Desde Roma

El Papa Francisco cumplió 88 este 17 diciembre y como demostración de que todavía puede seguir ejerciendo su pontificado pese a su edad y pese a que casi no puede caminar por problemas a la rodilla, el domingo se fue de viaje a la isla francesa de Corsega (frente a las costas italianas) donde participó de un congreso titulado “La religiosidad popular en el Mediterráneo” y se encontró con el presidente francés Emmanuel Macron.

Hace más de 11 años que Francisco es obispo de Roma (como corresponde a todos los Papas) y Pontífice de la Iglesia católica universal. Fue la primera vez en la historia de la Iglesia, después de la renuncia inesperada del Papa Benedicto XVI, que el cónclave (la reunión de cardinales que elige al Pontífice) de marzo de 2013 votó por un candidato jesuita, latinoamericano y argentino.

Las congregaciones religiosas, los exponentes del Vaticano y los dirigentes de numerosos países, mandaron hoy sus augurios de feliz cumpleaños a Francisco. Pero los augurios comenzaron en realidad el domingo, cuando su avión volvía de Corsega. La periodista mexicana Valentina Alazraki, actual presidenta de la Asociación de Periodistas acreditados ante el Vaticano, le presentó como regalo en nombre de todos sus colegas, una torta simbólica (en realidad de cartón,) de dos pisos, en la que el Papa aparece sentado en su sillón tradicional encima de la torta y debajo se lee: “Auguri Papa Francesco” (Felicidades Papa Francisco). Los periodistas le cantaron en francés “Que los cumpla feliz”.

Pese a las decenas de mensajes que recibió de todas partes del mundo, para él, este día, es un día común y silvestre en el que siguió trabajando como siempre.

El presidente de Italia, Sergio Mattarella, le escribió: “Mientras muchas guerras, incluso en áreas cercanas a Italia, continúan provocando lutos y destruyendo el tejido social de la comunidad entera, sus palabras y sus llamados constituyen para creyentes y no creyentes, un punto de referencia al cual mirar en los momentos de profunda angustia”. Al enviarle sus “fervientes deseos de buen cumpleaños”, Mattarella destacó: “Al hacerlo, estoy seguro de interpretar los sentimientos de afecto que el pueblo italiano siente por usted”.

También la primera ministra Georgia Meloni escribió en las redes sociales: “Feliz cumpleaños Papa Francisco. Sus palabras y sus enseñanzas son fuente de inspiración para todos nosotros”. Aunque el accionar del actual gobierno italiano no parece estar muy cercano al pensamiento de Francisco.

La autobiografía

En homenaje a su cumpleaños, algunos diarios italianos dieron a conocer este martes algunas páginas de una autobiografía de Francisco titulada “Spera” (Espera, Ed. Mondadori) y, que será publicada en varios idiomas y en numerosos países. En Italia estará a la venta el 14 de enero.

En el libro Francisco cuenta, entre otras cosas, su experiencia en el barrio de Flores de Buenos Aires, donde nació y creció. Un lugar “multiétnico, multirreligioso, multicultural” donde vivían familias de distintos orígenes. Siempre tuvo “óptimas relaciones con los judíos” de la zona, relató. Muchos de ellos venían de Odessa, escapando de la Segunda Guerra, otros eran compañeros de trabajo de su padre en el sector textil, y muchos sus amigos. También tenía amigos musulmanes a los que llamaban “los turcos” porque tenían pasaporte del viejo Imperio Otomano. Venían del Líbano, Siria, Irak, Palestina.

Luego habla de las prostitutas que vivían en el barrio, de las amigas mujeres que conservó durante años porque lo consultaban siendo obispo y le pedían que rezara por ellas. Asimismo habla del uso de cocaína en ciertos sectores populares y de los curas villeros que se ocupaban de los pobres como el “padre Pepe”. “Cuando alguno dice que soy un Papa villero, rezo solo para ser siempre digno”, escribió.

En el libro también hace alusión al atentado del que logró salvarse durante su visita a Irak en 2021. La policía de Irak había informado a la Gendarmería vaticana que informaciones de los servicios secretos ingleses habían advertido que una mujer llena de explosivos y un furgón también con explosivos, estaban dirigidos a Mosul para hacerse explotar durante la visita papal. Pero nada sucedió al Papa. Los terroristas fueron hechos explotar por la policía iraquí.

La historia de Papa Francisco

Jorge Mario Bergoglio nació en Buenos Aires, el 17 de diciembre de 1936, hijo de una familia de origen italiano. Su padre había llegado a Argentina escapando del fascismo. Su madre Regina María era argentina pero de padres originarios de Piamonte, como el que sería luego su esposo, Mario Bergoglio.

El futuro Papa Bergoglio se recibió de técnico químico y en 1957, a los 21 años, decidió dedicarse a la vida religiosa y entró en el seminario de los jesuitas. Fue ordenado sacerdote en 1969. Desde 1992 fue obispo de la diócesis de Oca y luego arzobispo de Buenos Aires y presidente de la Conferencia Episcopal argentina. El Papa Juan Pablo II lo creó cardenal en 2001.

Conocido por su adhesión a la “opción preferencial por los pobres”, un principio muy difundido durante el papado de Paulo VI, luego del Concilio Vaticano II que reformó la Iglesia, Francisco eligió su nombre de Pontífice en memoria de San Francisco de Asís (famoso por haber abandonado la riqueza de su familia y haberse dedicado a los pobres). Y apenas entró en el Vaticano como Pontífice en 2013, decidió él mismo vivir más como un sacerdote común y no en los superlujosos departamentos del Palacio Apostólico Vaticano donde antes vivían los Papas. Fue así que decidió vivir en Santa Marta, un edificio con departamentos, siempre dentro del Vaticano, donde se alojan normalmente sacerdotes u obispos que van a estudiar o a cumplir tareas en la Santa Sede.

Un Pontífice lúcido

Francisco es uno de los Pontífices más ancianos que ha tenido la Iglesia después de Leon XIII, que murió a los 93 años en 1903. Pero pese a sus años y sus problemas de salud, sigue estando lúcido aunque a veces por algunos resfríos o gripe -dado que de joven perdió una parte de un pulmón-, ha tenido que disminuir su actividad. Camina poco o lo hace con la ayuda de un bastón, si bien mayormente se mueve con una silla de ruedas. Pero raramente falta a sus citas como el Angelus que los domingos celebra desde un balcón del Vaticano, las audiencias públicas de los miércoles y decenas de otras celebraciones religiosas o audiencias privadas donde recibe a cardenales, sacerdotes, monjas, políticos y autoridades, o simples personas de todo el mundo.

Francisco siempre insiste en que “Se gobierna con la cabeza no con la rodilla”, aludiendo a sus problemas físicos que no le impidieron hacer en septiembre pasado, el viaje más largo de todo su pontificado. Durante 12 días recorrió miles de kilómetros y visitó cuatro países del sudeste asiático: Indonesia, Singapur, Papúa Nueva Guinea y Timor del Este. Pocas semanas después fue también a Bélgica y Luxemburgo. Y ahora a Corcega. Pero de la Argentina no se habla pese a que había dicho él mismo hace algunos meses que estaba pensando en hacerlo este año.

¿Se prepara ya la elección del un nuevo Papa?

Francisco no habla jamás de la elección del nuevo Papa, ni de quiénes podrían ser los candidatos que prefiere o que serían mejores para la Iglesia en este momento. Más bien son los sectores más conservadores de la Iglesia que lo combaten, los que están dando manija a todo esto, haciendo hincapié en las figuras de algunos cardenales que consideran “papabiles”, la mayor parte de ellos europeos como el actual secretario de estado vaticano e italiano Pietro Parolin, el arzobispo de Budapest, Peter Erdó, el cardenal holandés Willmen Jacobus Eijk y el maltese Mario Grech, etc . Mientras Francisco quiere privilegiar más bien una Iglesia menos “eurocéntrica”.

El Papa argentino se ha ocupado de hacer numerosos Consistorios (donde se crean nuevos cardenales), 10 en sus ya más de 11 años de Pontificado, uno más hasta ahora de todos los que hizo Juan Pablo II en 26 años de Papado. Y su idea posiblemente, como hipotizan varios expertos, sería que los nuevos cardenales puedan cambiar la Iglesia, adaptarla a los tiempos que corren y a las necesidades de la gente para que este mundo y la Iglesia no se vengan abajo, el contrario de lo que persiguen los sectores más conservadores.

En total Francisco ha creado 149 nuevos cardenales durante su pontificado. Pertenecen a distintos países del mundo, a veces a regiones muy lejanas de Roma. Pero no por fuerza son “bergoglianos”, como se dice en Italia. El colegio cardenalicio tiene hoy 253 miembros pero sólo 140 de ellos podrían elegir un nuevo Papa porque, al menos hasta ahora, sólo esos 140 tienen menos de 80 años.