“En el transcurso de la historia, más tarde o más temprano la gente se vuelve a organizar en función de la solidaridad común y el amor así vence al odio”, se esperanza Oscar Mangione, quien junto a Oscar Laiguera y el grupo El Cruce acaba de lanzar el single “Elegir con odio”, una milonga que retrata los tiempos que corren. “Lo que no sabemos es cuánto va a durar este proceso”.
En el contexto actual, es inevitable preguntarse por la pertinencia de la bandera “el amor vence al odio”, que supo levantar el kirchnerismo. “Es una época donde lo individual prima sobre lo colectivo, en donde lo que aparece es el mérito personal, como si no hubiera toda una historia detrás, como si no hubiera todo un esfuerzo mancomunado de toda la sociedad para tener los logros que tenemos”, señala Mangione. “Es una regresión muy severa, en donde va detrás de lo que se llama el contrato social”, sentencia. “Por eso pienso que (Javier) Milei no plantea un problema político, sino un problema ético”.
“Estos embates autoritarios, individualistas, regresivos, que convierten al hombre, borran lo simbólico que es lo categórico en el hombre, su esencia, y nos acerca mucho más al predador, al sálvese quien pueda, desgasta términos como libertad, los pervierte, y es una especie de darwinismo político lo que plantean: una vuelta casi a la predación con una cuota enorme de ignorancia”.
No es el primer tema que Mangione dedica a las cuestiones sociales. No hace mucho lanzó “Milonga del niño rico”, dedicada oportunamente a Mauricio Macri. “Las cuestiones sociales aparecen en mis composiciones y en las de Óscar porque nosotros componemos aquello que nos hace, que nos moviliza”, explica. “Estos temas deben estar plasmados, porque es como un anudamiento de sentido que hace el tema sobre todos los asuntos que están rondando nuestra cabeza y nuestro corazón”, reflexiona.
“La inspiración surge siempre de la realidad. Yo creo que los que hacemos arte, de alguna manera, tenemos que expresar lo que sentimos. Y esta realidad es tan fuerte, tan pregnante, tan increíble, que cuesta salir del estupor que inhibe”, considera el letrista. “Para salir del estupor que inhibe hay que producir. Tanto hay que producir lo que uno sabe hacer, en este caso canciones, como organización para revertir esta especie de pesadilla que nos está pasando y que nos tiene a todos bastante paralizados”.
“Yo creo que esto es el legado de cualquier artista popular. Debe tratar de plasmar eso que conmueve a la sociedad, eso que nos preocupa, eso que nos alegra, eso que nos enamora y eso que nos preocupa mucho. En este caso, es claramente la última cuestión y un llamamiento a reflexionar a que una elección es elegir según los ideales y elegir con odio es una exclusión. No votar una idea, sino votar en contra de alguien. Esto nos está llevando a esta situación tan desgraciada desde todo punto de vista, no sólo desde el punto de vista económico, sino del vaciamiento de los principios éticos y solidarios de nuestra sociedad”, señala. “Así queda plasmada la canción y en ella plasmada la esperanza de una pronta reorganización de nuestra sociedad bajo los valores que siempre nos han hecho crecer”.