El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, anunció el viernes cambios en un tercio de su gabinete, en plena crisis política tras la renuncia sorpresiva de su vice Chrystia Freeland y un aumento de las tensiones con Donald Trump. La decisión ocurre una semana después de la renuncia de Freeland, exministra de Economía y colaboradora de Trudeau durante una década, debido a diferencias sobre la estrategia para responder a las amenazas de Trump de elevar los aranceles a Canadá cuando vuelva al poder el 20 de enero.
"Nuestro equipo se concentrará en lo que cuenta más para los canadienses: hacer la vida más accesible, hacer crecer la economía y crear buenos empleos para la clase media", dijo Trudeau en un comunicado en el que no hizo mención alguna a las tensiones actuales. Ocho ministros fueron nombrados para reemplazar a aquellos de los 35 miembros del gabinete que no seguirán y para relevar a quienes tenían dobles o triples funciones.
Las principales novedades son el nombramiento del veterano diputado de la provincia de Ontario David McGuinty como ministro de Seguridad Pública, y la entrada en el Ejecutivo de dos diputadas de Quebec, Rachel Bendayan y Élisabeth Brière como ministras de Lenguajes Oficiales y Hacienda, respectivamente. Ontario y Quebec son para el Partido Liberal de Trudeau las dos provincias claves de cara a las próximas elecciones de octubre y donde se decidirá el partido que formará el próximo gobierno.
La remodelación también supuso que la actual ministra de Transportes, Anita Anand, agregará a su cartera las competencias de Comercio Nacional. Aunque es tradicional que el primer ministro se dirija a los medios tras la toma de posesión de nuevos ministros, Trudeau, que sí asistió a la ceremonia de nombramiento, no celebró una rueda de prensa.
La toma de posesión de los nuevos ministros estuvo marcada por el anuncio este viernes del socialdemócrata Nuevo Partido Democrático (NPD) de presentar lo antes posible una moción de censura para derribar al gobierno y provocar elecciones anticipadas. El NPD era el único apoyo parlamentario que mantenía a Trudeau en el poder ya que su Partido Liberal está en minoría en la Cámara de los Comunes del Parlamento canadiense.