Los docentes y los profesionales de la salud manifestaron su malestar por quedar afuera del pago extra que recibirán todos los empleados públicos de la administración central. Desde Amsafé Rosario lo definieron como “un nuevo ataque” contra los docentes. “Ese bono se tiene que pagar al conjunto de los trabajadores del Estado provincial y tiene que ser un pago remunerativo que haga los aportes correspondientes”, sostuvo Juan Pablo Casiello, titular del gremio. En tanto, para los profesionales de la salud se trata de una situación “totalmente discriminatoria” por parte del Ejecutivo. “Quedó excluido el escalafón docente y de salud. Paradójicamente, los gremios que más férreamente nos opusimos a la reforma jubilatoria y que hemos venido rechazando las paritarias durante todo este año”, cuestionó Diego Ainsuain, secretario general de Siprus.
La noticia sobre el bono para los trabajadores públicos se conoció este miércoles, con la publicación del decreto Nº 2874. El mensaje oficial habla de una compensación extraordinaria, y por única vez, equivalente a un día de trabajo, a abonarse junto a la segunda cuota del aguinaldo 2024. La asignación es no remunerativa, por lo que no será contemplada para el cálculo de adicionales, ni como base para el cálculo del haber mínimo garantizado. Según el decreto, el beneficio se da “como reconocimiento justo por su abocamiento al proceso de reforma estructural que se ha iniciado a través del programa Territorio 5.0 y la instauración del gobierno digital”.
El mensaje del gobierno excluye al gremio docente, que rápidamente manifestó su descontento por esa situación. “El decreto dice que es un reconocimiento especial a los trabajadores, pero termina siendo a los trabajadores que a ellos se les da la gana. No hay ninguna explicación seria de por qué a unos sí y a otros no”, expresó Casiello en diálogo con Rosario/12. “Es un nuevo ataque a la docencia y ya perdimos la cuenta de cuántos van. Claramente hay una discriminación. Ese bono se tiene que pagar al conjunto de los trabajadores del Estado provincial y tiene que ser un pago remunerativo que haga los aportes correspondientes”, añadió.
Para el dirigente gremial, la polémica por el pago extra refleja la forma en que se desenvolvió el gobierno durante todo el año. “Hubo una expectativa muy fuerte que se generó en buena parte de la docencia con el triunfo de Pullaro y con la convocatoria a paritarias del 4 de enero. Pero desde entonces fue sentir que el ataque era sistemático”, cuestionó. En el listado aparecen el desconocimiento de la paritaria firmada en 2023, la caída de los salarios y las jubilaciones, la implementación del programa Asistencia Perfecta, y la pérdida del poder adquisitivo en las sucesivas paritarias negociadas a lo largo del año.
En ese marco, Casiello advirtió que el tema salarial es una de las principales preocupaciones de cara al 2025: “La paritaria es un ámbito de debate, donde las dos partes hacen un esfuerzo de buena fe para llegar a acuerdos. Pero al momento de negociar, el gobierno se sienta, ofrece algo y después lo impone por decreto. No te exagero si digo que en mis 33 años de docencia este año ha sido el peor. Habrá que ver cómo nos paramos para el año que viene, apostando a resistir con más fuerza porque la situación es muy compleja”.
Por su parte, desde Siprus, el gremio que nuclea a los profesionales universitarios de la salud, también repudiaron la situación. Este jueves presentaron una nota al gobierno que también será remitida al Ministerio de Salud y de Trabajo de la provincia. “Quedó excluido el escalafón docente y de salud. Paradójicamente, los gremios que más férreamente nos opusimos a la reforma jubilatoria, y que hemos venido rechazando las paritarias durante todo este año”, explicó Ainsuain a Rosario/12. “No entendemos por qué se hizo así. La situación es totalmente discriminatoria”, agregó.
El dirigente reconoció que el pago es una “cifra irrisoria”, pero que al menos serviría para reponer alguno de los días de paro que les descontaron a los trabajadores del gremio, ante las diversas medidas de fuerza realizadas en el año. Por los sueldos del sector, el bono representaría unos 35 mil pesos. Sin embargo, desde el sindicato advierten que a lo largo del 2024 ya perdieron 25 puntos de poder adquisitivo. “Para igualar nuestra situación salarial, que ya estaba deteriorada en 2023, nosotros tendríamos que estar cobrando entre 250 mil y 300 mil pesos más. El gobierno nos metió la mano en el bolsillo este año”, cuestionó.
Por último, Ainsuain remarcó que la exclusión del bono se relaciona con el carácter combativo de los gremios a las políticas implementadas por el gobierno durante el año. “Si bien es una migaja que no cambia la ecuación en función de lo que perdimos, tiene un carácter discriminatorio por nuestra oposición a la política de ajuste salarial y a la reforma jubilatoria”, expresó y agregó: “En salud hay un retroceso que se arrastra desde hace mucho tiempo y este gobierno incrementó todos los problemas. Empeoró la situación de los profesionales, disminuyó la cantidad de prestaciones que se hacen dentro del sistema de salud por esa disminución de los profesionales y hay menos compras de insumos hospitalarios y de medicamentos”.