Organizaciones civiles y autoridades llamaron a preservar la memoria en Paraguay, en el 32 aniversario del hallazgo de los "Archivos del terror", que develaron la represión policial en el país y su vinculación con la denominada "Operación Cóndor" impulsada entre las décadas de 1970 y 1980 por las dictaduras en Sudamérica.

El Museo de la Justicia, Centro de Documentación y Archivo para la Defensa de los Derechos Humanos fue escenario de un acto para recordar el 22 de diciembre de 1992, cuando en una instalación de la Policía Nacional en la localidad de Lambaré, vecina a Asunción, fueron descubiertos documentos, registros y objetos de los denominados "Archivos del Terror".

"Estamos mirando con nuestro espejo retrovisor 32 años, 32 años de memoria sostenida, son 32 años del descubrimiento de los primeros documentos, de lo que se denominó inicialmente los 'Archivos del terror'", declaró el director del museo, José Agustín Fernández, quien en 1992 fue el juez que ordenó el allanamiento del inmueble policial.

La operación se puso en marcha en respuesta a un recurso de Hábeas Data -el primero desde su incorporación en 1992 a la Carta Magna paraguaya- que interpuso el abogado y activista de derechos humanos Martín Almada, considerado el descubridor de los archivos y quien falleció el pasado 30 de marzo a los 87 años de edad.

Fernández afirmó que esos archivos tienen un "carácter universal" que los ha llevado a "convertirse en un nodo crucial en la construcción y preservación de la memoria". "Hay un derecho innegable e indiscutible a la verdad, a la justicia, a la reparación y a la no repetición. Nunca más, no es solo un eslogan, es un grito que sube de los muertos a los vivos, que pretende con su fuerza disruptiva condicionar su futuro", agregó el exmagistrado.

Por su parte, el secretario general de la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (Codehupy), Dante Leguizamón, destacó que este archivo permitió confirmar en la justicia internacional "la existencia de una sincronización del terror, una sincronización de las policías del Cono Sur" para "reprimir y para desaparecer personas que luchaban a favor de la democracia y a favor de un país diferente, de una región diferente".

En ese sentido, señaló que la memoria histórica sirve para construir el presente y pensar en un futuro en el que no se repitan hechos "tan terribles y crímenes de lesa humanidad" como los cometidos durante la dictadura.

"Y, principalmente, lo que debemos de mantener es la memoria, es esa memoria histórica
que no debemos olvidar nunca de ese hecho pasado y que no vuelva a ocurrir nunca más", pidió Blanca Florentin, de la coordinadora de la mesa de memoria histórica, durante el acto, que también congregó a víctimas y sus familiares y allegados.