Un primigenio lío legal había obligado al trío a cambiar tempranamente su nombre. No podía llamarse Animal a secas como era el deseo primal, y la alternativa no tardó en llegar: punto después de cada letra, mayúsculas y un nombre total que entró. Con fórceps, pero entró: A.N.I.M.A.L. (Acosados nuestros indios murieron al luchar) que derivaría luego en nombre del disco debut. Primera data madre del trío en sus inicios, además de la pronta entrada de Marcelo “Corvata” Corvalán por el ex Violadores Robert "Polaco" Zelazek al bajo. Segunda: la edición del disco que origina la charla con Andrés Giménez, líder y fundador del grupo: Fin de un mundo enfermo. La tercera es que entonces Martín Carrizo se había sentado a la batería en lugar de Aníbal Alo y que el trío, más pesado aún que año atrás, consolidaba al indio americano como tópico de canciones, caso el clásico “Solo por ser Indios”, caso “Hijos del sol”.
“Pasaron 30 años y siento que es un disco súper vigente, que marcó un antes y un después en nuestra carrera y en la escena de metal latino cantada en habla hispana”, afirma el guitarrista, compositor y cantante, justamente ante la inminencia del “show despedida” de Fin de un mundo enfermo, que ocurrirá este sábado 21 a las 20 en el Teatro Vorterix (Lacroze y Álvarez Thomas), y será a su vez punto de partida de una gira por Latinoamérica destinada a festejar la larga vida de la banda. “Tanto en lo lírico como en lo musical, dejamos plasmada una gran obra que hasta el día de hoy late en nuestros corazones, y en el de muchos que como nosotros que buscan esa revolución musical, sentimental, espiritual, emocional a lo largo de sus vidas por medio de la música”, insiste Giménez. El plan de la banda es recrear los once temas en su orden original, y dedicar el resto del show a volver sobre 16 piezas de otros discos.
Otra arista es que ya no son “Corvata” y Carrizo la base rítmica de Fin de un mundo enfermo, como fue cuando su concepción, sino Cristian “Titi” Lapolla, en bajo y voz, y Marcelo Castro en batería y percusión. “Marcelo y Titi son A.N.I.M.A.L hace ya más de 20 años y ellos tienen el lenguaje del grupo dentro suyo, como yo. Fue hermoso revivir esta obra, esta gran emoción juntos… Nada se hace difícil cuando todos amamos lo que hacemos y donde lo hacemos, y A.N.I.M.A.L es nuestra familia, nuestra vida, nuestro estilo de vida”, legitima Giménez.
-Indudablemente, al retomar el disco se te habrán cruzado muchas emociones respecto de Martín Carrizo, baterista de Fin de un mundo enfermo, que partió de este mundo en 2022. ¿Qué remueve en vos su ausencia?
-Martín fue y será mi hermano. Es imposible no recordarlo en cada show, en cada momento que tocamos estas canciones. Fue hermoso y es hermoso que su hijo Benjamín suba a tocar, a celebrar con A.N.I.M.A.L. como lo está haciendo en cada show. Son momentos únicos donde la emoción todo lo puede. Momentos inolvidables que no se borran jamás.
-¿Hubo algún atisbo de acercamiento con “Corvata”, el otro protagonista del disco original, para que esté presente en este show?-Si, lo invité. Pero él toca con su banda y soy muy respetuoso de eso… No se pudo hacer realidad. De hecho, cuando tocamos este disco la otra vez en el Teatro de Flores, le pedí que hiciera un vídeo saludando a los chicos y agradeciendo esta celebración, y me lo envió. Lo proyectamos y fue una gran emoción para todos que él estuviera presente por medio de ese vídeo.
-¿De qué maneras volviste a familiarizarte con el disco? Con sus letras, sus músicas, su época...
-Fue algo hermoso volver a reencontrarse con todo lo que simboliza este gran disco. Muchas emociones, muchos momentos vividos, recuerdos y lo más hermoso, claro, volver a tocar en vivo estas canciones históricas, además de estar agradecidos de poder estar vivos después de 30 años para celebrar. Siempre fuimos una banda de decir lo que sentimos y en ese momento (principios de los '90) sentíamos que podíamos aportar, desde nuestro mensaje, una actitud diferente luchando por ideales claros como la defensa indigenista, el compromiso de dejar en claro valores que en la vida muchas veces de pierden. Hablo del respeto y de la fraternidad. Hoy, A.N.I.M.A.L. sigue firme con esa palabra. Es algo que no vamos a callar jamás porque lo injusto no claudica.
-A propósito, nunca hubo un fin a ese mundo enfermo, más bien lo contrario. ¿Estás de acuerdo?-Para nosotros existió ese fin de un mundo enfermo y luchamos por un mundo mejor, pero lamentablemente para otros jamás dejó de existir, porque no quieren que eso suceda. Prefieren el poder sucio en un mundo que cada vez más es de unos pocos que juegan con los valores de todos. Pero nuestra voz no callará.
Por eso es que el trío, además de la gira prevista por el continente americano, acaba de grabar un nuevo disco, el décimo a la fecha, que verá la luz entre enero y marzo. Tal tendrá Lado A y B, a la vieja usanza, y su edición será “por lado”: el A en 2025 y el B en 2026. “Es un disco totalmente análogo… Vieja escuela en sonido y composición, en busca de retornar a nuestras raíces. Creo que el haber celebrado Fin de un mundo enfermo también hizo que volvamos a esta forma análoga de trabajo, grabación y composición”, concluye Giménez.