Desde las primeras horas de la tarde, una multitud copaba la vereda del icónico Groove para ser parte de una noche que prometía ser histórica. La procesión de fanáticos, identificados con remeras que lucían el inconfundible logo de Linyeras, coreaba canciones para amenizar la espera. Todo se sentía como el preludio de un ritual musical que prometía ser inolvidable.

El puntapié inicial lo dio Sin1Rostro, el joven MC de Fuerte Apache que está dejando su huella en la escena del hip hop nacional. Con un estilo fresco, potente y cargado de energía, encendió al público desde el primer minuto. La sorpresa de la jornada no tardó en llegar cuando Il Tano, integrante del grupo LATRIPLE, se subió al escenario para sumarse con barras precisas, técnica y un flow arrollador. El ánimo seguía en ascenso cuando DJ Lowner tomó el mando de las tornamesas. Su set impecable, con una selección cuidada y exquisita, mantuvo la adrenalina en alto y dejó la escena preparada para el momento más esperado: la llegada del Flaco Vázquez.

El clímax comenzó a cocinarse cuando las visuales proyectaron un vitral con el emblema de Linyeras, anticipando la salida del anfitrión. DJ Zooway fue el primero en aparecer, al mando de las bandejas, y soltó unas cumbias que hicieron vibrar al público. Los cantos no se hicieron esperar, y al ritmo de “No tengo un mango y voy igual / de visitante o de local / fumando porro, tomando vino / el que no alienta al Flaco, ¿a qué carajo vino?”, el ánimo alcanzó su pico máximo.

Finalmente, el Flaco Vázquez irrumpió en escena para desatar la fiesta definitiva. Con una entrega total, repasó los clásicos de su discografía y presentó temas de su último EP, Alquimia y Ansiedad. Cada canción fue celebrada como un himno por una audiencia devota, mientras el artista consolidaba su estatus como referente indiscutido del género.

Detrás del éxito de la noche se hizo visible el trabajo colectivo que potencia el talento del Flaco Vázquez. Rodeado por su equipo y amigos, la sinergia entre el público y el artista creó una conexión electrizante que no dio tregua. El Linyeraje y Groove vivieron una noche memorable, un ritual musical que quedará en la memoria de todos los presentes.

En exclusiva para NEGRX, el Flaco Vázquez y su equipo nos recibieron para hacer un balance de un año que, sin dudas, quedó marcado a fuego en la escena musical.

Groove convertido en escenario de la misa linyera. Imagen: Nicolás Parodi.

Este año estuviste recorriendo gran parte del país, Chile y Uruguay, y la noche de hoy es como el cierre de esta etapa. ¿Cómo viviste este recorrido y qué balance hacés de todo lo que lograron?

Fue un año re movido, cansador, divertido también. Estuvo copado encontrarse con los diferentes “linyeras” que hay en distintos puntos del país y también afuera. Me piden de otros países como Colombia, México, donde también hay gente que agita la bandera, ojala podamos llegar. Todo eso que una vez pensé se está dando, así que agradecido. Hay pibes que se tatúan, me sorprende. Vi miles de L’s (siglas con las que se identifican sus seguidores) en las pieles.

En una de tus letras decís “Los más rappers crecimos escuchando cumbia villera”. ¿Cómo es eso?

En mi casa desde que tengo uso de razón se escuchaba cumbia. Yo hago una analogía entre el Hip Hop y la Cumbia Villera. Nuestra música de barrio es la Cumbia Villera, yo crecí con eso y trato un poco de rendir homenaje, otro poco mostrar las raíces que tengo y que la Cumbia y el Rap tienen muchos puntos en los que están hermanados.

En tu infancia, además de cumbia, ¿qué otras influencias musicales había en tu casa?

A mi viejo le gustaba mucho Michael Jackson, James Brown, Stevie Wonder, él a todo le decía disco. Algunas eran disco, otras funk, soul. Por eso tiré para este lado también. Curioseando el rap, de donde vienen los samples te cruzas con todos los artistas que te decía tu papá. Mi viejo nunca lo supo pero él era Hip Hop.

En tu carrera también está presente la gestión de espacios como "El Villerio". ¿Qué objetivo tiene este proyecto?

El Villerio era hermanar la cumbia con el rap en un formato fiesta y también hacer converger a los elementos del Hip Hop, tenemos Open Mic, Graffiti en vivo, exposición de fotos y de ropa. Es un formato postpandemia, en ese momento era algo nuevo, después se empezó a replicar. El público siempre respondió, se llenaba. Lo recuerdo como una linda etapa donde también se vieron muchos artistas que hoy son las caras jóvenes del Hip Hop. Muchos estuvieron en los Open Mic del Villerio, eso es un orgullo. A mi me gusta ayudar con las herramientas que tengo a los pibes que vienen, por ejemplo Sin1Rostro. En el Hip Hop hay que guiar a los pibes más que competirles, hay que advertirlos de ciertas cosas y también compartir, ojalá puedan llegar más alto que yo y que puedan compartirle a los que vienen atrás más de lo que pude yo.

Fiesta, en lugar de competencia, una plataforma distinta a las que abundan

El bardo llama. Yo nunca quise aportarle mi Hip Hop a ese tipo de público. Yo los juno a todos los de mi generación y todos me junan a mi. Cuando ví para donde se estaba yendo el freestyle yo me fui. Me arrepiento de no practicar la disciplina pero no me arrepiento de haberme ido de la escena. Es otra escena, otro público, yo quiero un aire más sano y demostrarle a los pibes que se puede. Antes para ser alguien tenías que ganar una Red Bull y no es así.

El Linyeraje copó Groove. Imagen: Nicolás Parodi.

Hace poco tuvo lugar el lanzamiento del videoclip de Calles de Tierra, donde decís “Por ser de calles de tierra me dicen negro”. ¿Qué es ser negro?

Para mi ser negro es un orgullo. Yo sé quien soy. Somos el lado que no se muestra porque el argentino cheto quiere hacer una simulación de Europa que no somos, somos negros. Ahora por ejemplo se está empezando a aceptar la cumbia socialmente, ahora todos escuchan cumbia, todos cortan la botella para tomar vino. Es como que está de moda ser negro, pero no vivir como un negro. Los quiero ver bañándose con agua fría en junio, no los voy a ver.

Hay muchos artistas en el mainstream usando la estética Hip Hop, la ropa, el sonido, pero si vamos a las letras, la mayoría no cuenta las historias que vos contás. ¿Por qué?

Son los Backstreet Boys de ahora. El Rap es un arte, lleva disciplina, constancia, enfoque. Hay gente que pone el video en HD, lo llena de minas, para camuflar que carecen del contenido que tiene que tener el Rap que yo adopté como bandera. El Rap tiene poesía, mensaje, es un grito de muchas voces juntas. A mi me gusta hacer algo honesto para los pibes. En una frase digo

“Estas errado si pensas atrapar con HD y gatos alquilados al que escucha el track con los ojos cerrados, son los que ves en la vereda y saben que no cualquiera se sabe abrir el pecho con una lapicera”.

(Principio de correspondencia, Alquimia y Ansiedad).

Las cosas están cambiando, hay pibitos que están pensando, hay otras propuestas. Hay gente que no se siente representada con esos mensajes vacíos y busca en esto, vienen acá. Todavía hay esperanza.

*Artista y activista antirracista afroargentino de DIAFAR.