La Cámara de Diputados de Brasil aprobó un impuesto mínimo del 15% sobre los beneficios de las multinacionales en línea con la propuesta global impulsada por la OCDE, y el proyecto ahora tendrá que ser discutido en el Senado.

La medida, apoyada por el Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, afectará a las empresas que facturen más de 750 millones de dólares al año en por lo menos dos de los cuatro últimos años fiscales y que en la actualidad paguen menos del 15%.

"Varias naciones ya adoptaron o están en proceso de adoptar reglas semejantes, lo que refuerza la importancia de la adhesión de Brasil a ese movimiento global", afirmó durante el debate el responsable del proyecto de ley, el diputado Joaquim Passarinho.

Según los cálculos del Ministerio de Hacienda, 957 grupos empresariales instalados en el país serán alcanzados por el nuevo impuesto, con el que se espera recaudar 3.400 millones de reales en 2026 (unos 550 millones de dólares al cambio de hoy) y otros 7.300 millones en 2027 en un incremento gradual.

Aunque la mayoría de las empresas en Brasil tiene una carga tributaria superior al 20%, hay una minoría que paga mucho menos debido a incentivos fiscales y desgravaciones, de acuerdo con Hacienda.

El acuerdo impulsado por la OCDE y firmado ya por 140 países fue anunciado en 2021 con el objetivo de combatir la evasión fiscal y complicar las estrategias de las multinacionales para sortear legislaciones nacionales.

Más allá del tributo a las grandes empresas, el Gobierno de Lula ha colocado sobre la mesa la necesidad de establecer también un impuesto mínimo global para los multimillonarios, aunque ese proyecto por ahora no ha salido del papel.