River terminó uno de los peores años en un buen tiempo. Y lo terminó, en Avellaneda, como lo vivió durante casi todo su desarrollo, siendo un equipo mediopelo que no pudo competir con los mejores. Racing, aún sin jugar por nada, más que por su orgullo y las ganas de ir contra el terrible historial ante el Millonario, le demostró que hoy está un escalón por arriba. En funcionamiento y jugadores claves.
El equipo de Gallardo se despidió del año con las mismas falencias de casi todo el año: apatía y falta de agresividad y rebeldía por largos momentos, endeblez defensiva, carencia de marca en el medio y variantes en ataque. Demasiadas debilidades que se vieron en los momentos claves de ambos ciclos, el de Demichelis y el de Gallardo. Porque a ambos equipos les cabe las generales de la ley. En el primer mes del Muñeco, pareció que el líder de la Revolución Creer levantaba un equipo hundido, en lo físico y en lo futbolístico, pero fue un espejismo. O un empujón que duró poco. Luego todo se decantó hacia el fondo, por su propio peso.
Por eso ahora, con la Copa y el Mundial de Clubes en el horizonte, todos los focos están puestos en la renovación del plantel, en saber qué diagnóstico individual hace Gallardo, quiénes se irán y, especialmente, quiénes llegarán. ¿Habrá limpieza masiva como piden miles de hinchas? ¿Habrá llegada en masa para tapar tanta carencia? ¿Habrá confianza en las inferiores, especialmente en una Reserva que viene de ser campeona luego de 10 años?
Reuniones cara a cara
Por lo pronto, el entrenador se reunirá cara a cara con cerca de 12 jugadores para conocer qué quieren hacer de su carrera y, si se quieren quedar, qué determinación y resiliencia les nota. A la par, el coach ya diagrama los probables refuerzos, que serán al menos cinco y puede llegar a siete, según confían desde los pasillos del Monumental. Desde el mismo lugar aseguran que River puede destinar entre 25 y 30 millones para compras, sin tomar en cuenta el dinero que pueda entrar por ventas y préstamos.
Comenzando por los que podrían irse, hay varios que son fija: Etcheverry (al City), Fonseca, Gattoni, Bareiro, Funes Mori y Sant Anna. Borja parece con un pie afuera. Desde enero tendrá una cláusula baja (pasa de 8 a 4 millones de dólares) para un 9 que hace goles, aunque participe poco y nada de la construcción del juego. El Muñeco siente que quiere irse más que quedarse y no pondrá grandes reparos. Tampoco parece que lo extrañarán en el vestuario… Por las dudas ya se busca un reemplazante. Luego hay otros que podrían partir, comenzando con Enzo Diaz, que no quiere ser suplente del Huevo Acuña. Prefiere cambiar de aires para jugar y tiene mercado.
Luego viene el caso pesado de Nacho Fernández, un héroe de Madrid que tuvo un mal año, más allá de algún momento valioso en partidos aislados. Un indicio: no tocó la cancha en los últimos partidos. Se quiere quedar y por ahora Gallardo no le dijo lo contrario. Es una de las charlas más complejas. Hay que ver qué pasa con Lanzini, cuyo regreso generó mucha expectativa pero, a la vez, decepcionó. Es verdad que jugó poco pero en un momento que parecía que levantaba, no concretó... Nunca levantó vuelo y tiene un contrato descomunal. Aseguran que Gallardo lo quiere y desde la dirigencia le harán una modesta oferta para que siga.
Por último está el caso de Solari, pese a que mejoró en los últimos meses. Siempre obliga, genera, pero que termine tantas jugadas mal no genera confianza. Es tal vez por el único que se podría sacar una cifra digna, salvo que sea Paulo Díaz la gran venta de este mercado, teniendo en cuenta que el chileno sigue mostrando su calidad excelsa como sus errores por desconcentraciones o canchereadas.
Si se van todos, serían 12 bajas. Muchas, es verdad, pero sería un fiel reflejo de lo que fue el 2024. Igual, en la intimidad, no creen que se llegue a esa cifra. Hablan de 8.
Recuperar jugadores
La clave, también aseguran, es que Gallardo haga su magia y empiece a recuperar jugadores, como hizo en su glorioso pasado en el club. En ese caso tendrá mucho trabajo, si se quedan algunos de los mencionados, y en otros también, especialmente con el tema Villagra, que sufre por los millones que se pagaron por él y si bien mejoró algo en los últimos tiempos, nunca arrancó. La clave, dicen desde Talleres, su ex club, que juegue con otro 5 que lo ayudé más en la contención, tal vez el mayor déficit que tuvo River en estos meses fatídicos. Kranevitter, el otro 5, tuvo algunos buenos partidos con el Muñeco, pero no estuvo en aquel fatídico 0-3 ante Mineiro y ya nunca más volvió. ¿Seguirá?
Maxi Meza mostró algo de lo que fue, pero por ahora es poco, especialmente en la parte defensiva. El Muñeco necesita que muestre su mejor versión, la que lo llevó a repatriarlo de México, y que se convierta en una pieza esencial del medio, especialmente porque todavía River extraña horrores a De la Cruz y hasta a Barco, un pistón esencial en el River de Demichelis.
Simón tuvo demasiadas chances, muchas más que otros con ese nivel –irregular– y si bien mostró algunos flashes de su calidad, especialmente por su técnica y dinámica, fue parte de un medio deficitario. No le sobra personalidad, contiene poco, casi no pisa el área ni hace goles. “Parece que tiene todo para crack, pero nunca lo será. Le falta todo lo necesario en intangibles para serlo”, tiran desde adentro. ¿Seguirá confiando el Muñeco? Por ahora parece que juega porque no hay otro mejor.
El diamante en bruto
Una clave del 2025 será la explosión –o no– de Mastantuono, un diamante en bruto que, por ahora, intercala una brillante con una intrascendencia. Aliendro tuvo buenos –hace ya rato– y no tan buenos momentos, pero puede ser valioso desde el banco. Para eso, claro, necesita continuidad, por ahora lo han castigado mucho las lesiones.
River, da la sensación, que deberá encontrar dos volantes de alto nivel si quiere competir en grande, sobre todo en la Copa y el Mundial de Clubes. Veremos si confía en los 5 que tiene o no, si finalmente llega Enzo Pérez y si el distinto que necesita será Juanfer Quintero. Aseguran que, en silencio, esas negociaciones ya han comenzado. Veremos si el capitán que se fue, peleado con Micho y parte de la dirigencia, es la solución a los casi 39 años o si viene a alternar y ayudar en la construcción del vestuario y un River con más personalidad. Habrá que ver, además, si habrá algo de pista para volantes de la Reserva que se vienen destacando, como Tobías Leiva, Santiago Lencina o Elian Giménez. Se cree que no será así…
Arriba seguirá Colidio y veremos qué rol les da Gallardo a chicos que venían pidiendo pista, pero el mismo DT frenó, como Ruberto y Subiabre, a quienes se cree que todavía les falta. Habrá que ver si el cuerpo técnico se enfoca más ahí y les da pista, para tal vez evitar tanta compra apurada y de medio pelo. Hoy las exigencias –y la billetera– en River parecen estar dictando el camino a seguir.
Una buena noticia, tal vez la única de estos meses finales, fue el retorno en muy buen nivel del Pity Martínez, quien fue tomando ritmo y con pinceladas de su talento y desfachatez dejó expuestos a varios que no podían generar juego ni desequilibrio. El héroe de Porto Alegre, la Boca y Madrid lo hizo en pocos minutos para ilusión de los hinchas.
Línea para reforzar
Para lo último queda la defensa, que en las primeras semanas del ciclo Gallardo pareció ser inexpugnable, especialmente en las dos series de Copa ante Talleres y Colo Colo, pero terminó el año con las mismas dudas que la tan criticada defensa de Micho. Pezzella luce como una garantía, más allá de algún bajón. Bustos cayó tras un gran inicio y Acuña preocupa a todos porque, si bien se nota que le sobra, se lesiona seguido. Otro 3 podría llegar, aunque parece que Milton Casco se queda. Lo de Tagliafico que surgió por estas horas parece más un sueño que una realidad.
Veremos cuál será el 6 que, aseguran, River traerá para potenciar a Pezzella, pese a que el pibe Zabala pinta bien. ¿Será al final Valentín Gómez o la nueva cotización de Vélez, tras brillar en el campeón, lo sacará del mercado local? Por lo pronto hay que recordar que se cayó su transferencia a Europa por un problema en la rodilla. Qué pasará con Paulo es la otra pregunta, parece que va cumpliendo un ciclo… La otra gran noticia de este tiempo es el gran nivel de Armani, que volvió con su solidez y atajadas imposibles, posponiendo el recambio -de Jeremías Ledesma- que se pensaba para enero
En definitiva, se confirma que llegarán uno o dos defensores, de al menos dos volantes y un 9 (¿Beltrán, Borré?). “Disfrutemos de este balance histórico, con superávit, porque con el Muñeco no nos va a quedar un peso”, bromeó un directivo, no sin seriedad. El DT sabe que vienen dos objetivos pesados y no ahorrará dinero buscando jerarquía. ¿La conseguirá para ir por una nueva revancha?