Rusia atacó este viernes el centro de Kiev con cinco misiles balísticos norcoreanos y de fabricación propia, mientras que al menos seis personas murieron en un bombardeo ucraniano con misiles contra la ciudad de Rilsk, en la región rusa de Kursk, informaron las autoridades locales.
El Ministerio de Defensa ruso explicó en un comunicado que su ataque con misiles balísticos e hipersónicos fue una represalia por el lanzamiento el miércoles por parte de Kiev de misiles occidentales de alta precisión contra una importante fábrica química en la región sureña rusa de Rostov, que limita con Ucrania. "En respuesta a las acciones del régimen de Kiev, apoyado por sus patrocinadores occidentales, esta mañana fue lanzado un ataque combinado con armas de alta precisión y largo alcance", indicó la cartera sobre el ataque, que según el recuento preliminar de Kiev mató hasta ahora a una persona e hirió a otras 12.
Mientras que la Fuerza Aérea ucraniana dijo haber derribado los cinco misiles, el parte castrense ruso aseguró haber alcanzado un cuartel general del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) y una empresa ucraniana que trabaja en la producción de misiles. Moscú agregó además que posiciones de los sistemas de misiles antiaéreos Patriot recibidos por Ucrania de países occidentales también fueron alcanzados en los últimos ataques aéreos.
Daños en el centro de Kiev
El bombardeo provocó daños en cinco distritos de la capital de Ucrania. En una de estas zonas, contigua al estadio Olímpico de Kiev, un edificio de oficinas, locales comerciales y un hotel sufrieron graves daños, según las autoridades ucranianas por la caída de fragmentos de misiles interceptados.
Kiev, que tenía más de 3 millones de habitantes antes del conflicto bélico en febrero de 2022, es blanco recurrente de misiles y drones explosivos, pero pocas veces hay daños importantes en el centro de la ciudad, relativamente bien protegida por la defensa antiaérea.
Las embajadas de Portugal, Argentina, Albania, Macedonia del Norte, Montenegro y Palestina, que se encuentran en un edificio situado a pocos metros del lugar de las explosiones, sufrieron daños menores, según informaron los Ministerios de Exteriores de Ucrania y de algunos países afectados, y pudo constatar la agencia de noticias EFE.
“Aumenten el apoyo a Ucrania y presionen a Rusia para lograr una paz justa, antes de que esto se convierta en una realidad para otras ciudades europeas”, escribió el ministro de Exteriores ucraniano, Andrí Sibiga, en la red social X. En la publicación compartió una fotografía de la catedral católica de San Nicolás, que también sufrió daños leves en el ataque, junto con los desperfectos en las sedes diplomáticas. Los gobiernos de Argentina y Portugal también publicaron comunicados que condenan el ataque.
A ests situación de añade que las autoridades ucranianas alertaron en las últimas horas que la central nuclear de Zaporiyia, la mayor de todo Europa, está cerca del apagón como consecuencia de los bombardeos del Ejército ruso, que se hizo con el control de las instalaciones poco después del inicio de la guerra.
Avance ruso en Donetsk
Al compás de los disparos en Kiev, el ejército ruso profundizó su avance en el sur y el centro de la región ucraniana de Donetsk, con la toma de diez localidades en la última semana, agregó la cartera de defensa rusa en su parte de guerra diario.
Cinco de las localidades se encuentran al sur del estratégico bastión de Kurájove, que está a punto de caer en manos de Moscú. El resto en las inmediaciones de las plazas de Kurájove y Velika Novosilka o más al norte, a escasos kilómetros de Pokrovsk, principal objetivo de la actual ofensiva rusa en el Donbás.
Las dos últimas conquistas de las tropas rusas son Uspenivka, al sur de Kurájove, y Novopustinka, a unos diez kilómetros de Pokrovsk. El ministerio ruso también reivindicó la toma del pueblo de Novii Komar, según la agencia Ria Novosti. Ese municipio tenía unos centenares de habitantes antes del conflicto, pero se encuentra a una veintena de kilómetros de los límites de las regiones de Zaporiyia y de Dnipropetrovsk.
Los expertos de ambos bandos consideran que Moscú tomará antes de fin de año Kurájove e intentará hacer lo mismo con Velika Novosilka, con lo que se hará con el control de todo el sur del Donbás y llegará a la frontera administrativa con Zaporiyia. Entonces, centrará todas sus fuerzas en el cerco de Pokrovsk, sin descuidar el avance hacia Kostiantinivka, lo que allanaría el camino para la ofensiva final en 2025 contra Kramatorsk y Sloviansk.
El Estado Mayor ruso estimó en 4.500 kilómetros cuadrados el territorio conquistado por sus tropas este año, aunque el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) considera que dicho cálculo es exagerado. A Rusia, según el ISW, le faltaría aún por conquistar aproximadamente unos 8.000 kilómetros cuadrados para hacerse con el control de toda la región de Donetsk.
En su conferencia de prensa anual el presidente ruso, Vladímir Putin, destacó el jueves que sus tropas avanzan diariamente no cientos de metros, sino kilómetros cuadrados, y subrayó que pronto no habrá nadie que quiera combatir contra Rusia en Ucrania.
Al mismo tiempo, no se atrevió a pronosticar cuándo terminará la campaña militar rusa y tampoco cuándo Moscú podrá expulsar a las tropas ucranianas de la región fronteriza de Kursk. Putin también se mostró dispuesto a reunirse con el futuro presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pero sólo se sentará en la misma mesa que el líder ucraniano, Volodímir Zelenski, si éste convoca elecciones y las gana, ya que Moscú lo considera actualmente un mandatario ilegítimo.
Misiles contra Kursk
Respecto al ataque ucraniano con misiles en Kursk, el gobernador Alexandr Jinshtein informó a través de un video publicado en su canal de Telegram que seis personas, incluido un niño, fallecieron, mientras que otras diez fueron hospitalizadas a consecuencia de las heridas. Además dijo que los ucranianos eligen a propósito objetivos civiles para asestar sus golpes y prometió ayuda a los afectados sin precisar su número.
Según Jinshtein, el ataque realizado con misiles HIMARS en Rilsk, ciudad de unos 15.000 habitantes próxima a la frontera ucraniana, causó daños a varios edificios, incluida la Casa de la Cultura de la ciudad, así como una escuela, un colegio de aviación y las oficinas de compañías de servicios logísticos y comercio electrónico.
También recibieron daños algunas viviendas y 15 vehículos participarles, aseguró el gobernador ruso. Es más, videos compartidos en redes sociales rusas muestran varios vehículos en llamas, escombros por las calles y edificios con ventanas rotas.
La región de Kursk está parcialmente ocupada por las tropas ucranianas desde agosto pasado y es escenario de combates entre los ejércitos de ambos países. Rusia lanzó hace unos meses una contraofensiva para expulsar al enemigo de Kursk, donde ha recuperado varias localidades sin lograr por el momento la liberación completa del territorio. De acuerdo con la prensa occidental, el Kremlin se ha propuesto expulsar a las tropas enemigas de Kursk antes de la investidura de Trump, el próximo 20 de enero.