La canasta de servicios públicos para un hogar del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) que no recibe subsidios subió 402 por ciento en la comparación interanual desde que asumió la presidencia Javier Milei. La cifra, empujada por los aumentos en la tarifas de luz, gas y electricidad, también contempla al boleto del transporte, que tuvo el incremento más significativo en ese período.
En diciembre de 2024, un hogar tipo del AMBA con tarifa plena le destina 143.819 pesos de su ingreso para cubrir las necesidades energéticas, de transporte y de agua potable. Ese mismo gasto sufrió un aumento de 7,2 por ciento este mes respecto de noviembre y el Gobierno nacional planifica nuevos ajustes tarifarios durante el año próximo.
La suba de diciembre se explica por el aumento del 3 por ciento en el cargo fijo y de 2,6 por ciento en el cargo variable para el gas; de 5,0 y de 0,9, respectivamente, para los mismo ítems de la tarifa eléctrica, y por los cambios en los cuadros tarifarios de agua.
Peso de la canasta
Los datos relevados por el Observatorio de Tarifas y Subsidios del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP), de UBA y Conicet, indican además que la canasta ocupa el 11,9 por ciento del salario promedio registrado. De esta manera, afrontar el pago de los servicios públicos se duplicó en el período analizado. Antes era de 5,9 por ciento y la familia integrada por dos adultos y dos menores destinaba en total 28.651 pesos.
Asimismo, el documento remarca el aumento del peso proporcional del gasto en transporte en el salario. Para los usuarios que tienen la SUBE registrada, el boleto de colectivo pasó de 52,96 pesos para el tramo mínimo a 370 pesos, luego de varias subas en distintos momentos de 2024.
De acuerdo con el salario promedio estimado en diciembre, el peso de los servicios energéticos de un usuario N1, N2 y N3 representa el 5,1; 3,3 y 3,9 por ciento. Sin embargo, cuando se toma el ingreso mínimo de cada segmento de ingresos, la factura promedio de los servicios públicos de luz y gas en el AMBA tiene un peso de 1,7 para los N1, de 6,7 para los N2 y de 4,5 por ciento para los N3.
Cobertura
Actualmente, en los hogares del AMBA se pagan tarifas de servicios públicos que, en promedio, cubren el 52 por ciento de los costos y, por lo tanto, el Estado se hace cargo del 48 por ciento restante. Sin embargo, la cobertura es dispar entre segmentos de hogares y entre servicios.
El último mes del año mostró que la cobertura de costos de energía eléctrica y gas natural no alcanza al 100 por ciento en ningún segmento de usuarios residenciales. Aunque para el segmento de ingresos altos (N1) se ubica en el 93 por ciento y para los ingresos medios (N2) y bajos (N3) en el 26 y 41 por ciento respectivamente.
En lo que refiere al gas, la cobertura del costo de abastecimiento del gas en diciembre es del 85 por ciento para los usuarios N 1 mientras que los usuarios N 2 y N 3 pagan el 31 y 38 por ciento. "La cobertura comparada entre diciembre de 2023 y diciembre de 2024 indica que se redujo para los usuarios eléctricos de altos ingresos mientras que se incrementó para los usuarios de ingresos medios e ingresos bajos. A su vez, en el caso del gas natural, las coberturas aumentaron para todos los usuarios aunque de manera dispar: proporcionalmente se redujeron más subsidios a los usuarios de bajos ingresos respecto de los demás", analiza el informe de IIEP, UBA y Conicet.
Anual
En la desagregación por servicio, el aumento más significativo fue el del boleto de transporte: creció 601 por ciento respecto a diciembre de 2023. Al tratarse de un servicio que se utiliza todo el año, no tiene impacto diferenciado en los distintos trimestres. En tanto que anualmente, energía eléctrica aumentó 268 por ciento; gas, 531 por ciento y agua, 331 por ciento.
Por esta razón, de los 402 puntos de incremento interanual en la canasta de los servicios públicos, 168,2 puntos porcentuales lo aportó el gasto en transporte, mientras que energía eléctrica, agua y gas aportaron 104; 77,2 y 52,6 por ciento, en ese orden.
La contracara de las subas tarifarias es que las transferencias por subsidios cayeron, según el estudio, 38 por ciento en términos reales y representaron 7,8 billones de pesos. Hace pocas semanas el Gobierno decidió extender la emergencia energética y mantiene el esquema actual de subsidios a la luz y el gas por "un plazo de seis meses, desde el 1º de diciembre de 2024 hasta el 31 de mayo de 2025, el Período de Transición hacia Subsidios Energéticos Focalizados".