La doctora en física reconocida a nivel internacional Adriana Serquis, quien renunció a principios de año a su cargo como titular de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), afirmó que el plan del Gobierno de Javier Milei en el sector nuclear que anunció el Presidente sin mayores detalles al cumplir un año de su mandato, no solamente es “contradictorio”, sino también “grave”.
“Es la contradicción de no entender o no querer entender la potencialidad más importante que ya tenemos en nuestro país, que es el conocimiento, la trayectoria de 75 años de investigación, desarrollo y aportes que vino haciendo el país con su gente al sector nuclear y la importancia que eso tuvo para el desarrollo de Argentina y para poder sentarse en ciertas mesas estratégicas a nivel internacional”, sostuvo la científica en diálogo con la 750.
“Por eso, desconocer lo que ya existe no solo me parece contradictorio, sino grave. Esto puede ser perjudicial a largo plazo”, advirtió.
Al conmemorar su año de gobierno, por cadena nacional el presidente Javier Milei anticipó que presentará el “Plan Nuclear Argentino”, un proyecto que estará a cargo de su asesor Demian Reidel, quien comunicará más detalles en una conferencia de prensa pautada para el 20 de diciembre. La contradicción, sin embargo, está a la vista: el gobierno busca impulsar el campo nuclear cuando, desde su asunción, lo único que hizo fue desfinanciarlo..
La motosierra a la energía nuclear
La gestión libertaria suspendió la construcción de los reactores Carem y RA-10, cuyas obras estaban cerca de finalizarse; desfinanció los organismos de ciencia y la tecnología que los gestionaban, a partir de una subejecución presupuestaria (fondos que estaban asignados por la Ley de Financiamiento); y provocó la caída del poder adquisitivo de muchos profesionales de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) que, a partir de sus magros salarios, buscan opciones en el exterior.
Para completar el panorama, más de 600 personas fueron despedidas en las compañías tercerizadas que participaban de la construcción de los reactores, y la CNEA acumula deudas millonarias con sus contratistas. Nucleoeléctrica, la empresa que opera las centrales Atucha I, II y III, está siendo sometida a un proceso de privatización, que nadie tiene muy en claro cómo sigue.
“Veríamos con muy buenos ojos que haya un interés que se quiera potenciar y que haya un plan real en el sector nuclear, pero no puede ser sin convocar a los organismos que tienen conocimiento en el tema”, sentenció Serquis.