Tras la expulsión de Edgardo Kueider, el peronismo apunta contra quien considera el "jefe de la banda": el senador correntino Carlos "Camau" Espínola. El compañero de bancada de Kueider que, al igual que el entrerriano detenido en Paraguay, ingresó al Senado en una boleta del Frente de Todos y, luego, pasó rápidamente a engrosar la fila de los aliados de Javier Milei. Fue el otro voto clave para la aprobación de la Ley Bases y fantasea, ya públicamente, con ser el candidato a gobernador de La Libertad Avanza en Corrientes el próximo año. El miércoles, incluso, anduvo de paso por Casa Rosada y se reunió con funcionarios nacionales que digitan los amados electorales de 2025. El peronismo lo tiene en la mira y trabaja en una presentación judicial para investigar la presunta compra de votos en el marco de la sanción de la Ley Bases.
Tarde a la noche, cuando ya no quedaban legisladores en el Congreso, los alrededores del Palacio comenzaron a cubrirse de afiches con el rostro de Espínola que decían "Camau devolvé la banca". Y, abajo de todo, la aclaración: "Jefe de la banda". Un mensaje teledirigido a Espínola que, desde que Kueider fue detenido intentando pasar más de 200 mil dólares en la frontera con Paraguay, Unión por la Patria insiste que es el verdadero alfil del gobierno libertario en el Senado.
El segundo voto de la Ley Bases
"A las 10 de la mañana del día de la votación de la Ley Bases, Kueider me decía que votaba conmigo. A las 11 qué votaba con ustedes. ¿Qué le dieron a Kueider para cambiar de opinión? Él me decía que tenía que hablar con Camau que era su socio, su jefe, ¿qué quieren que yo piense de Camau? ¿Por qué hizo esto? ¿Por qué maneja las cosas que maneja? La Ley Bases es una ley corrupta. Se compraron votos", advirtió José Mayans en la sesión de la semana pasada, cuando casi todo el recinto acompañó la decisión de expulsar a Kueider. De los cinco votos en contra, solo Camau Espínola y Carmen Álvarez Rivero (PRO alineada con el gobierno) amagaron con protegerlo. "Es el senador Kueider quien tendrá que dar explicaciones, pero pareciera que todos los senadores son lo mismo", intentó argumentar, entonces, Espínola. Del otro lado del recinto, Mayans lo fulminó con la mirada y le gritó: "No, no todos".
Desde entonces Unión por la Patria viene fijando la mira en Espínola, a quien acusan de conducir la "bandita" que "vendió" sus votos para la sanción de la Ley Bases. Fueron, en efecto, los votos de Kueider y Espínola, ambos exfrentetodistas, los que habilitaron el empate que le permitió a Victoria Villarruel intervenir y fallar en favor de la ley. Desde entonces, ambos senadores sostienen un vínculo fluido con la Casa Rosada. Kueider era el elegido por Santiago Caputo para ocupar la comisión bicameral de Inteligencia, mientras que Espínola ostentaba la autoridad de ser el guardián de los pliegos de los candidatos para la Corte Suprema.
La legisladora bonaerense Teresa García, que también es interventora del PJ correntino explicó claramente las sospechas que tienen en el peronismo. "Su vínculo con Kueider era muy cercano, funcionaban juntos como tándem en el Senado. Así que nosotros vamos a seguir ahondando en este tema porque no creemos que haya sido casualidad cómo votó la Ley Bases", explicó.
El formato todavía se está analizando, pero el interbloque peronista en el Senado ya comenzó a recopilar información y pretende hacer una presentación para que se investigue si hubo algún vínculo entre la aprobación de la ley más importante de Milei y el enriquecimiento de Kueider, por un lado, y las pretenciosas electorales de Espínola, por el otro. En el peronismo esperan pacientes. "A Kueider le van a dar ocho años en prisión. Y ahí va a empezar a cantar", anticipa un referente de peso en el PJ nacional.
A su vez también está la posibilidad de UxP de sumar una banca como ocurrió con la de Kueider. Expulsado el entrerriano, ingresará en su lugar la camporista Stefanía Cora en la próxima sesión que convoque el Senado. El reemplazo de Espínola también sería una dirigente camporista: Ana Almirón, quien ya fue senadora nacional y, de asumir, tendría mandato hasta 2027. "La banca le corresponde al partido, no a Camau", insisten.
Pintado de violeta
Mientras avanza la causa judicial contra su ex compañero de bloque, Espínola se mueve ya sin tapujos como candidato libertario para competir por la gobernación en 2025. "Estamos en un proceso, me encantaría poder arreglar o coordinar y ser parte de una sumatoria de espacios", reconoció, en diálogo con un medio correntino, cuando le consultaron si se presentaría a las elecciones a gobernador dentro de una lista de La Libertad Avanza. "Si vamos todos por el mismo camino, por supuesto", insistió.
Además de esas declaraciones, Camau pasó al mediodía por la Casa Rosada y se reunió con el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, su mano derecha, Lisandro Catalán, y "Lule" Menem, la mano derecha de Karina Milei. Lo acompañaba el senador salteño Juan Carlos Romero, otro aliado del oficialismo. En la misma Casa Rosada, el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, y la ministra de Seguridad, Particia Bullrich, daban una conferencia de prensa. Entre el público invitado estaba Sandra Arroyo Salgado, la jueza que investiga a Kueider. A unas cuadras, el centro porteño estaba empapelado con su cara y la misma advertencia, una y otra vez: "Camau devolvé la banca".
El blanqueo de la alianza con los libertarios fue el reconocimiento público de algo que se viene gestando hace meses en la provincia, que deberá elegir el año próximo al sucesor de Gustavo Valdés (un gobernador radical de buena sintonía con Milei). Oficialmente, LLA tiene candidato propio: el diputado Lisandro Almirón. Sin embargo, Espínola viene conversando sobre la posibilidad de ser él el candidato de Milei. "No va a ser candidato, está buscando salvarse", deslizan en LLA, pero el radicalismo observa con atención los movimientos de quien considera que será su principal competidor.
El exregatista olímpico ya intentó competir por la gobernación en 2013 y 2017 y falló. En ambas elecciones encabezó una alianza peronista amplia, con el kirchnerismo incluido. En el medio coqueteó con Mauricio Macri, se peleó con Cristina Fernández de Kirchner y, finalmente, en 2021, se amigó y compitió para senador nacional dentro de una boleta del Frente de Todos. Amigo de Daniel Scioli, Espínola fue, durante los primeros años de gobierno frentetodista, enemigo del camporismo y estuvo alineado con el ala más "albertista" del gobierno. Al igual que Kueider. Ya en 2023, los dos senadores decidieron romper con el bloque y armaron Unidad Federal.
El radicalismo, que viene sosteniendo una interna sanguinaria entre Valdés y su predecesor, Ricardo Colombi, observa que Espínola podría ser un competidor más difícil que Almirón. Le reconocen una base del 15 por ciento de intención de voto que, especulan, se inflaría con el respaldo de Milei. En el PJ tienen una mirada distinta. Las encuestas que manejan le dan que Almirón tiene mucho mayor desconocimiento (54 por ciento), pero que Espínola arrastra una mayor imagen negativa. "Camau no es el mejor candidato del gobierno. Tiene demasiado conocimiento, todos se acuerdan que estuvo con Néstor, Cristina, Macri, Massa y después Alberto, y ahora Milei", analiza uno de los armadores del peronismo en la provincia. Por lo pronto, Camau Espínola ya se mueve con comodidad en las aguas libertarias.