Aun sin haber sido la premisa inicial, El Fantasma de la Familia Rampante es un testimonio invaluable sobre el grupo de varieté El Escuadrón Volante (integrado por Matías Bassi, Malena Medici, Julián Lucero, Manuel Fanego, Carmen Tagle, Juan Noodt). En todo caso, fue la génesis de una obra en particular la que motivó el documental de Leandro Tolchinsky; una situación primera que, sin embargo, derivó en otras. El tiempo pasó, aquella obra no se concretó (al menos según lo previsto) y El Escuadrón Volante se disolvió. Pero la película encontró su forma, también a través de la invocación de una de las propuestas más famosas de aquel grupo dedicado al absurdo: La tragedia de la familia Rampante.

“Llego a El Escuadrón Volante por Julián Lucero, uno de los actores con los que venía trabajando en otro proyecto; y me contó que iba a hacer con este grupo una adaptación de Ubú Rey, una obra que me interesaba mucho, porque viene del mundo de la patafísica y yo estaba muy en tema. Decidí entonces empezar a grabar un documental sobre este proceso de adaptación, pero sin mucha planificación. De hecho, lo que había llegado a planificar tampoco sucedió, y pasaron otras cosas”, comenta el director Leandro Tolchinsky a Rosario/12.

“Durante el rodaje fui adaptándome a lo que sucedía, sin un proyecto muy claro. Mi idea era encontrar la película en el montaje; yo soy editor, y ésta es mi primera película, así que la idea estuvo en registrar un documental de observación, para en la posproducción encontrar la historia. Me llevó diez años encontrar esa historia, porque comenzaron a pasar cosas que no eran las que yo imaginaba. Volví a grabar varios años después y en los últimos años, algunas entrevistas finales, para terminar el proyecto”, continúa.

-Una experiencia ligada a las mismas características del grupo, con vos sujeto a lo que les iba aconteciendo a ellos, decididos como estaban a incorporar un director ajeno (Alejandro Schiappacasse), que les aportara algo diferente.

-Era también una de las primeras experiencias de los actores y las actrices del grupo, y para mí es interesante porque se trata de gente que hoy tiene una trayectoria bastante reconocida, trascendieron, y acá se los ve en una intimidad que está ligada a aquellos primeros proyectos, a las primeras decisiones grupales, y a todo lo que empezó a pasar en ese proceso; algo que es, en parte, la esencia del teatro. Cuando uno va al teatro, ve el resultado de todo esto; por eso, es interesante para los que son del mundo del teatro la identificación que se genera con lo que le pasa a este grupo y a este director, que quiere llevar a cabo un proyecto; pero también, a quienes no pertenecen tanto a este mundo teatral, la película les permite conocer qué hay detrás de todo lo que sucede además de lo que uno ve en el escenario.

-Tu cámara está presente en situaciones íntimas, llegar a tales instancias no debió ser fácil.

-Duró bastante el rodaje, y por supuesto que nunca se trató de generar o buscar un momento especifico donde grabar, sino que grabé horas y horas; se provocó una convivencia con la cámara y con el rodaje, que permitió que las cosas pasaran mientras la cámara estaba ahí. Creo que hay algo también en cuanto a la importancia de esta búsqueda por parte del grupo, algo que después el material pudo demostrar. Hay algo del rescate de este proceso, que tal vez sea medio insignificante para la historia del grupo, ante el material de archivo que apareció. Pero la atención está, justamente, en esta misma búsqueda.

En el material de archivo pueden observarse fragmentos ligados a algunas de las funciones de Niños mal y de La tragedia de la familia Rampante, esta última, encarada en funciones dedicadas a sendos capítulos casi folletinescos, en una deriva alucinante e improvisada que la convirtió en una obra de culto. Es el fantasma de aquella obra el que atraviesa, de algún modo, la propuesta del grupo frente al callejón sin salida que parece ser Ubú Rey. Por eso el título del film de Tolchinsky. “Creo que es algo que nos pasa a todos, los primeros proyectos y la idealización de lo que uno hace, empieza a limitar otras cosas que queremos hacer. Todos tenemos esos fantasmas, que aparecen desde la comparativa o la nostalgia. Es un fantasma que además surgió durante el registro, cuando el director, Schiappacasse, se refería a esto que aparecía y que ponía un freno al nuevo proyecto que se había empezado a gestar”. De El Escuadrón Volante surgirán los Bla Bla & Cía; como refiere Tolchinsky: “De alguna manera, el documental permite ver la prehistoria de los Bla Bla”.

-¿Qué te dijeron luego de ver la película?

-A cada uno le pega de maneras distintas, a algunos quizás con un poco de nostalgia; pero en general están todos muy contentos, porque rescata la historia de El Escuadrón Volante, y también un poco la épica que tuvo el grupo.