Aquellos guardapolvos blancos de los botones transparentes

que cubren e igualan las diferencias en las queridas escuelas fiscales.

Aquellos guardapolvos blancos de los botones transparentes

que generosos, ocultan las roturas, los agujeros

las prendas desgastadas, usadas, manchadas, la pobreza.

Y también la abundancia, la ostentación

en prendas de marca, nuevas, costosas, impecables.

Aquellos guardapolvos blancos

que se quedan sin botones en los recreos,

porque los mismos vuelan por los aires, al jugar los chicos y chicas

en ese mundo mágico que es la escuela.

Aquellos guardapolvos blancos de los botones transparentes,

que a veces para algunas familias, son los únicos en todo el año,

y perder los botones es un problema serio,

en cambio para otras, hay varios de repuestos sin importar el costo.

Pero de alguna manera, todas las familias se las ingenian para que al día siguiente

sus hijos luzcan los guardapolvos blancos con sus botones transparentes

A veces, deben durar toda la semana,

y llegan los pobres manchados, sucios, descosidos al día viernes.

Aquellos guardapolvos blancos de los botones transparentes

Que tal vez vinieron junto a una mochila a comienzos del año

que obsequió la mutual, la cooperativa, el gremio o la empresa a quienes lo necesitan.

Aquellos gurdapolvos blancos de los botones transparentes

que se forman en fila para izar la bandera y cantar el himno Nacional,

y recibir luego el buen día de la directora o de la seño.

Aquellos guardapolvos blancos de botones transparentes

que miran firmes la bandera y sueñan con mil batallas por un mundo mejor

Aquellos guardapolvos blancos de botones transparentes

que saltan de alegría cuando toca el timbre de salida

y se forman, y salen contentos a la calle para abrazar a sus familias.

Aquellos guardapolvos blancos de botones transparentes

que protegen, que cuidan e igualan a tantos niños y niñas

como lo hace desde siempre la escuela , ese lugar sagrado donde habitar.

*Profesor. Presidente ONG “Si nos reímos, nos reímos todxs”