Los salarios registrados crecieron un 4,1 por ciento en octubre, superando a la inflación del 2,7 por ciento registrada en el mismo mes, según informó el Indec. Sin embargo, en términos interanuales, los trabajadores aún enfrentan una pérdida del poder adquisitivo superior al 8 por ciento.
En lo que va del año, el índice de salarios acumula un aumento del 125 por ciento respecto de diciembre anterior, lo que representa un avance por encima del 107 por ciento del índice de precios al consumidor (IPC).
A pesar de ello, la comparación interanual es desfavorable: mientras el índice de salarios subió un 167,9 por ciento, la inflación alcanzó el 193 por ciento, lo que se traduce en una merma del 8,6 por ciento en el poder adquisitivo.
Los salarios del sector no registrado aumentaron un 7,7 por ciento, según los datos más recientes del Indec. No obstante, estos números tienen un desfase de cinco meses y corresponden a los aumentos registrados en mayo de 2024.
En este contexto, las negociaciones paritarias entre sindicatos y empresarios no han alcanzado un consenso, dejando en manos del Poder Ejecutivo la definición por decreto del próximo ajuste del SMVM.
La evolución de los ingresos tiene un efecto directo en los indicadores de pobreza. Durante el primer trimestre de 2024, la pobreza alcanzó el 54,8 por ciento tras la fuerte devaluación que aceleró la inflación.
La inflación desaceleró en noviembre, ubicándose en 2,4 por ciento, la cifra más baja desde 2020. Este alivio inflacionario, junto con la recuperación salarial, contribuyó a un aumento del ingreso, pero que sigue sin compensar el impacto que recibió durante los primeros meses de este año. Algunos analistas estimaron que los ingresos en el tercer trimestre de 2024 empezaron a recuperar algo de poder de compra, aunque no alcanza para recomponer los niveles de consumo del mercado interno.