“Todos quieren tener una cooperativa, pero pocos están dispuestos a trabajar colectivamente”, dice Emilia Benitez, actriz y una de las fundadoras de La Joda Teatro, el colectivo platense que está celebrando diecisiete años de autogestión. Son un grupo estable de entre quince y nueve personas, todas oriundas de distintas partes de la Provincia y el país. La Plata los congregó a partir de la universidad: la mayoría había viajado de sus ciudades y pueblos para estudiar ahí. Buscan promover un arte inclusivo y popular, que piense formas de organizarse por fuera de lo hegemónico.
Algo más grande
El grupo surgió en el 2007. Exactamente el 18 de septiembre, el día que se cumplía un año de la desaparición de Julio López. Se congregaron para realizar una intervención teatral en la marcha que se organizó para pedir por él y para Emilia Benitez, una de sus fundadoras, fue eso lo que les dio la verdadera impronta: un teatro con una pata y una mirada política sobre la realidad y la ficción.
“Nadie te enseña a ser cooperativa. La joda a mí me enseñó y me enseña eso. A limar las rispideces y los deseos personales en pos de algo más grande. Tener una cooperativa lleva trabajo y mucho tiempo. Hay que estar en las reuniones, escuchar al otro, dialogar, no enojarse. Hay que apoyar las ideas que elige el grupo, aunque por ahí una quiera o tenga ganas de hacer otra cosa. Hay que negociar y coordinar. A veces una dice: bueno es más fácil que un director te diga qué hacer, pero esto es más gratificante. Es un aprendizaje infinito” , relata Benítez.
Como grupo, sus principios son lo inclusivo y popular. Hoy en día, su forma de cooperativa está presente tanto en su forma de producción como en sus creaciones artísticas. No tienen un director o directora, sino que cada uno va tomando distintos roles y trata también de enseñar esto en sus talleres. Todos tienen que poder saber e ir tomando las tareas del otro. Es una forma de luchar contra el ego y también de entender las complejidades que puede acarrear el trabajo del compañero.
Para ellos, el teatro es un arma de resistencia y transformación. Un espacio para observar la dimensión política del contexto que los rodea. Buscan ser y encontrarse con intérpretes que sean permeables a las emociones y estímulos, que sean conscientes de la teatralidad y que no la busquen esconder y hacer pasar por verdad. El grupo no solo realiza obras y performances, sino que también brinda espacios de reflexión pedagógica. En el 2018 comenzaron a realizar residencias, que hoy son de carácter internacional.
“Las residencias surgieron primero como un espacio de encuentro nuestro, una especie de asamblea extendida para plantear los deseos y proyectos del año. Alquilábamos una quinta y nos quedábamos dos semanas pensando. Salíamos muy contentos siempre, mejor organizados. Hay algo que funciona de apagar el ruido de afuera”, dice Benitez y manifiesta que a partir de esos encuentros también las ideas empezaban a poder concretarse mejor, porque habían logrado focalizar y armar planes claros.
“Entonces empezamos por invitar a otros grupos teatrales de La Plata. Queríamos dialogar sobre las diferentes maneras de hacer teatro. Generar debates nos parecía enriquecedor. Romper con el cada maestrito con su librito” , recuerda. Esos encuentros fueron muy fructíferos y ahí fue cuando decidieron apostar a más. Convocaron a sus alumnos y empezaron a dar talleres. Luego empezaron a invitar gente de otras provincias y ya en los últimos años participó gente de otros países. “Se volvió un momento del año en el que te encontrás con alguien de Corrientes, de Jujuy, de Mendoza, de Francia o de Colombia. Y si ya el encuentro de pocos trae cosas buenas, un encuentro tan plural, trae mucha frescura. Lo hacemos en un lugar increíble que es la Mariátegui, un espacio muy verde, lleno de árboles que tiene una casona increíble”, comenta Benítez.
El futuro
La sexta residencia que organiza La Joda tendrá lugar durante el carnaval 2025, desde el viernes 28 de febrero al martes 4 de marzo. La sede será en la Escuela de Formación Latinoamericana José Carlos Mariátegui, en Vieytes. Un ambiente con instalaciones que incluyen dormitorios, comedor, aula de entrenamiento y escenarios naturales al aire libre. Serán cinco días para compartir la praxis escénica con 50 hacedores teatrales de diferentes provincias de Argentina y de distintos países, proponiendo laboratorios de creación que generen intercambios y redes entre las y los participantes.
La propuesta de esta edición contempla una serie de talleres que se vinculan en un objetivo: creaciones grupales de escenas que abordarán todas las partes y roles del proceso creativo. A cargo de los talleres estarán Juan Onofri Barbato y Brai Koblan más el equipo de coordinación de La Joda Teatro. Si bien se pueden anotar quienes quieran, lo ideal es que los asistentes tengan cierta experiencia o recorrido teatral, aclaran desde la organización.
También se brindarán seminarios de dramaturgia, entrenamiento, creación y puesta en escena colectiva, además de los espacios de reflexión y análisis de la actividad teatral contemporánea.
La residencia tiene un costo, que se puede averiguar contactándolos a través de Instagram @la_joda_teatro/ y también tiene facilidades para abonar en cuotas. El valor total incluye el hospedaje en dormitorios compartidos, comida (desayuno, almuerzo y cena), formación completa con acceso a todos los talleres y seminarios y el acceso a los espacios recreativos como la pileta y la fiesta. Este año también se podrá ver la obra de teatro "La zanja", ganadora del Festival Provincial de Teatro de la Provincia de Buenos Aires. Todos los años ofrecen becas, para tratar de que haya representación de todas las zonas del país en el encuentro. Los becados de este año están por ser anunciados en sus redes sociales.
“Estamos en un momento donde se disputa la batalla cultural contra este capitalismo cruel que lo que quiere es que te quedes sola en tu casa. Nosotros apuntamos más que nunca al cuerpo a cuerpo, porque la única manera de poder generar algo diferente va a ser que nos encontremos con nuestras contradicciones y veamos qué sale. Buscamos contagiar nuestras ganas de hacer y que eso se pueda seguir multiplicando, que la gente replique la experiencia y tengamos una residencia a principio de año en La Plata, a mitad de año en Corrientes, a fin de año en Río Negro. En las residencias hablamos de teatro y de arte, pero también de la realidad económica y política. Hablamos de este mundo, porque vivimos en este mundo y tratamos de pensar qué hacer”, concluye Benítez.
Además, La Joda brinda talleres y monta obras todo el año en su base de operaciones “La fábrica cultural”, una fábrica recuperada que había cerrado en el 2001, localizada en Calle 62 N*274 e/1 y 115 (Barrio El Mondongo) y que congestionan con el colectivo @en_eso_estamos.
Además están por estrenar su primera película “Pare(S)er. Un ensayo sobre lo "íntimo” que realizaron en la pandemia y estará disponible en su canal de YouTube. Habrá que seguirles la pista.