Coronda sumó finalmente otra cárcel a su identidad de ciudad penitenciaria, pero esta vez se trata de la unidad federal "Dr. Eusebio Gómez", cuya construcción arrancó en 2022 pero que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se arrogó como obra propia de su gestión. No solo eso: se calzó una gorrita del Servicio Penitenciario Federal y delante de cámara grabó un video en el que cierra con aire triunfal la puerta de un pabellón tras el ingreso del supuesto primer recluso de la prisión. Pero la verdad fue que ese detenido era uno del puñado de presos que trajeron ayer desde Buenos Aires para montar el sketch de propaganda.

A todo eso, Bullrich hizo el acto sola, y llamó la atención de las ausencias del gobernador Maximiliano Pullaro, y también de la vice Gisela Scaglia que, en definitiva, es la presidenta del PRO en Santa Fe. Solo asistió por la provincia el ministro Pablo Cococcioni como convidado de piedra, y se negó a hablar con la prensa.

Bullrich vino en visita exprés para la inauguración de la Unidad Penitenciaria N° 36, la nueva cárcel federal emplazada sobre la ruta provincial 64, entre Coronda y Larrechea. Llegó a las 11 y pasadas las 12 partió en helicóptero.

El penal -con nombre de un antiguo director del Servicio Penitenciario Federal- tiene una capacidad de alojamiento para 464 convictos de causas penales federales, repartidos en cuatro pabellones de celdas colectivas y también individuales. Tiene patios internos para actividades recreativas y un área educativa con seis aulas para la formación de internos. Según la prensa oficial del ministerio, empleará a unas 750 personas de manera directa e indirecta. Su estándar es de "seguridad media", lo que implica que no es apta para albergar a presos de alto perfil.

El acto incluyó la dramatización de un ingreso de detenidos que, en lo formal, la cárcel aún no tiene. Fue el intendente de Coronda, Ricardo Ramírez, quien desbarató la simulación. "Trajeron como cien presos de Buenos Aires para el acto inaugural", reveló. Y activó el desprecio del diputado peronista Marcos Corach, que era ministro de Gobierno en la gestión Perotti, cuando el gobierno de Alberto Fernández inició la construcción del presidio. "Para Milei y Bullrich, la gestión es armar puestas en escena. Un papelón, pero no sorprende: sabemos que nada les importa y que solo están acá para rapiñar todo lo que se pueda. La provincia no debería permitir semejante fantochada", publicó en X.

Bullrich desmintió que las ausencias del gobernador y de la vice expresaran algún desencuentro entre ambas administraciones. "No tenemos ningún contradicho ni problemas, trabajamos en equipo para mejorar la vida de los ciudadanos y nada nos separa", afirmó. El semblante de Cococcioni en su breve oficio de funcionario anfitrión connotaba lo contrario.

Bullrich acusó algún ruido de interna local en el frente Unidos. "Podemos tener diferencias de carácter político, si está bien o no el cambio de la Constitución de la provincia, pero esa es una discusión que no cabe en este ámbito", precisó sin que se lo preguntaran.

La cárcel federal era un reclamo de las últimas décadas desde Santa Fe, desde que la sobrepoblación carcelaria empezó a ser un problema de agenda pública. Se estima que hay unas 700 personas encausadas por delitos federales detenidas en presidios de la Provincia.

Desde ayer la UP 36 está habilitada, pero alojará a detenidos de cualquier parte del país, no solo santafesinos. La ministra adelantó que esta cárcel integrará un acuerdo con los sistemas penitenciarios de provincia. "Que los presos federales de bajas condenas estén en cárceles provinciales y que las provincias envíen a los presos más conflictivos al sistema federal", sorprendió.

"Nuestro objetivo es transformar el Servicio Penitenciario Federal (SPF) en una institución moderna, eficiente y orientada a la rehabilitación de quienes cumplen condenas largas. Al mismo tiempo, buscamos aliviar la presión sobre las cárceles provinciales, permitiéndoles enfocarse en la reinserción social de internos con penas menores. Esto es parte de un cambio estratégico que ya estamos implementando en todo el país", agregó.

"El Estado no puede fallar -continuó la ministra-. Esta cárcel es una muestra de que no solo perseguimos a los delincuentes en las calles, sino que también nos aseguramos de que las cárceles no sean escuelas del crimen. Trabajamos para que quienes salgan de aquí lo hagan con la posibilidad de no volver a cometer delitos", abundó.

Mientras Cococcioni y la secretaria provincial de Asuntos Penales, Lucía Masneri, la oían circunspectos mirando al frente, Bullrich aclaró que "Santa Fe tendrá prioridad" en el envío de reos a esta prisión. "Se va a llenar rápido con presos de Santa Fe", aventuró.