Sergio Orozco mueve sus dedos flacos con nerviosismo. Usa frases para parecer formal: "cabe destacar", "cabe aclarar". Pide disculpas a cada rato por ciertas imprecisiones. Está en plena declaración como testigo ante el Tribunal Oral Federal 6 (TOF6) que juzga el intento de magnicidio contra Cristina Fernández de Kirchner. Será el último en testificar este año: las audiencias se reanudarán recién Le dicen "Checho" y fue también uno de los vendedores de copos de azúcar del grupo que manejaba Gabriel Carrizo, acusado como partícipe secundarioel departamento donde vivía Orozco con su mamá en Barracas era donde se juntaban los llamados "copitos" y donde tenían la máquina para hacer algodón de azúcar.Funcionó como una base de operaciones.