La actividad económica registró una caída del 2,1 por ciento interanual en el tercer trimestre respecto de igual período del año pasado. Es reflejo del impacto de las políticas de ajuste que se acumulan a lo largo del año. Los datos fueron publicados por el Indec. El centro de estadísticas oficial registró una fuerte contracción interanual en el sector de la construcción, uno de los bloques con más efecto multiplicador para la economía, lo cual tiene efecto sobre el aumento del desempleo.

Por otro lado, el informe del Indec precisa que en el tercer trimestre del año, el Producto Interno (PBI) creció 3,9 por ciento en comparación con el trimestre anterior, marcando un repunte después de tres trimestres consecutivos de retroceso. Sin embargo, en términos interanuales, la actividad siguió cayendo fuerte.

El crecimiento trimestral desestacionalizado del PBI indica una recuperación parcial, ya que el nivel alcanzado se encuentra apenas 0,1 por ciento por debajo del registrado en el cuarto trimestre de 2023. Esta leve mejoría no logra revertir la tendencia recesiva que afecta el mercado interno. En el acumulado del año, la caída alcanza el 3 por ciento en relación con el mismo período de 2023.

Según el asesor del Ministerio de Economía y director del BICE, Martín Vauthier, “en términos desestacionalizados, todos los componentes de la demanda mostraron un incremento trimestral. Las exportaciones crecieron 3,2 por ciento; el consumo privado aumentó 4,6 por ciento; el consumo público subió 0,7 por ciento; y la formación bruta de capital fijo registró un significativo aumento del 12 por ciento”.

Caída interanual

A pesar del crecimiento trimestral, el análisis interanual muestra cifras problemáticas para el mercado interno. Entre los componentes de la demanda, la formación bruta de capital fijo sufrió una disminución del 16,8 por ciento, destacándose como la mayor caída. 

Este descenso se explica por una contracción del 20,6 por ciento en la inversión en construcciones, un descenso del 7,2 por ciento en otras construcciones, una baja del 20,2 por ciento en maquinaria y equipo y una caída del 0,6 por ciento en equipo de transporte. Dentro del segmento de maquinaria y equipo, el componente nacional cayó un 13,2 por ciento, mientras que el importado se desplomó un 24,7 por ciento.

En cuanto a los sectores de actividad, los descensos más marcados se dieron en construcción (-14,9 por ciento), pesca (-6,7 por ciento) y comercio mayorista, minorista y reparaciones (-6,1 por ciento). Por el contrario, el sector agropecuario registró un crecimiento interanual del 13,2 por ciento, impulsado por la recuperación tras la sequía de 2023.

Incertidumbre y cautela

El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central revisó sus proyecciones para el 2024. Hace un mes, las consultoras y fondos de inversión participantes esperaban una caída del 3,6 por ciento del PBI para este año. 

Ahora, la expectativa se moderó a un retroceso del 3 por ciento, con una mejora proyectada del 4,2 por ciento para el 2025. Esa cifra está por debajo del optimismo oficial, que calcula un crecimiento cercano al 5 por ciento.

Uno de los factores clave para determinar el desempeño económico futuro es el llamado “arrastre estadístico”, que mide el impulso con el que una economía cierra el año. Mientras que algunas consultoras calculan que este piso de crecimiento para 2025 será de 2 por ciento, las autoridades económicas confían en un valor superior.

Consumo e inflación

En paralelo, el consumo también muestra importantes problemas para recuperarse. De acuerdo con un relevamiento privado, las ventas en autoservicios del área metropolitana de Buenos Aires cayeron 0,7 por ciento en noviembre respecto al mes anterior. 

En el interior del país, la baja fue aún mayor, alcanzando un 1,4 por ciento. Por formato, los autoservicios independientes registraron la mayor contracción, con una caída del 1,5 por ciento en consumo respecto de octubre.

En tanto, la inflación sigue golpeando al poder adquisitivo. Según datos del Radar mensual de Scanntech, la canasta de productos básicos —que incluye alimentos, bebidas, higiene personal y limpieza— tuvo un incremento de precios del 2,8 por ciento en noviembre. 

Entre las subas más destacadas se encuentran las bebidas, con un ajuste del 3,3 por ciento, mientras que algunos productos registraron caídas puntuales en sus precios, como las harinas (-2,1 por ciento) y la lavandina (-2,4 por ciento).