"La venta de Transener significará no sólo una pérdida del patrimonio nacional sino también menos jubilaciones y prestaciones para nuestros jubilados y jubiladas", advierte la carta pública difundida por los extrabajadores de Segba, en contra de la privatización de Transener, anunciada por el Gobierno nacional días atrás.
El viernes pasado, el Gobierno adelantó el comienzo del periplo de la privatización de Transener. "Este anuncio se alinea con la política del Gobierno nacional de avanzar en un modelo donde el Estado deje de cumplir roles de empresario, promoviendo la participación privada en sectores estratégicos", indicaron desde el Ministerio de Economía. Se trata de la primera transportista de energía eléctrica del país, con una red nacional que incluye cerca de 12.400 kilómetros de líneas de transmisión.
Por lo pronto, ante la posibilidad de que el sector privado maneje completamente a Transener, lo cual el mercado lo intuye como un paso hacia la maximización de la ganancia de la firma, las acciones argentinas de Transener registraron alzas de hasta un 15 por ciento este lunes, después de subir un 17 por ciento el viernes pasado.
Críticas
A contramano de la euforia financiera, los extrabajadores de Segba, la empresa pública de gas y electricidad de cuya venta surgió, entre otras muchas firmas, Transener, se pronunciaron en contra de la privatización.
"Transener es nuestra, de todas las argentinas y argentinos. La empresa transportadora de energía se crea con los activos de las originarias empresas de energía SEGBA, Hidronor y Agua y Energía Eléctrica (AyEE), privatizadas a partir de la venta y concesión del patrimonio del Estado promovido por la sanción de las leyes 23.696, de Reforma del Estado 1989, y 24.065, de desguace del sistema eléctrico nacional en 1992. Transener es una empresa que genera superávit al Estado nacional. Sin embargo, la Secretaría de Energía anunció la intención de “desprenderse” del 25,5 por ciento de las acciones, valuadas como mínimo en 280 millones de dólares. El 19,57 por ciento de las acciones pertenece a la ANSES", explica la carta pública.
"La venta significará no sólo una pérdida del patrimonio nacional sino también menos jubilaciones y prestaciones para nuestros jubilados y jubiladas. El Estado argentino tiene una deuda histórica con gran parte de las y los trabajadores de las mencionadas empresas privatizadas por la falta de pago del Programa de Propiedad Participada (PPP), que debió haber beneficiado con una participación accionaria a todas y todos los empleados en actividad al 16 de enero de 1992", sigue.
La participación del Estado argentino en la transportadora se encuentra en manos de la firma Citelec, que posee el 51 por ciento de las acciones clase A. La mitad de Citelec pertenece a la empresa pública Energía Argentina (Enarsa) y la otra mitad es de la privada Pampa Energía. El otro 49 por ciento de las acciones de Transener (clase B) está en manos de Citelec (1,65 por ciento), la ANSES (19,57 por ciento) y el resto (27,78 por ciento) se negocia en el mercado de valores.