El consejo directivo de la CGT definió lo que ya había acordado 24 horas antes cuando se reunió la mesa chica de la conducción. Esto es, el rechazo total al proyecto de reforma previsional y la reafirmación de lo acordado con el gobierno en lo que hace a la reforma laboral. Sobre este último tema, la conducción mantiene la esperanza de poder corregir todavía algunos artículos pero ya durante el debate parlamentario. Pero esta definición no fue tan sencilla porque para ello el triunvirato necesitó casi tres horas de debate interno que incluyó la marcha que realizarán hoy sectores sindicales. Si bien durante la conferencia de prensa posterior los triunviros se negaron a hacer algún tipo de comentario, al final Héctor Daer indicó que la CGT por ahora “no tiene una agenda de protestas”.
Fue una reunión complicada porque la resolución de la negociación de la reforma laboral no terminó de convencer a todos los integrantes del consejo directivo. Sobre todo porque el acuerdo inicial que había consensuado los dirigentes sindicales era no permitir modificaciones a la Ley de Contrato de Trabajo (LCT) y los Convenios Colectivos. Sin embargo, el gobierno lo intentó y el triunvirato junto a otros sindicalistas logró anular varios artículos perjudiciales pero igual sobrevivieron algunas modificaciones.
Uno de los que ayer expresó con más intensidad esas diferencias fue Facundo Moyano, quien pidió que “alguien me explique qué tiene de beneficioso para el trabajador lo que quedó de la reforma laboral”. Es más, buscó saber cuál puede ser el costo político que tendría la central obrera de oponerse a la reforma. Según el representante de los trabajadores del Peaje nadie le respondió. En cambio, dirigentes cercanos a la conducción dijeron que las respuestas que le dieron lo dejaron sin argumentos.
Este tema habilitó la discusión de la marcha de hoy donde Pablo Moyano figura como organizador y convocante. Las críticas no sólo provinieron de quienes habitualmente rechazan la postura del camionero sino incluso de algunos de sus aliados como el titular de Seguro, Jorge Sola, quien le recriminó a los hermanos Moyano el no alinearse con lo que se acuerda en el CD: “Acá adentro hay mil voces pero hacia afuera debe haber una sola”, le dijo. Una postura que no fue acompañada por el metalúrgico Francisco “Barba” Gutiérrez quien postuló, sin éxito, que se habilitara la libertad de acción para los gremios que quieran sumarse a la marcha. De hecho el propio Gutiérrez participará de la movilización junto a varias de las seccionales de la UOM. Los triunviros no aceptaron esa posibilidad y hasta le criticaron al metalúrgico el “flyer” que publicó la UOM Quilmes convocando a marchar y que incluyó el logotipo de la CGT.
Pablo Moyano no participó de la reunión. En su lugar estuvo Omar Pérez, quien se limitó a informar que por decisión de las bases el gremio organizó la movilización. Si bien esto bien lo podría haber hecho Moyano, lo cierto es que al comunicarlo Pérez evitaron que el resto de los miembros del CD se les ocurriera debatirle la decisión que podría haber derivo en una votación no favorable para el camionero.
En rigor, la posibilidad de otorgar libertad de acción no perjudica en nada de la conducción cegetista. En todo caso, lo que sí puede llegar complicarle su autoridad política es la posibilidad de que la movilización sea multitudinaria donde se vean banderas de sindicatos de la CGT e incluso de regionales que integran la central obrera.
Donde no hubo discrepancias es en el rechazo a la reforma previsional. Ahí no hubo fisuras. Cuando finalizó la reunión el triunviro Juan Carlos Schmid aseguró la central obrera “ratificó su rechazo a la reforma previsional en todos sus términos, y su oposición a las modificaciones fiscales acordadas”. En tanto, Daer aprovechó para enviar un mensaje al senador Miguel Pichetto, que había reclamado unidad de criterio en la CGT sobre la reforma laboral: “Estamos todos de acuerdo” dijo y advirtió que ahora la suerte del proyecto “queda en manos de los legisladores”. Eso sí, reconoció que todavía hay “matices y detalles del proyecto sin resolver” que quieren conversarlos con los senadores.