Una batalla campal entre vecinos de barrios de la ciudad de Orán (cabecera del departamento homónico y segunda ciudad más importante de la provincia) y la Gendarmería Nacional se desató ayer tras la muerte del trabajador de frontera Fernando Martín Gómez, quien falleció en la madrugada tras recibir un disparo. 

Gómez, de 27 años, era padre de 3 hijos de uno, tres y seis años de edad, y compartía una casa humilde en la que vivían 12 personas, en el barrio Libertad. En una zona donde las fuentes de trabajo son limitadas, el paso de las hojas de coca además de otras mercaderías, era la actividad que le permitía llevar un ingreso para su familia. 

Los incidentes que ayer alcanzaron una tensión máxima en esta zona de frontera se desataron en la madrugada de ayer, cuando la Gendarmería realizaba un operativo de control en el marco del llamado Plan Güemes. No se sabe con certeza qué pasó en esas circunstancias pero los uniformados reprimieron a los pasadores de hojas de coca  que en principio se dispersaron pero luego, al advertir el deceso de Gómez y que había otros heridos, algunos de gravedad, respondieron arrojando piedras a los gendarmes.

La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, en su red social X, bajo el título “Fronteras blindadas en Salta: a fondo contra los narcos”, celebró la actuación de la fuerza de seguridad de fronteras: “en Orán-Aguas Blancas, narcos violentos atacaron a Gendarmería porque no soportan que se les terminó el negocio. Quisieron cruzar cargamentos ilegales por pasos clandestinos y, al ser interceptados, respondieron. Pero quedó claro: no pasa ni un gramo más de droga por nuestras fronteras. Los gendarmes frenaron el ataque, controlaron la situación y aseguraron 22 bultos sospechosos. Es claro: el Plan Güemes les está cortando el negocio. Se les terminó”, aseguró. 

“Yo lo único que quiero es justicia, porque ellos dicen que mataron a un narco y quiero que se acerque a ver la supuesta ministra”, respondió Gabriela, concuñada del fallecido, en declaraciones al diario El Tribiuno. Y aclaró lo que cualquiera sabe, aún sin conocer esta zona del Trópico de Capricornio: “No todo el mundo trabaja con esa maldita droga”. 

Junto a Sandra, esposa del fallecido, mostraron la humilde casa en donde viven. “Desde las 3 lo tuvieron (al cuerpo de Gómez) tirado en la 28”, dijeron en referencia al puesto de Gendarmería donde acontecieron los hechos durante la madrugada.

“Sabíamos que el Plan Güemes iba a traer estas consecuencias. Hay un cambio rotundo, se controla y sobre todo,. se combate contra el narcotráfico”, respondió ayer por su parte el gobernador Gustavo Sáenz cuando se lo consultó sobre los incidentes. 

La muerte de Gómez

La información oficial indica que en la madrugada de ayer personal de Gendarmería Nacional de Orán y Aguas Blancas (último municipio de frontera que linda con la ciudad de Bermejo, en Bolivia), en inmediaciones del sector conocido como “La Isla” a la vera del Río Pescado, se detectó a un “gran número de bagayeros”, quienes al notar a los gendarmes abandonaron sus bultos y escaparon al monte, “por lo que los uniformados procedieron a su levantamiento”.

En este punto, el periodista Samuel Huerga, que viven en Orán, explicó que en más de una ocasión los llamados “coqueros” o “chancheros”, como se los conoce, dejan las hojas de coca como “una ofrenda”, y del total siempre suele quedar un porcentaje para la Gendarmería. Los pasadores vuelven después y retiran lo que queda de la mercadería y se la llevan sin mayor problema.

El parte oficial, en tanto, afirmó que, cuando los uniformados levantaban los bultos abandonados “fueron atacados a pedradas” y “repelieron la agresión con detonaciones de municiones anti tumulto, con lo cual se logró dispersar a los belicosos”. Tras esta situación, se indica que un grupo de bagayeros trató de “tomar” el Puesto 28 de Gendarmería haciendo “alusión del fallecimiento de una persona”. Nuevamente se “disipó el ataque” con “disparos con municiones de posta de goma”. Después de estos incidentes se confirmó la muerte de Gómez y la internación de otros heridos.

Por ahora la investigación está en manos de la fiscalía federal de Orán, cargo de la fiscal interina María del Carmen Núñez y de su par de Tartagal, Marcos Romero.

“Aparentemente hubo una perforación de pulmón y de la arteria aorta”, dijo a Salta/12 Pablo Cardozo Cisneros, quien se constituyó como querellante en representación de la familia de Gómez. El abogado afirmó que en el lado derecho del cuerpo se encontró un perdigón que causó la muerte. Además, el fallecido tenía otro impacto en la pierna, pero en este caso, el elemento que lo hirió entró y salió.

Con una bala en la cabeza y respirador

El Ministerio de Salud Pública de Salta informó anoche que en el Hospital San Vicente de Paul de Orán se recibió a unos 25 heridos desde las 4 de ayer, tras los hechos acontecidos entre gendarmes y bagayeros.

Algunos pacientes debieron ser evacuados por vía aérea y se coordinó el traslado terrestre de otros a través de las ambulancias de las zonas operativas del norte de la provincia.

En el detalle se indicó que un herido con bala en el abdomen escapó antes de ser identificado. Otro herido en la misma situación fue operado y está en recuperación. Hay una persona con una bala en la cabeza que está en terapia intensiva y con respirador artificial. Son cinco los heridos con traumatismos oculares que fueron derivados al Hospital San Bernardo de la ciudad de Salta para su atención. Otro herido tiene fractura de cráneo y se encuentra estable pero en terapia intensiva.

Además, 13 gendarmes y tres policías sufrieron traumatismos. Solo dos quedaron en observación.

Se indicó que durante el conflicto se registró “el secuestro de una ambulancia con su chofer y enfermera a bordo. La ambulancia y su personal ya fueron recuperados”.

Coqueros y roperos

“Ellos son coqueros. Y estamos nosotros que somos roperos”, dijo Elena Reynoso, una de las referentes de los trabajadores de frontera al diferenciar las actividades, incluso por el horario de trabajo. Los que pasan coca suelen hacerlo en horario nocturno. Los que pasan ropa, comestibles, o hasta electrodomésticos, lo hacen entre las 8 y las 14. 

Reynoso dijo que al menos siete mil personas subsisten con este trabajo informal en todo el departamento Orán. Es un trabajo extenuante que suele dejar secuelas para quien lo realiza por años. 

Tras la muerte de Gómez ayer se inició un corte sobre la ruta nacional 50 pero a la salida de Orán en dirección a Aguas Blancas. La manifestación empezó a las 11 y no se levantó hasta pasadas las 20. La medida generó una extensa cola de vehículos que tenían el propósito de llegar a la frontera.

En el medio, se generó una batalla campal entre los vecinos de los barrios Libertad, Caballito y 200 Años, que enfrentaron la represión de Gendarmería, a cuyos integrantes se los vio retroceder en medio de las piedras que tiraban los vecinos  la vez que se defendían con chapas de las “balas anti tumulto”.

Según contó Huerga, hubo muchos heridos, pero decidieron no ir al Hospital San Vicente de Paul, dado que “temían llegar y ser detenidos”.

Ayer se informó que los fiscales Núñez y Romero se presentaron ante los manifestantes que aún se concentraban cerca de ruta 50 y se llegó a un acuerdo para que se levantara por ahora toda posibilidad de protesta. 

Una discusión latente

El corte de ruta fue sentido ayer en el pueblo de Aguas Blancas, cuya actividad tiene como eje el comercio de frontera.

“La situación está tensa”, dijo a este medio el concejal de ese municipio, Fabián Gutiérrez, al sostener que se calcula que en el departamento Orán ocho mil familias subsisten con el trabajo de frontera. Estas localidades centran su actividad económica en el flujo de personas que pasan al vecino país para el intercambio comercial en la ciudad boliviana de Bermejo.

Gutiérrez dijo que desde que se inició el Plan Güemes hubo algunas afectaciones a la población local, como largas filas para pasar de uno y otro lado, además de la falta de aplicación de las normas de trato diferenciado a ciudadanos que residen en la cercanía de las fronteras. 

Mientras, los graves incidentes de ayer y su contexto vuelven a plantear la discusión siempre latente de la legalización del paso de hojas de coca. 

La Ley 23.737 en su artículo 15 establece que: "la tenencia y el consumo de hojas de coca en su estado natural destinado a la práctica del coqueo o masticación, o a su empleo como infusión, no será considerada como consumo de estupefacientes". 

Ya en 2020 los por ese entonces diputados nacionales por Salta en la bancada de Juntos por el Cambio Miguel Nanni, Virginia Cornejo (actual directora nacional de Control de Fronteras) y Martín Grande, presentaron una iniciativa para regular la importación y comercialización de la hoja de coca en el norte argentino. Ya en aquel momento se ponderaba el gran volumen de dinero que generaba la comercialización de este insumo.