La obra de teatro “Un rayo de vidrio sobre el muro”, de Emilce Olguin Ramírez, se estrena esta semana en Ciclo Hembra. El ciclo que producen Marina Bazzolo y Sofía Cantarini se propone generar un espacio de creación y experimentación en el que mujeres artistas, tanto noveles como con experiencia, puedan coincidir y generar lazos de comunidad y colaboración para llevar a cabo la realización íntegra de piezas teatrales.
El ciclo realizó una convocatoria abierta para acompañar proyectos que estuvieran buscando su estreno y Olguin Ramírez resultó ganadora. Desde Ciclo Hembra le otorgaron como premio estímulo 250.000 pesos, horas de ensayo en sala y dos funciones en el marco del ciclo. La obra verá la luz este jueves y viernes en Área 623.
“Fue una sorpresa ganar y en un mes y medio tuvimos que montarla. El ciclo nos posibilitó trabajar entre amigas. Nos sirvió mucho el impulso. Además de conocer materiales de otras compañeras, y el acompañamiento de las curadoras del ciclo fue fundamental y enriquecedor, en cuanto a las voces y materiales que estamos conociendo”, expresa la directora de la obra.
Olguin Ramírez es oriunda de Ciudad Evita, pero vivió toda su infancia, adolescencia y juventud en Luis Guillón. Comenzó haciendo teatro en talleres en la secundaria, aunque era de las más vergonzosas, pero lo que recuerda que la hizo elegir el escenario como forma de vida fue una profesora de lengua de su secundaria en Monte Grande que los llevaba de excursión a los teatros de la capital. “Íbamos a las funciones nocturnas. No en horario escolar. Así conocí a Los Macocos, y quedé fascinada por el tipo de teatro que hacían que yo desconocía. Descubrí el Teatro Cervantes, el San Martín, los teatros de la calle Corrientes. Salidas que, si no se hubieran dado por la escuela, no hubieran pasado. Mi familia era de una clase media baja, estábamos a principios de los 2000, en un contexto de crisis total”, relata.
Fascinada por esos brillos, decidió anotarse en la EMAD de Lomas de Zamora, donde hizo algunos años hasta que empezó a tomar clases en la Sala Alberdi, que funcionaba en el Centro Cultural San Martín. De ahí siguió camino hasta la UNA. “Todos mis estudios siempre estuvieron acompañados de la autogestión. Uno de los espacios donde pasé por muchos roles fue en el Teatro “Elefante” que ahora se llama “Estudio Los Vidrios” de Lisandro Rodríguez. Ahí exploramos un teatro menos convencional, donde lo visual, lo sonoro y lo plástico tuvieran protagonismo”, recuerda.
Antes de esta obra, había estrenado textos como dramaturga y directora en Animal Teatro, espacio que funciona como semillero para que muchas y muchos dramaturgos den sus primeros pasos. Fue ahí donde presentó su primer texto, “Cielito Punzó”, una sátira que se remonta a tiempos de unitarios y federales para explicar cosas de nuestra actualidad.
“Un rayo de vidrio sobre el muro” es su segunda obra y surgió a partir de un taller que la directora y dramaturga, realizó con Eugenia Pérez Tomas. En esta obra que se destaca por su tono poético, Vera y La Invisible pasan un rato, una merienda, una tarde, una noche, el tiempo juntas. Conversan, se mandan audios, evocan recuerdos, comparten anécdotas, se transmiten técnicas de supervivencia. La charla sigue. Hay ruido de fondo. Se hacen una con el ruido. Una entre ellas mismas. Una con el fondo. Hay silencio de fondo. La obra está interpretada por Victoria Casellas y Vanina Dubois.
“Al principio solo era una mujer alumbrada por la luz del celular, mandándose audios tras audios a sí misma. No había un tema en particular, sino un devenir de conversaciones, recuerdos, impresiones que tenía esta voz; de hecho, el título era “Te Hablo a Vos, ser humana”. Como una voz que se hablaba y se contestaba y no tenía un tema principal solo frases, notas mentales, palabras grabadas. Pero a medida que seguí escribiendo fueron surgiendo otras cosas y la obra fue tomando otra forma, y ahí apareció el diálogo entre Vera y La Invisible, que pueden ser dos personajes, pero también pueden ser una misma, o las palabras de una pueden estar dentro de los pensamientos de la otra, como un juego entre ellas”, reflexiona.
En la obra trabajan con ciertas técnicas de invisibilidad y mimetismo que aparecieron en la puesta como una forma de narrar la capacidad humana ante situaciones de supervivencia. “No como un superpoder, sino como lo haría un camaleón u otro animal que desarrolla un mecanismo de defensa, ante situaciones de ataque y peligro”, aclara.
El texto tiene como tópico la violencia. “No se representa explícitamente, pero es un tema que pulsa. La violencia del territorio. La obra sucede en el conurbano y si bien no quise caer en el estereotipo de que el conurbano es peligroso, me interesaba trabajar con la idea de la violencia, de aislarse para no ver lo que sucede del otro lado de la pared”, dice.
La obra lleva por título “Un rayo de vidrio sobre el muro”, haciendo alusión al sistema de vidrios rotos que se ponían en los paredones o tapiales conurbanos para tener más seguridad. “En la capital no se ve tanto eso, pero hay una mirada muy fuerte sobre el eje seguridad/inseguridad. Se piensa más en la inseguridad que en cómo se ejerce la violencia ante sectores más vulnerables de la sociedad. Pienso en la violencia que atravesaron nuestros padres y madres, nuestras generaciones anteriores, la violencia ante la infancia, la violencia a la que está expuesta cotidianamente una por ser mujer. La violencia de la ciudad, de la urbe, y la naturaleza, de la rutina y el aburrimiento. Y en cómo sobrevivir como especie ante nuestra misma humanidad” relata.
La obra se podrá ver este jueves 19 y este viernes 20, a las 21:00 en Área 623 ( Pasco 623, CABA). Las entradas se pueden adquirir por Alternativa Teatral. Además, este miércoles 18 a las 20:00 se podrá ver en Ciclo Hembra el working progress “Sempiterna”, también en la misma sala. La obra de Sofia González Scheffer y Julieta Cassia invita al espectador a sumergirse en la ausencia, el amor, la pasión, la soledad, la euforia, el mundo creativo y el vacío más profundo llegando a los últimos instantes de vida de la cantautora Violeta Parra. Buscando evocar lo mejor de su obra antes de morir en su carpa. Con la actuación de Julieta Cassia, la coreografía de Stefy Sleiman y la música de Camila Pippo. Las entradas también pueden adquirirse por Alternativa Teatral.