A medida que el final del año se acerca, también lo hace la tensión en el sector aeronáutico. Los gremios que nuclean a los trabajadores de Aerolíneas Argentinas reiteraron su pedido de una nueva reunión para actualizar las paritarias, pero el Gobierno parece tener otras prioridades. Es que en lugar de abordar el reclamo de los trabajadores, optaron por postergar cualquier negociación. Mientras tanto, los salarios de los empleados pierden poder adquisitivo a causa de la inflación, y la incertidumbre crece. ¿Está el Gobierno empujando a los trabajadores hacia las medidas de fuerza?
En un comunicado oficial, los sindicatos que agrupan a los empleados aerocomerciales —APA, APLA, UPSA y Aeronavegantes— solicitaron el pasado miércoles, la reapertura de las discusiones salariales. En la nota, subrayaron la necesidad de recomponer los salarios, que fueron devorados por la inflación "Esperamos una respuesta positiva", dijeron los gremios, pero la respuesta que han recibido hasta ahora es la de un rotundo silencio.
"Seguramente responderemos la nota, pero no habrá llamada para paritarias", confirmó una fuente del Gobierno a Página 12, dejando claro que no habrá negociaciones antes de fin de año.
Sin acuerdos a la vista
En noviembre, el Gobierno y los gremios aeronáuticos alcanzaron un acuerdo salarial que estipulaba un incremento del 16% para el período junio-noviembre. Sin embargo, con el cierre de 2024 a la vista, los trabajadores siguen esperando una actualización que, hasta el momento, parece lejana.
Según señalan desde la empresa, aún no se dispone de cifras definitivas sobre la inflación de diciembre, lo que imposibilita cualquier tipo de revisión salarial. Pero, entonces, la pregunta sigue siendo la misma: ¿por qué esperar a que se cierren las cifras para sentarse a negociar un aumento que ya se sabe insuficiente?
El contexto económico no ayuda. Los gremios aseguran que, si bien el acuerdo de noviembre representó una mejora, este fue rápidamente absorbido por la inflación.
El reclamo no se limita a los dos meses perdidos, sino que también incluye una actualización que permita anticipar el próximo año, donde las proyecciones salariales aún son inciertas. Y aquí surge un nuevo obstáculo: las paritarias del 2025 siguen congeladas, ya que el ministro de Economía, Luis Caputo, fue tajante al declarar que no se homologarán aumentos superiores al 1%, lo que pone aún más presión sobre los gremios.
Resolver el conflicto o dejar que estalle en temporada alta
La inacción del Gobierno y la falta de respuesta a los reclamos se traducen en un creciente malestar entre los trabajadores, que se sienten atrapados en un círculo vicioso de promesas vacías y salarios que pierden valor día a día.
La situación se vuelve aún más delicada ante la proximidad de la temporada alta de vacaciones, cuando la demanda de vuelos se dispara y cualquier interrupción en el servicio puede generar un caos en los aeropuertos del país.
El Gobierno se encuentra, entonces, ante una presión doble: por un lado, necesita evitar el descontento social, y por otro, tiene la urgencia de resolver el conflicto salarial antes de que las medidas de fuerza se materialicen en pleno período vacacional.
En este escenario, la pelota sigue estando en el campo del Gobierno. A pesar de las múltiples solicitudes de reunión y las advertencias de los gremios, la postura oficial parece mantenerse firme: las paritarias no son una prioridad en este momento y, por lo visto, cualquier reclamo es percibido como "excesivo".
Si esta falta de respuesta persiste, la pregunta que queda flotando es inevitable: ¿está el Gobierno empujando a los trabajadores del sector aeronáutico hacia una nueva etapa de conflictos abiertos?