A pesar de la tensión que despierta en el sector industrial la inminencia del acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, ratificó el rumbo inexorable hacia la firma sin ofrecer detalles ni dar cuenta de las preocupaciones. En el cierre de la Conferencia Industrial de la UIA, Peña reemplazó a Macri, quien fue invitado al evento pero pegó el faltazo. “Tenemos la posibilidad de avanzar en el acuerdo con la Unión Europea. Es una señal de mediano plazo que marca hacia dónde queremos ir como matriz productiva”, dijo Peña, y mencionó varias veces la supuesta predisposición al “diálogo y la búsqueda de consensos”. Los industriales advierten que no reciben información sobre las negociaciones y piden una mayor participación en un tema tan sensible.
Este diario informó sobre una reunión que tuvo lugar hace dos semanas en la sede de la UIA en donde una veintena de dirigentes de diversas cámaras sectoriales enroladas en la central fabril comunicaron al subsecretario de Comercio Exterior, Shunko Rojas, sus preocupaciones sobre el impacto negativo que tendría el acuerdo con la Unión Europea. “El objetivo es perder poco”, dicen en la UIA. Sólo algunos nichos del sector alimentario podrían ganar mercados europeos aunque no la tendrán fácil, porque el Viejo Continente tiene regulaciones muy complicadas de sortear.
“Vamos a llevar adelante un país que quiere ser global, quiere ser protagonista. Sin buscar falsos liderazgos, llenos de egos, sino sintiéndonos protagonistas sanos. Encerrarnos nos ha hecho daño, y la inserción internacional nos abre una oportunidad. Esperemos que en diciembre podamos tener novedades positivas del ingreso del país a la OCDE. También tenemos la posibilidad de avanzar en el acuerdo con la Unión Europea. Es una señal que marca hacia dónde queremos ir”, dijo Peña.
El acuerdo con la UE tiene varios capítulos. Uno de ellos es la eliminación masiva de aranceles, que se haría de manera progresiva. Los primeros bolsones de posiciones arancelarias a liberar serían los que no tienen producción local, hasta llegar, pasados los diez años, a los productos “sensibles”. Pero, además, están las compras públicas y la política de patentes, que también encienden luces de alarma entre los industriales. Hay un apartado del acuerdo dedicado a las compras públicas, por el cual las empresas europeas podrían tener igual trato que las nacionales. En tanto, los laboratorios están en pie de guerra contra el acuerdo porque los europeos quieren extender las patentes de los medicamentos.
El presidente de la UIA, Miguel Acevedo, no se refirió directamente al acuerdo aunque pidió al Gobierno “encarar el equilibrio entre exportaciones e importaciones y la puesta en práctica de políticas sectoriales industriales”. Entre los economistas hay consenso en que el acuerdo con la UE va a profundizar el déficit comercial. Acevedo brindó apoyó lateral a la reforma laboral. “Bajar el componente no salarial del costo laboral no significa perjudicar al trabajador, al contrario, es mejorar las condiciones para producir más y mejor. Producir es generar empleo”, dijo.
Por su parte, el economista jefe de la UIA, Diego Coatz, analizó que la industria “está mejor pero con heterogeneidades”. Detalló que entre enero y octubre los sectores de insumos de la construcción, despachos de cemento y acero muestran un avance del 11 por ciento, mientras que madera y muebles, caucho y plástico, automotriz, alimentos y metalmecánica registran una suba del 2 por ciento. En cambio, farmacéuticos y químicos, papel y cartón, edición e impresión y textil e indumentaria caen un 4 por ciento.
Coatz también resaltó que “las tasas elevadas de interés presionan aun más al sector real” y que “hay una necesidad de contar con líneas de financiamiento productivo para pymes”. Sobre el mismo punto hizo eje en la apertura del evento Eduardo Nougués, de azucarera Ledesma, al criticar la política monetaria de Federico Sturzenegger y la decisión oficial de reducir progresivamente la línea de crédito para la producción que los bancos privados otorgan por regulación del Banco Central.
“A partir de la convalidación de los votantes se abrió una nueva etapa. La de los consensos básicos, el acuerdo fiscal y el acuerdo de cómo salir de la pobreza con la generación de empleo privado, para eso es la otra agenda de reformas en las que hemos ido avanzando. Construir consensos implica decir verdades incómodas”, cerró Peña. No detalló cómo la rebaja de los aumentos jubilatorios vendría a ayudar a la generación de empleo.