El secretario de Acción Política de ATE Capital, Rubén López, denunció por la 750 que el nuevo ajuste del Gobierno de Javier Milei, con 2.400 nuevos despedidos, en el Ministerio de Justicia, representa un nuevo episodio de “violencia institucional”.

Entrevistado por Víctor Hugo Morales, sostuvo que se trata de una más de las “situaciones muy difíciles para la sociedad, para los argentinos y los trabajadores” que genera el autodefinido Gobierno libertario.

“Estos despidos son producto de un retiro coercitivo. Plantaron un retiro voluntario pagando menos cuotas que lo que marca la ley. Pero no es voluntario, porque su contrapartida es el despido”, denunció López.

Y añadió: “Entonces los trabajadores se dividen entre agarrar lo que hay y los que deciden discutirlo jurídicamente. Hay una pérdida de derechos muy grande, que van a impactar en la sociedad”.

“Fijate —dijo en diálogo telefónico— que aún con el problema que hay con la trata de personas, la oficina de trata fue desguazada. La protección al testigo, tan importante para combatir al narcotráfico, también fue desguazada”.

A lo que, como si fuera poco, le sumó: “Hoy está siendo atacada la defensa de los trabajadores. Y las medidas de fuerza que llevaron adelante fue brutamente atacado con lawfare a los delegados”.

Otras de las formas de atropellar los derechos laborales, sostuvo López, tiene que ver con incluso el Gobierno le descontó el día del paro a quienes legítimamente ejercían su derecho y estaban siendo amenazados con ser despedidos.

Estas acusaciones tienen lugares después de que este jueves los 2.400 trabajadores despedidos del Ministerio de Justicia se movilizaron a la sede de esa cartera, en el centro porteño, para resistir la medida.

Junto con los despidos, el gobierno recortó sueldos del personal de planta permanente, eliminando una serie de complementos salariales. Por eso, a partir de enero, habrá trabajadores que pasarán a cobrar la mitad de lo que ganaban.

En el caso particular de la secretaría de Derechos Humanos son casi 500 personas las que quedarán sin trabajo a fin de diciembre, la mitad de su planta, generando un daño muy claro en materia de memoria, verdad y justicia.