento en la temperatura corporal puede tener consecuencias fatales si no se actúa rápidamente.
Si bien las sugerencias son para la población en general, en el caso los bebés, niños pequeños, personas mayores de 65 años y pacientes con enfermedades crónicas es preciso extremar las precauciones.
6 consejos para evitar el golpe de calor
La intensificación y frecuencia de las olas de calor representan un riesgo significativo para la salud, especialmente entre los segmentos más vulnerables de la población, como los niños menores de un año y los adultos mayores de 65 años.
Buscar lugares frescos, con espacios verdes, evitar horarios donde el sol es más fuerte y llevar una alimentación e hidratación adecuadas son algunas de las recomendaciones para no sufrir un problema de salud común en los primeros calores fuertes de la temporada primavera-verano. Puntualmente, el doctor Stringa sugiere:
Hidratación frecuente: ingerir líquidos fríos de manera regular. Se aconseja que los adultos beban al menos 2 litros de agua al día, y que los mayores de edad tomen un vaso de agua cada hora.
Ambientes frescos: prmanecer en lugares ventilados y evitar las horas pico de calor, de 10 a 17 horas. Cuando se está en la calle, buscar la sombra puede ayudar a disminuir la temperatura corporal.
Ropa apropiada: elegir prendas holgadas y ligeras, preferentemente de algodón, y usar sombreros o gorras al exponerse al sol.
Alimentación: consumir frutas y verduras que tienen un alto contenido de agua, y evitar comidas pesadas que requieran más energía para la digestión.
Actividad física controlada: realizar ejercicio en las horas más frescas del día; temprano por la mañana o al atardecer. Es crucial hidratarse antes, durante y después de la actividad física.
Adultos mayores y niños: especial atención debe prestarse a los ancianos y bebés, verificando que tengan acceso constante a líquidos y que se mantengan en condiciones frescas.
¿Cuáles son los síntomas del golpe de calor?
Las manifestaciones del golpe de calor son diversas: se pueden presentar temperatura corporal elevada, cansancio extremo, náuseas, vómitos, confusión, y en algunos casos, pérdida de la conciencia.
"Los grupos más en riesgo son los ancianos y los pequeños, quienes tienen dificultades para mantener una adecuada hidratación", aclaró Stringa. La falta de sensación de sed, especialmente en personas mayores, contribuye a una disminución crítica de líquidos en el organismo, lo que agrava la situación.
¿Cómo actuar frente a un golpe de calor?
En caso de presentar síntomas de golpe de calor, como mareos y pérdida de la conciencia, es fundamental trasladar a la persona afectada a un lugar fresco y buscar atención médica inmediata. "La rapidez en la intervención puede marcar la diferencia entre una recuperación rápida y complicaciones graves", concluye Stringa.
“En personas jóvenes, se les debe dar líquidos: la hidratación no debe hacerse solo con agua, es recomendable agregar bebidas con sales, o un jugo de fruta y después enfriar el cuerpo. En el caso de las personas mayores y los bebés deben estar en condiciones frescas, con agua suficiente. Si comienzan a transpirar mucho, o están demasiado tranquilos o tienen sed hay que ofrecer líquidos. Y si se quedan dormidos o se desmayan hay que dar aviso al médico y/o activar el Sistema de Salud”, agregó el especialista.