Tras el trágico choque del avión privado Challenger 300 contra una vivienda en la localidad bonaerense de San Fernando, en el que murieron el piloto y copiloto de la aeronave, se confirmó que la casa en la que impactó será demolida, ya que corre peligro de derrumbe.
Desde las primeras horas de este jueves una grúa se prepara en la zona donde está la casa para iniciar su demolición, ya que la estructura de la vivienda quedó agrietada y presentaría un riesgo de derrumbe inminente para sus habitante.
La propietaria contó a un medio televisivo que se estaba bañando cuando el avión impactó su casa. "No se vino abajo, pero está toda agrietada", explicó la mujer. Además, describió que fue en su dormitorio —donde también duerme su bebé— donde "explotó todo".
Los vecinos de la cuadra tuvieron que ser evacuados por precaución y fueron alojados en una sociedad de fomento de la zona.
Por otro lado, tras la remoción de los cuerpos del piloto y copiloto fueron trasladados a la morgue para el inicio de las autopsias correspondientes.
Los resultados de la necropsia buscarán arrojar si alguno de ellos sufrió algún problema de salud previo a que se estrellara la nave. Una evaluación preliminar realizada por el personal de la Policía Federal planteó la posibilidad de que ambos hayan muerto por una asfixia provocada por la inhalación del monóxido de carbono que se acumuló en el interior del avión.
Cómo ocurrió el accidente
El avión Bombardier Challenger 300, matrícula LV-GOK, que era propiedad de la familia de Jorge Brito —dueño del Banco Macro y presidente de River Plate—, se estrelló este miércoles al mediodía contra una casa en la ciudad de San Fernando.
La aeronave había despegado desde la ciudad uruguaya de Punta del Este y buscaba aterrizar en el aeropuerto local cuando ocurrió el accidente. Por el choque fallecieron el piloto, Martín Fernández Loza, y el copiloto, Agustín Orforte. El primero, de 44 años, tenía una amplia trayectoria en aviación ejecutiva; mientras que el segundo, de 35, contaba con varios años de experiencia en vuelos privados. Afortunadamente, las personas que vivían en las casas afectadas lograron salir ilesas.
Aún se están investigando las causas del accidente que conmociona a la comunidad local y que generó preocupación sobre la seguridad aérea en la región.
Las autoridades iniciaron una investigación para determinar los factores que llevaron a la aeronave a no alcanzar su destino y los posibles problemas técnicos que pudieron haber influido en esta tragedia.
El caso será investigado por la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, titular del Juzgado Federal N°1 de San Isidro.
