Más de 300 personas participaron de la jornada por la defensa del predio Quincho Catalinas Sur, en el barrio de La Boca. Partidos de fútbol, juegos para chicos, música en vivo y otras actividades culturales se combinaron con el reclamo para que el Gobierno de la Ciudad dé marcha atrás con su intención de vender el terreno a empresarios de la construcción. “Este es un lugar especial para el barrio. Detrás de todos los edificios de la zona, el Quincho es un espacio verde para que la familia venga a pasar el día. Esperamos que no sea la última vez que lo podamos disfrutar”, explicó Leandro Sibio, integrante de la cooperadora de la Asociación Catalinas Sur.
Sol, música, deporte y comida. Esos cuatro elementos se repitieron constantemente durante la jornada de ayer en la Asociación Catalinas Sur. El predio, mejor conocido como “el Quincho”, es un refugio verde para los vecinos de La Boca, con pileta, cancha de fútbol y distintas actividades comunitarias, ubicado a doce cuadras del estadio de Boca Juniors. Hace tres semanas, la Dirección de Planeamiento Urbano de la Ciudad visitó las instalaciones y en asamblea general planteó su propuesta a los vecinos: parcelar el terreno –pertenece a la Asociación hasta 2030, bajo la posesión de “uso precario”– venderlo a una empresa privada y así, edificar la zona con dos torres. El miedo de los socios es que aquel proyecto del oficialismo se presente en la próxima sesión de Legislatura porteña.
“Es difícil encontrar un lugar así en esta zona de la Ciudad. Este predio, con canchas de fútbol y de padel, pileta, juegos para chicos, parrillas, no sólo sirve para el socio, que paga una cuota a precio popular por mes. También funciona como campo de deportes para los nenes del Jardín que está enfrente, para la rehabilitación de los pacientes del Hospital Argerich y para distintos eventos que suceden acá en el barrio”, comentó Sibio a PáginaI12.
En el Quincho de Catalinas, ubicado en Pi y Margall 671, además funcionan un centro de jubilados, una colonia de verano, torneos de fútbol barriales y un espacio de ensayo para distintas expresiones artísticas. El 5 de noviembre, alertados por la intención del gobierno porteño, varios socios y vecinos de la zona se juntaron para elaborar la defensa del espacio verde. Se organizaron, hablaron con las autoridades gubernamentales y expusieron su preocupación ante distintos legisladores y comuneros. Dieciocho días después, una comitiva de Planeamiento Urbano de la Ciudad, encabezada por el arquitecto Mario Orlando, presentó el plan inmobiliario ante la Comisión Directiva de la Asociación Catalinas Sur. Tras proyectar la construcción de dos torres que funcionarían para oficinas y viviendas privadas, las autoridades de Planeamiento Urbano propusieron una tercera construcción, esta vez, para reemplazar las instalaciones del predio en un edificio. Todo el espacio verde y aire libre del Quincho traspasado a una construcción de tres pisos de altura.
“En la reunión lograron lo que nadie pudo lograr en los casi 30 años del Quincho. Todos los socios, por primera vez, estuvimos de acuerdo en algo de forma unánime: el predio no se vende. Y esta unión se dio porque tocaron una fibra íntima de La Boca. Acá se festejan cumpleaños, se realizan casamientos, se vuelve a reunir la familia”, comentó Yuri Dambtisch, uno de los principales oradores de la jornada.
Por su parte, Victoria Colombo, comunera del Frente para la Victoria, explicó que “este negocio inmobiliario, que atenta directamente contra un espacio verde propio del barrio, se plantea a espalda de los vecinos” y agregó, tras exhibir más de 3500 firmas del petitorio por la defensa del predio, que “es moneda corriente esta modalidad del gobierno porteño, que vende tierras públicas para tener un rédito económico y se olvida de la importancia de los espacios verdes”.
Mientras los socios discutían y debatían en la jornada, la mayoría de los chicos disfrutaban del día a su manera, entre escondidas, juegos recreativos y partidos de fútbol. Varios de ellos, según expresaron los padres, concurren al Quincho dos veces por semana para participar de la “Juegoteca”, un taller propuesto por el área de Niñez del Gobierno de la Ciudad con el objetivo de contribuir al desarrollo integral de chicos desde un abordaje de la actividad lúdica creativa.
“Este espacio es importante para todos los chicos de La Boca. Una actividad gratuita donde niños y adolescentes vienen a jugar, relacionarse y divertirse. Si se vende el terreno y se dispone la construcción de un edificio que reemplace las instalaciones, definitivamente va a cambiar todo. No es lo mismo jugar en una caja de zapatos a que los chicos aprovechen el espacio verde y el aire libre”, explicó uno de los profesores del Programa Juegotecas Barriales.
Informe: Jeremías Batagelj.