Los telespectadores coreanos contienen el aliento cuando miran las audiencias de la investigación de la comisión parlamentaria que analizó la destitución de la presidenta, un programa de telerrealidad ante el cual han desfilado hombres de negocios, parlamentarios con mucha labia y hasta un ex “gigoló”.
Las audiencias parlamentarias, que ya llevan dos meses, buscan esclarecer el fondo del escándalo de corrupción que ha socavado la imagen de la presidenta Park Geun-Hye y que ha llevado a las calles a millones de personas que exigieron, y ayer finalmente lograron, que Park deje el cargo.
Y los millones de telespectadores no son una audiencia pasiva, ya que muchos ciudadanos participan enviando mensajes de texto a la comisión, para apoyar el trabajo de la investigación.
Entre las frases célebres quedó grabada para la historia la hastiada reacción de un parlamentario cuando el jefe del gabinete de Park, Kim Ki-Choon, negó reiteradamente que conociera la existencia de Choi Soo-sil. “No va a ser fácil para usted ir al cielo cuando se muera. Tiene tanto de lo que arrepentirse”, le gritó exaltado el parlamentario a Kim.
Mientras que la mayoría de los interrogados, grandes hombres de negocios y políticos de alto nivel, intentaron mantener un bajo perfil, el testimonio de Koh Young-Tae, un estilista con un pasado oscuro, destacó por su florida alocución. Koh Young-Tae contó cómo Choi trataba al antiguo viceministro de Deportes, Kim Chong, como si fuera su asistente personal y cómo la ropa y los accesorios que le entregaba terminaban en el armario de la presidenta.
Según la prensa, el estilista de 40 años, que obtuvo la medalla de oro en los juegos asiáticos representando a su país en esgrima, ejercía a veces como “gigoló” cuando conoció a Choi. Koh niega que tuviera una relación con Choi, 20 años mayor, pero admite que eran cercanos y que ella lo visitaba con frecuencia, hasta que se enfrentaron por el trato que él le dio al cachorro de su hija.
“Choi me pidió en 2014 que cuidara al cachorro de su hija. Ella vino a mi casa y vio que había dejado al perro solo para ir a jugar al gol”, contó el estilista. “Ella se enfadó porque dejó al perro solo en la casa y tuvimos una gran discusión’’, indicó Koh, especificando que desde entonces se habían distanciado.
Esta discusión ahora es considerada como una de las claves que facilitó que se descubriera el escándalo, ya que la animosidad de Koh lo llevó a dar nutridos detalles a la prensa sobre la influencia de Choi sobre Park.
Los internautas lo han ensalzado como un héroe... “Abrió la caja de Pandora”, lo felicitó uno de los parlamentarios. “Sin importar cuál fue su motivación, esta audiencia no hubiera ocurrido sin usted”, dijo uno de los parlamentarios a Koh.
El testigo de más alto perfil hasta ahora ha sido Lee Jae-Yong, que se perfila como el heredero del imperio Samsung. Su testimonio sobre las donaciones hechas por el grupo a dos fundaciones de origen dudoso, controladas por Choi, era esperado con mucha expectativa.
Pero en el momento de la audiencia muchos espectadores quedaron fascinados por sus labios, más que por sus palabras. Mientras era bombardeado por preguntas, Lee, visiblemente incómodo, se aplicaba, medio a escondidas, bálsamo labial. Los comercios locales se lanzaron al segundo para promover el producto, un cosmético estadounidense, rebautizado como “El bálsamo Lee Jae-Yong”.
Pero, pese a las frivolidades, la audiencia no se dejó distraer. Los miembros de un foro de discusión muy popular en Internet jugaron un rol esencial a la hora de refutar el testimonio del jefe de gabinete de Park, Kim, que negaba haber conocido a Choi. Uno de los participantes del chat de Internet desenterró una grabación de la televisión de 2007 que mostraba al funcionario junto a Park. El funcionario tuvo que rectificar su testimonio y atribuyó el olvido a su edad.
“Pude hacer que Kim Ki-Choon confesara gracias a nuestros ciudadanos’’, dijo el legislador Park Young-Sun, que agradeció encarecidamente la vigilancia de los “detectives cibernéticos”.